Jun se encontraba sentado frente al escritorio de Brendan, mientras que Charles estaba a su lado—tratando de mostrar una postura perfecta. El Alfa revisaba unos documentos que tenía en frente y Jun pudo reconocer algunos, ya que eran informes que le había entregado a su jefe—Charles. Los trabajos que había completado en su nombre. Además de que tenía una idea de a qué se debía la reunión y estaba un poco estresado, no se sentía muy bien. Despertó varias veces en la madrugada debido a una fiebre tan intensa que pensó que moriría. Al final pudo dormir un poco después de darse un baño en medio de la noche, sintiéndose un poco mejor esa mañana—pero se veía cansado. Brendan lo miró por varios segundos y luego se dirigió a Charles. "Los llamé aquí porque me he percatado de algo mientras revisaba los informes de Junne y los tuyos, Director." Dijo mirándolo intensamente, entonando la última palabra. "Es evidente que una sola persona redactó todos estos documentos." Charles tragó en seco
Brendan sacó su teléfono y le marcó a alguien pidiendo un medicamento para bajar una alta fiebre—el cual llegó después de unos minutos a manos de uno de los guardaespaldas. Le pasó dos pastillas y un vaso de agua, y Jun tomó lo ofrecido con manos temblorosas, mientras que el Alfa solo lo observaba como si estuviera, confirmando que se las bebería como debía. Se recostó en el sofá con sus ojos cerrados, esperando que la medicina hiciera efecto, pero el dolor de cabeza no cesaba. Nunca había experimentado algo así, pero le recordaba un poco a su infancia, y se preguntaba si debía volver a las citas médicas que sus padres le forzaban—debido al asma y alergias. Los malestares que sentía ahora no se parecían a lo que sentía en ese entonces, pero pensó que quizás estaban conectados. Nunca ha dejado de tomar los medicamentos que le prescribieron desde que era un adolescente. Sin embargo, admitió que últimamente, debido a lo ajetreado que ha estado con el trabajo, se le había olvidado toma
Brendan volvió a la habitación luego de que Jun se quedará dormido— trabajando por unas horas. Lo miró por unos minutos y paró cuando se percató de lo que estaba haciendo. Salió de la alcoba y se dirigió a la sala con su iPad en la mano. En el sofá se encontraba Donatella, bebiendo una taza de té. También había una copa extra en la mesa y unas galletas de jengibre—sus favoritas cuando era niño. "Siéntante un momento." El Alfa se sentó en el sofá opuesto a ella, pero no tocó el té, ya no era un niño que necesitaba ese tipo de tratos, pero al parecer Donatella no lo entendía. Elegantemente, retiró la taza de sus labios y miró a su nieto. "¿Quién es él?" Preguntó en un tono serio, no parecía la misma persona que había hablado con Jun anteriormente. "No pude sentir sus feromonas, ¿no es Omega?" "No es de tu incumbencia." "Brendan, haz lo que tengas que hacer con él y luego déjalo." Dijo retomando su taza. "Recuerda que somos de la élite y tu compañero debe serlo por igual, por más
"¿Por qué no estás usando el collar?" La pregunta hizo que retornara al presente por segunda vez esa noche. "Lo olvidé." Respondió, mintiendo. "... ya veo. Que no pase otra vez." "Está bien." Brendan tomó un sorbo de vino. Les habían traído una cara y exclusiva botella como regalo y ambos tenían copas servidas. Le gustaban mucho, y pensó que quizás era algo que había heredado de su madre. Agarró su copa y sin agitarla, la inclinó hacia su nariz para dejar el juicio a su olfato. Tomó un sorbo delicadamente y movió el líquido dentro de su boca para determinar los distintos sabores usando su lengua. Tras tragarlo, expulsó aire por su nariz para así poder determinar los aromas finales del vino. Exquisito. Era curioso que incluso después de varios años sin hacerlo, aún era bueno degustando vinos. "¿Es de tu gusto?" Preguntó, observándolo detenidamente. "¿Hm?" "El vino." Se dio cuenta de que estaba sonriendo levemente mientras tomaba y se sintió un poco avergonzado. "¡Ah! Sí, m
Brendan se dirigió a los ascensores causando que Jun se sorprendiera, ya que pensó que regresarían a su condominio. Kevin y Samuel los seguían unos pasos atrás, y ambos tenían una expresión seria en sus rostros. Un chico se acercó y le pasó una llave a Kevin, luego todos entraron al ascensor oprimiendo el botón que los llevaría al sexto piso. Brendan aún lo agarraba fuertemente de su brazo y Jun soltó un leve quejido. Al abrirse la puerta, caminaron y se detuvieron frente al cuarto 0623. Brendan entró al lugar y se dirigió a la sala de lo que parecía ser un Penthouse, lanzando a Jun con fuerza al gran y elegante sofá que se encontraba en medio. "Brendan..." El Alfa se acercó a una pequeña mesa y encendió un cigarrillo. Había letreros en todo el edificio de no fumar, pero supuso que estaría bien si él lo hacía. "¿Quién fue?" Preguntó Brendan aún dándole la espalda y pasó a prepararse un trago. "¿Qué?" Preguntó Jun confundido. "¿
Jun sintió a Brendan tensarse y sus movimientos cesaron un poco pero su erección se mantuvo. Le llegó la sobriedad en unos segundos al pensar que quizás se había sobrepasado. Nunca lo había besado y, luego concluyó que quizás era una barrera que el Alfa no quería cruzar."Lo siento, yo—"Sin embargo, Brendan lo sostuvo firmemente y lo agarró de su cuello, adueñándose de sus labios posesivamente. Entró su lengua en su boca, jugando así con la del Beta y chupándola como si su saliva fuera un sabroso néctar. Mordió su labio inferior y se alejó un poco para mirarlo a los ojos. "Eres..." dijo y miró sus labios con lujuria. "Me intrigas, Junne Castillo.""¿Es eso algo bueno?" Preguntó Jun, sonriendo sensualmente. "¿O debería asustarme porque el poderoso Brendan Russeau muestra interés en un Beta?"Brendan sonrió. Jun lo miró mesmerizado, ya que era la primera vez que lo veía sonreír de esa manera. Era una expresión genuina y un poco cálida. "¿Tu madre nunca te enseñó que no es bueno jug
Brendan observó a Jun mientras salía de su oficina un tanto irritado. Últimamente, se ponía de mal humor ante las cosas más pequeñas cuando se relacionaban con el Beta. Sabía que se volvía controlador cuando obtenía un juguete nuevo y supuso que justo eso le sucedía. Llamó a Kevin, ignorando la voz que le decía que enviara a Samuel detrás de Jun. "Prepara el auto," le dijo. "¿Pudiste conseguir lo que te encargué?" "Si," dijo Kevin sacando una pequeña caja de su chaqueta. "Pertenece a la línea más reciente, tal como pidió." "Perfecto." Ambos salieron del edificio y caminaron hacia el auto. Se dirigieron en dirección al Palace, y luego al área VIP del restaurante. Allí se encontraba un chico sentado, tenía el cabello castaño con luces doradas y ojos verdes, era una persona muy hermosa que atraía las miradas de muchos de los Alfas en el área—era un Omega. El Omega se encontraba mirando su celular, pero inmediatamente levantó la cabeza y miró en su dirección como si sintiera la pr
Jun llegó al Bar donde se encontraría con Mikhail. Había pasado por su apartamento a darse un baño primero, ya que quería refrescarse. Últimamente, no se sentía muy bien y pensó que un baño frío lo ayudaría a recargarse. El Bar no estaba tan repleto. Era un tanto bohemio y al aire libre, decorado con plantas y flores. Las mesas eran de madera antigua, la mayoría de los utensilios esparcidos por el lugar parecían ser vintage. Se veía muy artístico y supuso que debido a ello el Alfa había sugerido el lugar. Sentando en una mesa cerca de la barra se encontraba Mikhail leyendo el menú. Llevaba unos jeans, chaqueta negra y una camiseta rojo vino que resaltaba su piel. Se veía muy apuesto, atrayendo las miradas de muchos. "¿Encontraste algo de tu gusto?" Preguntó Jun cuando se acercó a su mesa. Mikhail sonrió ampliamente, y levantó su cara. "Así es," dijo mirándolo fijamente a los ojos. "¿Me—me puedo sentar?" Preguntó luego de unos segundos—sonrojado. Sabía que el comentario tenía dobl