Jun llegó al Bar donde se encontraría con Mikhail. Había pasado por su apartamento a darse un baño primero, ya que quería refrescarse. Últimamente, no se sentía muy bien y pensó que un baño frío lo ayudaría a recargarse. El Bar no estaba tan repleto. Era un tanto bohemio y al aire libre, decorado con plantas y flores. Las mesas eran de madera antigua, la mayoría de los utensilios esparcidos por el lugar parecían ser vintage. Se veía muy artístico y supuso que debido a ello el Alfa había sugerido el lugar. Sentando en una mesa cerca de la barra se encontraba Mikhail leyendo el menú. Llevaba unos jeans, chaqueta negra y una camiseta rojo vino que resaltaba su piel. Se veía muy apuesto, atrayendo las miradas de muchos. "¿Encontraste algo de tu gusto?" Preguntó Jun cuando se acercó a su mesa. Mikhail sonrió ampliamente, y levantó su cara. "Así es," dijo mirándolo fijamente a los ojos. "¿Me—me puedo sentar?" Preguntó luego de unos segundos—sonrojado. Sabía que el comentario tenía dobl
Al día siguiente Jun se despertó un tanto cansado. Tenía ojeras debajo de sus ojos y su cuerpo se sentía pesado.Sabía que tenía planes, así que trató de comer bien y ejercitarse un poco para así ganar algo de energía. Y ciertamente lo había ayudado, y pudo ocultar su cansancio un poco. Se dirigió hacia el parque donde se había encontrado con Mikhail aquel día. Habían quedado en que se verían en el mismo lugar y Jun no se quejó, le encantaba la vista.Se acomodó en una banqueta, sacó sus utensilios de pintura y colocó el caballete en su lugar. A pesar de que su cuerpo estaba un poco débil, quería dedicarle tiempo a una elaborada pintura.Aún no podía entender cómo pudo olvidar o no extrañar los pinceles durante tantos días. Su cabeza solo estaba repleta de Brendan y eso no era saludable.Hizo un sencillo bosquejo a lápiz para luego agregar los detalles con la pintura. Agregó algunos colores para tratar de plasmar en su lienzo la imagen que tenía enfrente—se giró inmediatamente después
La mañana llegó rápidamente y Jun se despertó un tanto despistado. Estaba solo en la cama y se dio cuenta que Brendan nunca llegó a la habitación. Se levantó y se dirigió al baño para así refrescarse y empezar un nuevo día. Se sentía extremadamente cansado y su cuerpo estaba adolorido. Al vestirse y salir, se encontró con Kevin quien estaba revisando su celular y levantó la cabeza al verlo. "Buenos días," dijo Jun mirando su alrededor. "El señor Russeau llegó muy tarde y solo vino a cambiarse. Salió nuevamente hace media hora," dijo Kevin apenado. "Ya veo," Jun caminó frunciendo el ceño y se tambaleó debido al dolor que sintió al moverse. "¿Se siente bien?" Preguntó Kevin preocupado. "Si, estoy bien. Solo es un malestar estomacal." Kevin aceptó su respuesta y se dirigió junto con él a la salida, pero siempre se mantuvo cerca. Se dirigieron a la empresa por el camino usual. Al llegar a la recepción pudo ver algunos compañeros mirándolo de forma extraña y otros se reían. Al p
Brendan estaba irritado.Todos sus empleados trataban de evitarlo desde el día anterior por temor a enojarlo. Miró a Kevin quien estaba hablando con un miembro del equipo y luego continuó revisando algunos documentos de trabajo que tenía abiertos en su iPad.Kevin se acercó a él después de terminar su plática, y se colocó a algunos metros de distancia.Continuó trabajando hasta que llegaron las seis de la tarde, y su paciencia se había agotado—estaba inquieto y malhumorado. Su cuerpo necesitaba relajarse, sentía una necesidad que llegaba al punto de ser insoportable.Miró su reloj y se dió cuenta de que era Luna Llena. Era normal que su comportamiento cambiara cuando llegaba la fecha debido a su celo, pero era extraño ya que normalmente podía controlarlo sin problemas. La inquietud que sentía era desbordante y empezó a sentir como sus feromonas se esparcían.Necesitaba acostarse con alguien y la primera persona que vino a su mente fue Jun. Sin embargo, sabía que solo las feromonas de
El sol reflejaba las sombras de los altos pinos, mientras que las flores y los cerezos florecían hermosamente. Jun se había escabullido de sus padres y se encontraba en la parte trasera de la mansión. Era un lugar donde apilaban las pertenencias que consideraban inservibles. Había un piano y muebles distribuidos por el lugar, al igual que lámparas y otros objetos de valor. Jun se sentó en el amplio ventanal con un cuaderno y lápiz en sus manos. Ni siquiera su nana sabía exactamente donde estaba, y se sentía feliz ya que Martha sabía que se escondía en algún lugar de la propiedad para dibujar y aún así guardaba su secreto. Observó el panorama y empezó a pintar lo que veía, sin prestar atención a sus alrededores. Su libreta estaba casi completa y pensó que debía decirle a su nana que le comprara otra. "Que bonito dibujo," Dijo una voz varonil y amigable detrás de él. Se giró rápidamente con una sonrisa en su cara al reconocerla. "¡Tío Edward!" Gritó y se lanzó hacia él. "Hey," E
Ambos se encontraban en la Sala Dorada, mientras Ambrose observaba el menú con una leve sonrisa. "La comida de aquí tiene buena reputación. Creo que lo único que le faltaría al edifico, sería un bar." Lo miró entusiasmado. "¿Qué opinas?" "Bueno, creo que debería hablarlo con Bren—el Señor Russeau, quizás lo escuche. Es una buena idea," Ambrose se rió. "¿Tú crees?" "Por supuesto, tener una gran variedad de tragos mientras tiene sus reuniones en un ambiente acogedor, suena como una buena idea." Jun así lo creía genuinamente, pero sabía que quizás muchos solo pensaban que estaba tratando de ganarse su favor. Lo podía sentir debido a las miradas que le lanzaban algunos, los cuales estaban muy pendientes de su conversación. En el área no habían bares cerca donde los trabajadores pudieran pasar un buen rato y tomarse un trago. Además, había un área vacía y sería la ubicación perfecta para un proyecto como ese. "Me agradas," Ambrose llamó a uno de los camareros y ordenó una hamburgues
Brendan estaba concentrado revisando algunos documentos en su oficina como de costumbre.Ese viernes tenía una reunión de último minuto con Jonathan Fiore. Tenía algunas inquietudes debido a unos reportes que le fueron entregados. Sin embargo, no estaba feliz de ir a verlo ya que no soportaba al engreído Alfa ni a su familia. Ernesto Fiore, era una basura que se creía intocable debido a que tenía conexiones en el gobierno y su esposa era conocida por lo vengativa y clasista que era.Para agregar a su irritación, tenía varios días sin ver a Jun ya que estaba con Ambrose recorriendo la ciudad y pensó que quizás debió negarse a su petición."Kevin, ¿alguna noticia de Am?""No. El Señor Junne y el Señor Ambrose salieron temprano esta mañana pero los chicos reportaron que no ha pasado nada fuera de lo ordinario.""¿Qué hay de mi padre?""Su padre ya dió la orden de llevarlo de regreso.""Me lo imaginaba." Brendan sonrió cínicamente. "¿Am ya lo sabe?""No, aún no.""...Bien. Se lo diré esta
Brendan llegó a su condominio y le pasó su chaqueta y maletín al ama de llaves quien lo esperaba en la entrada."¿Dónde están?" Preguntó."Se encuentran en la sala de estar comiendo algunos bocadillos."Brendan se dirigió al lugar y abrió la puerta sin anunciarse. Jun se encontraba con el pecho al descubierto mientras Ambrose forcejeaba al tratar de ponerle una llamativa camisa que tenía en sus manos."Espere—"Tsk. "Te verás bien, ya deja de retorcerte." Dijo Ambrose chasqueando su lengua, pero en un tono juguetón.Ninguno se había dado cuenta que Brendan había entrado a la sala."¿Que están haciendo?" Jun se exaltó al escuchar su voz y Brendan luchó para no reírse— le gustaba ver su reacción ante su presencia. Jun trató de taparse y Brendan pensó que era ridículo ya que parecía olvidar que lo había visto todo. "Iré un momento al baño." Logró decir al soltarse del agarre de Ambrose, sorprendido ante la gran fuerza que poseía.Brendan lo observó mientras se escurría rápidamente fuer