El sol reflejaba las sombras de los altos pinos, mientras que las flores y los cerezos florecían hermosamente. Jun se había escabullido de sus padres y se encontraba en la parte trasera de la mansión. Era un lugar donde apilaban las pertenencias que consideraban inservibles. Había un piano y muebles distribuidos por el lugar, al igual que lámparas y otros objetos de valor. Jun se sentó en el amplio ventanal con un cuaderno y lápiz en sus manos. Ni siquiera su nana sabía exactamente donde estaba, y se sentía feliz ya que Martha sabía que se escondía en algún lugar de la propiedad para dibujar y aún así guardaba su secreto. Observó el panorama y empezó a pintar lo que veía, sin prestar atención a sus alrededores. Su libreta estaba casi completa y pensó que debía decirle a su nana que le comprara otra. "Que bonito dibujo," Dijo una voz varonil y amigable detrás de él. Se giró rápidamente con una sonrisa en su cara al reconocerla. "¡Tío Edward!" Gritó y se lanzó hacia él. "Hey," E
Ambos se encontraban en la Sala Dorada, mientras Ambrose observaba el menú con una leve sonrisa. "La comida de aquí tiene buena reputación. Creo que lo único que le faltaría al edifico, sería un bar." Lo miró entusiasmado. "¿Qué opinas?" "Bueno, creo que debería hablarlo con Bren—el Señor Russeau, quizás lo escuche. Es una buena idea," Ambrose se rió. "¿Tú crees?" "Por supuesto, tener una gran variedad de tragos mientras tiene sus reuniones en un ambiente acogedor, suena como una buena idea." Jun así lo creía genuinamente, pero sabía que quizás muchos solo pensaban que estaba tratando de ganarse su favor. Lo podía sentir debido a las miradas que le lanzaban algunos, los cuales estaban muy pendientes de su conversación. En el área no habían bares cerca donde los trabajadores pudieran pasar un buen rato y tomarse un trago. Además, había un área vacía y sería la ubicación perfecta para un proyecto como ese. "Me agradas," Ambrose llamó a uno de los camareros y ordenó una hamburgues
Brendan estaba concentrado revisando algunos documentos en su oficina como de costumbre.Ese viernes tenía una reunión de último minuto con Jonathan Fiore. Tenía algunas inquietudes debido a unos reportes que le fueron entregados. Sin embargo, no estaba feliz de ir a verlo ya que no soportaba al engreído Alfa ni a su familia. Ernesto Fiore, era una basura que se creía intocable debido a que tenía conexiones en el gobierno y su esposa era conocida por lo vengativa y clasista que era.Para agregar a su irritación, tenía varios días sin ver a Jun ya que estaba con Ambrose recorriendo la ciudad y pensó que quizás debió negarse a su petición."Kevin, ¿alguna noticia de Am?""No. El Señor Junne y el Señor Ambrose salieron temprano esta mañana pero los chicos reportaron que no ha pasado nada fuera de lo ordinario.""¿Qué hay de mi padre?""Su padre ya dió la orden de llevarlo de regreso.""Me lo imaginaba." Brendan sonrió cínicamente. "¿Am ya lo sabe?""No, aún no.""...Bien. Se lo diré esta
Brendan llegó a su condominio y le pasó su chaqueta y maletín al ama de llaves quien lo esperaba en la entrada."¿Dónde están?" Preguntó."Se encuentran en la sala de estar comiendo algunos bocadillos."Brendan se dirigió al lugar y abrió la puerta sin anunciarse. Jun se encontraba con el pecho al descubierto mientras Ambrose forcejeaba al tratar de ponerle una llamativa camisa que tenía en sus manos."Espere—"Tsk. "Te verás bien, ya deja de retorcerte." Dijo Ambrose chasqueando su lengua, pero en un tono juguetón.Ninguno se había dado cuenta que Brendan había entrado a la sala."¿Que están haciendo?" Jun se exaltó al escuchar su voz y Brendan luchó para no reírse— le gustaba ver su reacción ante su presencia. Jun trató de taparse y Brendan pensó que era ridículo ya que parecía olvidar que lo había visto todo. "Iré un momento al baño." Logró decir al soltarse del agarre de Ambrose, sorprendido ante la gran fuerza que poseía.Brendan lo observó mientras se escurría rápidamente fuer
En la habitación se escuchaban los gemidos de Jun y el vulgar sonido de sus cuerpos chocando. El reloj en la pared marcaba las dos de la mañana y parecía que no pararían por un largo tiempo."Ahh.. . ungh."Brendan tiró de Jun y lo colocó en una posición más accesible, llevando sus rodillas cerca de sus hombros para así llegar más profundo. Se acercó a su rostro y le dió un esquísito beso con lengua. Jun estaba mareado, actuaba como si estuviera ebrio y su estómago le cosquilleaba. Su mente no lograba enfocarse y solo sentía el gran placer que el Alfa le brindaba."Hmmm.. . M... Más—ah,"Brendan aceleró sus movimientos como si estuviera obedeciendo una orden. Con los brazos apoyados del espaldar de la cama, empezó a darle estocadas sin pausa, y Jun solo podía emitir quejidos, incapaz de formar una palabra. Sus sollozos se escuchaban claramente y Brendan sabía que lo más probable era que se escuchaban incluso desde fuera. Jun llegó al clímax con fuerza, su cuerpo se agitaba violenta
Jun se dirigió al Lunare en uno de los tantos autos que poseía Brendan. Al llegar, el lugar estaba repleto como de costumbre. Fuera del edificio se encontraban camarógrafos, probablemente tratando de tomar fotos incriminando alguna persona famosa, pero no se les permitía la entrada.Kevin estaba detrás de él mientras ambos intentaban pasar por la gran multitud y llegar a donde se encontraba Brendan. Jun ignoró algunas de las miradas que recibía y siempre mantuvo su cara al frente."Hey… ." Se acercó un hombre y agarró su antebrazo. "¿Quieres bailar conmigo?" Preguntó con una sonrisa presumida.Jun no pudo responder o negarse, ya que en segundos Kevin se encontraba frente a él y sostenía la muñeca del hombre fuertemente, haciendo que se retorciera."¡Oye! ¡¿Cómo te atreves—?!""Si no quieres que rompa tu mano será mejor que te alejes."Lo miró con una expresión escalofriante."S-si, lo siento."Kevin lo soltó y el hombre se retiró rápidamente sin mirar atrás. Jun estaba un tanto sorpre
"Brendan,"Evandro pronunció su nombre con una voz suave y un tanto afeminada, interrumpiendo la conversación. Brendan se veía algo irritado ante la visita inesperada.Jun pensó en lo diferente que era el tono de su voz en ese momento, comparada con lo chillona que era minutos anteriores."Necesito hablar contigo." Dijo el Omega tímidamente.A pesar de que muchos quizás pensaban que era parte de una actuación, Jun creía que Evandro genuinamente se alegraba de ver a Brendan—se notaba en su mirada—sin embargo, el Alfa solo lo observaba indiferente.Debido a las reacciones de muchos, era evidente que la mayoría lo reconocía. Evandro se veía un poco diferente, Jun no podía descifrar que era lo que había cambiado, pero parecía que había perdido un poco de peso y su cabello estaba más largo.Después de aquel incidente nunca más lo volvió a ver y se preguntó cómo era posible, ya que frecuentaban los mismos círculos debido a su trabajo—pero al mismo tiempo estaba agradecido.Brendan miró a Sa
Jun se despertó al sentirse incómodo. Era domingo y recordó que aún se encontraba en una de las habitaciones del Lunare. Miró a su alrededor y frunció el ceño al percatarse de que Brendan no estaba allí.Su cuerpo estaba débil y adolorido—apenas pudo pararse de la cama. Recordó lo frenético y lascivo que se había comportado, y se sintió avergonzado.Al pararse de la cama sintió como el semen le recorría los muslos y se estremeció. Se dirigió al baño, contento de que el lugar estaba un tanto limpio y se miró en el espejo—su cuello y pecho estaban llenos de moretones y mordidas y sus ojos estaban hinchados."Ughh..."Se cubrió la cara y soltó un quejido ante lo vergonzoso que se sentía debido a su comportamiento, y también pensó en lo humillante que se sentía al ser prácticamente tirado en la habitación de un club nocturno.Abrió la ducha e inició su ritual de limpieza de costumbre, uno que había aprendido luego de empezar a tener relaciones con el Alfa. Sacó todo residuo dentro de él y