BrookEl malnacido de Cristofer me arrastra fuera de la habitación mientras veo a Brittany en la cama siendo socorrida por las enfermeras. Mis ojos pasan rápidamente por las niñas algo asustadas que corren hasta su mamá.Mis hijas son mis jodidas hijas, forcejeo con Cristofer para soltarme, pero el maldito es lo suficientemente fuerte como para arrastrarme con él hacia la sala de fumadores. Lo empujo con fuerzas una vez estamos dentro. Cristofer muestra sus dientes antes de tratar de sujetarme una vez más.—Maldito, quien crees que eres para sacarme así de la habitación — gruño — quien mierda eres para meterte en medio de Brittany y yo — muestro mis propios dientes — ¡Esto es asunto solo de nosotros dos!—No, no lo es desde que tuve que traer a Brittany aquí — señal a su alrededor — porque tu manda de mierda casi la deja morir.—No fui yo quien dio esa orden, pero ese no es el asunto aquí — niego — lárgate, joder.—No voy a dejar a Brittany sola, mírate — me reprocha — tus ojos están
BrittanyMe despierto asustada, mis ojos enfocan la habitación del hospital donde sigo y veo los dos pequeños cachorros dormidos a mi lado sobre la cama, el miedo que sigue en mis pensamientos se hace más fuerte. Coloco una mano en uno de los pequeños cachorros de color gris y siento las lágrimas correr por mis ojos al pensar en lo peligroso que es todo esto.En lo imposible que se me hace salvarlas ahora, no tengo donde ir, estoy de manos atadas ahora mismo y si Brook no se aparta de mí probablemente todo será peor. Ivette puede partirme en dos con solo la mitad de su fuerza. Su suegra está de su lado y eso solo hace más fácil que pueda hacerme daño.—¿Estás bien?Doy un pequeño jadeo antes de voltearme a la izquierda, Cristofer está ahí, en una de las sillas en una postura bastante rara, se incorpora moviendo el cuello para estirarse. Sus ojos van a los cachorros junto a mí en la cama.—Supongo que aún no pueden controlar el cambio del todo — suspira — Johnny también suele cambiar m
Brook Soy obligado a salir de la sala de hospital a pesar de que me resisto, camino hasta el jardín delantero del hospital y siento la furia atravesar mis venas. Miro a los humanos que caminan tranquilamente a mi alrededor. ¿Cómo pudo rechazar mi oferta? Pasé toda la noche pensando en que hacer, he tratado de asimilar durante toda la noche que tengo dos niñas. Dos pequeñas niñas que… Dios mío son un amor. Me dejo caer en uno de los bancos del jardín, paso una mano por mi cabeza tratando de controlar los intentos que afloran bajo mi piel antes de que me dé cuenta y quiero volver ahí arriba con mi… Mi… Mi familia. Quiero cuidarlas y preguntarles que ha sido de ellas todos estos años, demonios quiero cuidarlas para que ningún lobo se acerque a ellas y a Brittany. Miro hasta el hospital tratando de quedarme en mi lugar para no correr hacia esa habitación y tratar de convencerla de quedarse conmigo como una… Familia. Porque ella es mi familia, mi luna, la mujer que me ha dado dos niña
Brittany—Cris, de verdad no necesitas hacer esto — intento convencerlo de que estaré bien una vez más — Ya has hecho demasiado por mí.Mi amigo niega, toma la pequeña bolsa con ropa que también compro para mis hijas y yo antes de ayudarme a caminar hacia la entrada de la habitación donde estuve hasta hoy. Mis hijas toman las manos de su sobrino para llevarlos con nosotros hasta la salida del hospital. Le pido a Cristofer esperar un momento para pagar la factura, pero la enfermera tras el mostrador me dice que ya está hecho.Frunzo el ceño volviendo hasta donde Cris, un tanto enfadada, no quiero que paguen mis cuentas, puedo hacer al menos eso y se lo deje bien claro, así que debo regañarlo.—¿Por qué pagaste la cuenta? — lo miro — dije que lo haría yo, ya me compraste ropa y no aceptaste que te devolviera el dinero, estoy molesta Cris.—No pagué tu cuenta Britt.—No me mientas Cris, somos amigos, pero no me gustan las mentiras.—Te juro que no lo hice — me dice — probablemente Brook
BrookEscucho un auto acercarse a la propiedad, dejo el alcohol que he estado bebiendo sobre la mesa de mi oficina y mis ojos reconocen la camioneta negra de ese idiota que está con Brittany. Mis nublados sentidos se mueven una vez más hasta mi escritorio para tomar la botella de alcohol antes de bajar para echarlo de mi puta propiedad.Me encuentro con mi mujer al salir de la oficina, mi molestia crece al ver que ella está definitivamente rompiendo mis reglas, le prohibí salir de su habitación, pero al parecer en esta casa todo el mundo hace lo que le parece y no me importa, tengo cosas más importantes en que pensar cómo Ivette o su indisciplina.—¿Sigues bebiendo? — dice haciendo una mueca — ¿Desde ayer?—Vete al demonio Ivette, no te metas en mi vida. ´Respondo antes de emprender una vez más el camino hasta la entrada, llego al final de la escalera con rapidez, mi molesta mujer también ha decidido seguirme así que simplemente la ignoro.—Señor, usted no puede estar aquí, esta es…
Brittany Me despierto con el ligero olor de la comida recién hecha, me siento un poco confundida cuando veo el techo de color caoba de la habitación de mi madre. El dolor en mi muñeca me recuerda una vez más. Intento salir de la cama como soy capaz, pero me toma más tiempo del que debería. Camino hacia el baño, me doy una ducha cuidando de no mojar los vendajes en mi brazo. Me siento asustada de mirarme al espejo, mi rostro está ligeramente golpeado así que no quiero ni pensar en mi rostro. Me seco con todo el cuidado que soy capaz, pero el dolor en mi pecho es constante. Camino de regreso a la habitación después de cambiar la venda en mi torso, no tengo mucho para usar aquí, así que simplemente me coloco la camiseta que Cristofer compro para mí. No tengo muchas fuerzas para inclinarme, así que ni siquiera me coloco bragas, la camiseta es lo suficientemente larga y mi dolor es lo suficientemente intenso como para intentarlo. Bajo las escaleras con cuidado, escucho la voz de mis hij
DeclanDos semanas después.Miro a Ivette con rabia, ella ignora mi mirada mientras come un poco de su desayuno y siento que mis mañanas son cada día más miserables. Como puede estar tan calmada, como puede comer frente a mí y pretender que no está sucediendo nada.—¿Vas a comer o solo planeas dejarme viuda?Su irritante voz reverbera en mis oídos, pincho un trozo de mi filete y lo muerdo sin apartar mis ojos de ella. La veo carraspear, lleva esa camiseta que oculta la marca de mis garras en su piel que tanta ansia esconder. La marca del alfa, existen dos, la que le das a la mujer que será tu luna y la marca de la vergüenza.Es una ley anticuada, pero nada es anticuado en este lugar después de todo, según la ley debería llevarla a la ciudad y lanzarla a la calle usando únicamente una túnica. Se supone también que los demás lobos la repudiarían y la harían inclinarse frente a mí para pedir mi perdón, pero no pienso ser un monstruo como mis padres o todos estos cabrones.Sé que está ahí
BrittanyMiro a Cristofer apartarse de la cortina con una sonrisa en sus labios, toma su maletín con documentos y suspira mientras me cruzo de brazos antes de preguntar.—¿Está aquí?—Como todas las mañanas.Responde guiñandome un ojo, paso una mano por mi cabello tratando de contener una sonrisa que después de todo no puedo evitar. Han sido dos semanas, dos semanas en las que Brook viene a casa cada mañana y cree que no me he dado cuenta de que nos observa desde el porche trasero.—No puede seguir haciendo esto — le digo a Cris mientras bajamos las escaleras — si alguien lo ve…—Britt, hablamos de esto — me dice — deja que hablen y si me hubieses dejado ya habría hablado con Brook para que…—Eso solo empeora las cosas, olvídalo.Él suspira, su sobrino se acerca para despedirse una vez estamos en la sala y cierro la puerta después de mirar ligeramente hasta los arbustos donde cada mañana Brook se esconde. Debo admitir que me gusta tenerlo cerca, me hace sentir de algún modo segura a p