Brook
No puedo creer que realmente regresara, ella, la mujer que no ha salido de mi mente por tantos años. Ahora no solo está de pie frente a mí, sino que viene acompañada de dos niñas y acaba de afirmar que se quedará aquí, no sé si me enfurece más que regresará o que odie pensar que esas niñas son de otro.
¡No puedo creerlo!
No es buena idea tenerla cerca, no cuando está m*****a sensación de calor dentro de mi pecho comienza a arder una vez más. Ni siquiera recuerdo bien aquella tarde, tenía veinte años y estaba atravesando el celo.
Mis padres me encerraron en aquel sótano para que no cometiera el error de dormir con alguna loba que no fuera la que ellos escogieron para mí. Mis ojos se mueven hasta la mujer rabiosa a mi lado, sus dientes están marcando firmemente su labio inferior y ni siquiera puedo decir que me preocupe de que se haga daño. No soporto a Ivette, nunca lo he hecho, pero no tengo de otra.
Mi mirada va de regreso a las niñas asustadas que se ocultan detrás de Brittany. No es la misma chica de hace años. Su cuerpo ha madurado, su cintura sigue siendo igual de delicada que cuando era más joven, pero todo en su cuerpo ha crecido.
El redondeado rostro de labios carnosos y ojos cafés están firmes en los mios, su mandíbula tensa me deja saber que está dispuesta a todos para quedarse aquí y es justamente eso lo que me asusta. Ella es la deshonra del pueblo, el secreto a gritos más sucio de mi antiguo suegro y es humana, una simple humana.
—Lanna, lleva sus maletas a la habitación del fondo, al final del pasillo.
—¿La del fondo en el primer piso? — Su voz es una melodía que mueve demasiados recuerdos — ¿Por qué razón?, no soy una empleada.
—Esta es mi casa perra, no voy a permitir que duermas en…
—Parece que no estás entiendo Ivette — sus manos tiemblan, pero da un paso adelante, aún más cerca de mí esposa — no soy más una niña tonta, no soy más esa chica a la que golpeadas y abusabas — busca algo en su bolsa — nuestro padre, esa escoria de hombre me dejó también a mi parte de todo, me dió mi lugar y soy tu hermana mayor según la ley de la manada yo puedo…
—¡Está no es tu manada! ¡Eres humana! ¡Una defectuosa y estúpida humana!
—¡Mi padre sigue siendo el mismo que el tuyo!
Grita ella en respuesta y mis ojos van a las niñas que se abrazan asustadas. Miro a las dos mujeres que parecen olvidar que no están solas en esta habitación y hago lo único que puedo hacer por ahora.
—Basta, Ibette, vete al jardín — miro a la mujer visiblemente enojada frente a mí — escoge la habitación que quieras, haz lo que te dé la m*****a gana, pero mantente callada — miro a mi esposa — advierte a tu madre también, no quiero gritos o discusiones en mi casa.
Salgo de ahí tan rápido como soy capaz, mi instinto me dice que de la m*****a vuelta y entierre mi nariz en el cabello de ella, pero eso es una tontería.Solo dormí con ella porque estaba en celo, me arrepentí en el mismo instante en que abrí los ojos y reconocí su rostro. El recuerdo de ese momento hace que mi cuerpo se despierte de una manera para nada inocente.
El olor de su deseo reaparece en mi memoria y mi pecho se encoge cuando recuerdo lo que dije, la forma en que la traté y la manera tan brusca en qué le advertí que debía olvidarlo todo.
¿Pude olvidarlo yo?
No, nunca salió de mi mente ese recuerdo. Un año después de que se marchara mis padres decidieron arreglar mi matrimonio así que comencé a tener citas con Ivette y mientras más la conocía menos me agradaba.
No la soportaba, odiaba tener que pasar tiempo con ella y sus ínfulas de princesa me hartaban así que cuando no soportaba más su estúpida presencia corría hacia el bosque, dormí en las malditas sábanas de ese sótano hasta que el olor de su presencia desapareció y pensé que estaría bien si no volvía.
Esa historia romántica de que un lobo encuentra a su mate y nada puede impedirle estar juntos es justamente eso. Una historia tonta y ficticia. En la actualidad, en nuestro mundo. Es necesario pensar más en las alianzas, los intereses y todos los que influya en el bien de la manada antes de tus sentimientos. La familia es lo principal, tus padres escogen a la mujer que llevará a tus hijos, tú casta representa la base de todo.
El aire frío del invierno golpea mi rostro, miro la ciudad que domino más allá en la colina y siento que cada día tiene menos sentido este poder. No quería ser la próxima alfa, no lo desee jamás, aunque tampoco tuve la posibilidad de desear alguna cosa.
Mi padre era la mano derecha del antiguo alfa, mi madre la mejor amiga de su esposa y cuando nací mi destino estaba escrito. Muchas veces desee tanto haberme ido de aquí, acabar con todo. Terminar está m*****a historia en la que debo soportar a una mujer frívola y maliciosa junto a su madre que es aún peor.
Me doy la vuelta para mirar a la casa donde he estado viviendo estos últimos años, las paredes pintorescas que esconden la farsa que es realmente mi vida hace que la rabia se mueve dentro de mí casi tanto como este sentimiento de necesidad.
¿Por qué volvió?
Pensé que no regresaría a reclamar lo que mi suegro dejó porque después de su muerte ni siquiera quería recibir a los abogados. Pensé que no verdaderamente no volvería a verla porque sé que este lugar fué un infierno para ella, mi mujer y sus amigas se encargaron de ello y aunque, pero nunca fué mi problema o nadie interfirió todos lo sabían.
Nunca tuve algún contacto con ella porque mi familia se encargo de mantenerme alejado de la vergüenza del pueblo, la hija bastarda de nuestro alfa, además, tuve mis propios problemas en aquella época. Cierro los ojos en un momento volviendo a los recuerdos. En esa noche, ese maldito momento arruinó todo y sé que ella es mí mate.
No necesito ser muy listo para adivinar que es esta sensación bajo mi pecho, pero no puedo hacer nada por ello. No sin arruinarlo todo, sin perder todo lo que conseguí estos años y lo último que quiero en mi vida es hacer que todo lo que he soportado se vaya al drenaje por una simple conexión.
¿Ella es mi luna?
No importa, tiengo un montón de motivos para no ceder. Ella es humana, tiene dos hijas que no quiero pensar con quien las concibió y a pesar de todo eso es la m*****a bastarda del antiguo alfa, la mujer más odiada de todo el lugar. No tiene nada a su favor, ella no es para mí digan lo que digan mis instintos, así que solo necesito ser fuerte alejarme de ella y dejarle bien claro que nunca debe hablar de lo que sucedió entre los dos mí error.
Regreso a casa cuando me siento más calmado, subo las escaleras hasta mi estudio y ni siquiera me he sentado en mi silla cuando Ivette entra para gritarme otro de sus estúpidos caprichos.
—¡No puedes dejar que se quede! ¡Ella no!
—No fuí yo quien le pidió regresar, fue la última voluntad de tu padre — le respondo — no hay nada que podamos hacer, así que déjame en paz.
—¡No voy a permitir esto, Brook! ¡Sirve para algo!
¿Qué sirva para algo?
Esta es la parte que más odio de ella, su estúpida idea de que el mundo gira a su alrededor.
—¡Vete de mi m*****a oficina! ¡Corre a molestar a alguien más Ivette, hoy no estoy de humor para tus estupideces!
BrittanyEscucho los gritos de mi hermana desde la habitación, llevo una mano a mi pecho que sigue latiendo cómo loco por el recuento que acabo de tener y caigo sobre la cama mientras observo a mis hijas sin mirarlas en realidad.Estaba tan asustada, tan preocupada de que él notara la similitud en sus ojos que incluso olvide por un segundo que a él lo último que le importa en este mundo soy yo, pero ni siquiera las miró, eso también me dolió, alivio un poco mi preocupación, pero de igual manera fue hiriente.No he dormido con nadie más, no me he dado la oportunidad de seguir adelante porque mi maldito corazón estaba demasiado herido, pero creí seriamente que tendría la capacidad de evitar estos sentimientos si lo volvía a encontrar, ver cómo me trató con la misma frialdad que aquel día me hizo casi perder la compostura.Por otro lado, mi hermana es un problema, pude ver qué es aún más maldita que hace años y aunque ya no soy una niña tonta o sin ningún derecho de tocar a la preciosísim
Brook —Cómo puedes permitir que esa mujer viva en tu casa, eso es imperdonable que pensaran los miembros de la manada — mi madre camina de un lado a otro de la habitación — tienes que sacarla de tu casa, además venir con un par de bastardas, es el colmo del descaro ¡esa mujer es simplemente inaceptable! Hago un puño mis manos mientras veo a mi madre despotricar sobre una mujer que está sin que pueda negarlo aferrada bajo mi piel. Mi padre que no ha dicho una sola palabra desde que llegué se pone en pie para encender uno de esos desagradables puros que fuma. —El alfa de la manada, mi hijo, no puede permitir que una simple humana, producto de una relación ilícita del antiguo alfa viva bajo su techo, debe expulsarla de la manada. —No tengo la forma — les digo — fue una voluntad del antiguo alfa, si la echo de aquí cualquiera en esta manada puede intentar ser el alfa — los miro — todos los que podrían intentarlo son mis amigos y no pienso matar a nadie, no por seguir siendo el alfa. —
Brittany La puerta de mi habitación se abre de golpe, dejo las cosas de mi hija sobre la cama y aunque sabía que este momento llegaría nunca pensé que sería tan pronto.La mujer con un vestido negro que casi roza el suelo, incrustado en diminutos adornos dorados, es la viva imagen de la opulencia. Su rostro sigue siendo igual de frívolo. La mirada de rabia que me envía sigue siendo como hace años, pero esta vez no solo voy a esconderme. —Necesita tocar la puerta antes de entrar — le digo — señora… Ella avanza hasta mí para tomarme del brazo, la esquivo tratando de impedir que lo haga y sus dientes se muestran. Me señala con un dedo un momento después, la furia sigue aumentando en su rostro mientras trato de mantenerme firme. —Esta es mi casa y puedo entrar a donde quiera sin tocar la puerta. —Esta también es mi casa ahora — le digo — esta es mi habitación y tú no puedes entrar, ni siquiera debería estar aquí. —Tú eres la que no deberías estar aquí — me grita — esta es una casa de
Brook —Qué haces hablando con esa m*****a zorra. La voz de Ivette viene acompañada de un fuerte portazo. Miro la mano con la que estuve sujetando a Brittany por un momento más y es entonces cuando me doy cuenta de que necesito aclararlo todo. —¡Te estoy hablando m*****a sea! — grita mi esposa tomándome del brazo — te advertí que te mantuvieras lejos de… —Déjame en paz Ivette, métete en tus asuntos, m*****a sea y no tienes derecho a prohibirme nada. —¡Tengo todo el derecho, soy tu mujer! La miro cabreado, odio que diga algo como eso siempre que quiere alguna cosa, yo no pedí esto, no deseaba que fuera mi esposa y definitivamente le he dejado bien claro que esta relación es todo menos verdadera. —–Eres mi mujer porque así lo arreglaron nuestros padres, tenemos un acuerdo y estas cruzando la linea. —¿Cruzando la linea?, ¡Cruzando la ninea! — se indigna — dejas que esa zorra regrese, la dejas tomar una habitación junto a la nuestra y ahora te encuentro hablándole, no me estoy pasan
Brittany Después de subir a mi habitación e intentar calmarme me doy cuenta de que la casa está demasiado limpia como para no haber estado atendida en años. Me recuerdo averiguar más sobre eso en los próximos días y le pido a mis hijas subir al auto para ir a visitar al único amigo que alguna vez tuve en esta ciudad. Paso silenciosamente alrededor del vecindario más apartado de la ciudad. En las manadas existen jerarquías, en realidad es una costumbre arcaica que al menos en donde solía vivir no se llevaba al pie de la letra, pero en Midnight village es distinto. Las familias fundadoras de este lugar heredaron sus rangos de generación en generación y esa es la razón de que mi hermana y Brook sean una pareja. Existen cuatro familias fundadoras, los Browns, los Ehrlich, los Anderson y la de mi padre los Kends. La primera perra alfa se casó con la hija de los Browns. La primera jerarquía nació y mientras los años pasaban cada descendiente pertenecía a una u otra familia. No importa si
BrookMiro la hora en mi teléfono antes de revisar los demás papeles, escucho los tacones de Ivette incluso antes de que la puerta se abra. El fastidio más absoluto me llena cuando mi esposa camina casi desnuda hasta mi escritorio.No alzo la vista de los documentos, no me interesa lo que malditamente haga, ella no me interesa y menos después de besar a Brittany. Niego para mis adentros cuando pienso en la emoción que eso causa. Es una locura, un problema que no estoy dispuesto a cargar sobre mi espalda. La mano de Ivette se coloca sobre mi pierna, llevo la vista hasta ella y mis dientes se extienden con furia.—Brook, creo que deberíamos hablar nosotros…—Qué demonios estás haciendo Ivette — alejo su mano de mí —¿Qué haces en mi oficina?Ella luce molesta por un segundo, luego se cruza de brazos y me mira con esa falsa dulzura que podría engañar a cualquiera menos a mí. Se inclina un poco más sobre mi escritorio logrando que su molesto perfume se clave en mis fosas nasales.—–Creo qu
BrittanyEstoy muy molesta, estoy tan molesta que ni siquiera me doy cuenta de que he asustado a mis hijas. Corro hasta ellas abrazándolas sintiéndome culpable. Paso una mano por sus cabellos antes de besarlas.—No me gusta aquí mamá — susurra Judith aferrándose a mis brazos — ese hombre es malo, todos aquí son malos.Odio esto, odio la impotencia que causa en mí no poder hacer nada y sobre todo me fastidia que no pueda hacer mucho más para solucionarlo. El día que me fui de aquí juré que jamás volvería. En el momento que descubrí que estaba embarazada, cuando asumí la responsabilidad por ellas, me juré que jamás las dejaría sentirse así. Trabajé prácticamente hasta el día del parto. Ahorré cada centavo hasta ese día y aunque tuve que aplazar mi universidad por dos años lo conseguí.Las cuidé, las protegí todo lo que pude e incluso soporte a ese estúpido sujeto que no dejaba de acosarme solo para mantenerla lejos de esta podredumbre, de este pueblo, de prejuiciosos y arcaicas normas q
BrookMiro a la mujer que camina lejos de mí con una mezcla de furia, rabia y dolor que ni siquiera puedo controlar. Mis intentos dicen que corra tras ella, mis deseos suplican que la bese una vez más y le exija alejarse de cualquier otro lobo en este lugar, pero sentido común, mi deber con mi familia me mantienen clavado en medio del bosque resistiendo el dolor que me hace tensar los dientes.Pensé que ella no lo sabía, creí que no podía sentir que era mi luna, pero al parecer es consciente de ello y ahora me está haciendo a mí saberlo también. Estoy seguro de que sabe cómo voy a sentirme ahora. Pateo algunas de las hojas secas sobre el suelo mientras el aroma de su sangre llena mi nariz. Gruño sintiendo mis dientes extenderse con la necesidad inminente de morderla y caigo de rodillas en el suelo.Mis garras se clavan en la tierra bajo las hojas secas cuando sujeto el puñado donde la sangre de Brittany mantiene su olor demasiado fuerte. Ella fue inteligente, estaba lejos de casa, cor