BrittanyMiro a Cristofer apartarse de la cortina con una sonrisa en sus labios, toma su maletín con documentos y suspira mientras me cruzo de brazos antes de preguntar.—¿Está aquí?—Como todas las mañanas.Responde guiñandome un ojo, paso una mano por mi cabello tratando de contener una sonrisa que después de todo no puedo evitar. Han sido dos semanas, dos semanas en las que Brook viene a casa cada mañana y cree que no me he dado cuenta de que nos observa desde el porche trasero.—No puede seguir haciendo esto — le digo a Cris mientras bajamos las escaleras — si alguien lo ve…—Britt, hablamos de esto — me dice — deja que hablen y si me hubieses dejado ya habría hablado con Brook para que…—Eso solo empeora las cosas, olvídalo.Él suspira, su sobrino se acerca para despedirse una vez estamos en la sala y cierro la puerta después de mirar ligeramente hasta los arbustos donde cada mañana Brook se esconde. Debo admitir que me gusta tenerlo cerca, me hace sentir de algún modo segura a p
BrookAunque sus palabras son negativas, la forma en que lo dice me hace más que obvio que no se siente segura de eso. No pensé que me atraparía, pero supongo que esto pasaría tarde o temprano, el placer de tenerla cerca una vez más solo hace que mis últimos días sean mucho más agradables.Deslizo mi boca hacia su garganta, entierro mi nariz en su cuello disfrutando de su esencia, queriendo fundirme completamente con ella antes de que deba volver a la realidad. La realidad en la que ella y yo no podemos estar juntos. Mis manos se mueven por el dulce cuerpo de Brittany, coloco mi mano en su vientre imaginando como se vio mientras llevaba a mis hijas en ella. Me siento miserable por no haber estado ahí, por no poder estar aquí ahora y por no tenerlas cerca tanto como me gustaría.—Brook… — jadea Brittany — Brook, nosotros…No la dejo terminar, beso su boca con más deseo, acaricio la silueta de su trasero mientras ella se aferra a mis hombros y sé que sus uñas se están clavando ahí, pero
BrittanyTermino de batir los huevos y los coloco en la sartén, mi pecho sigue latiendo como loco y puedo sentir el hormiguear de la barba incipiente de Brook aún sobre la piel de mi barbilla.Corto unos cuantos trozos de pan más para meterlos a la tostadora. Me sirvo una taza de café extra antes de poner a hacer más y me pregunto si me he vuelto loca por dejarlo quedarse. Se supone que debería expulsarlo, pero en lugar de eso no solo lo dejo besarme, sino que lo invito a desayunar.Camino hasta la puerta corredera con todas esas cosas en mi cabeza, mis ojos captan al inmenso lobo que salta en medio del césped algo crecido de mi patio trasero mientras tres pequeños cachorros lo rodean.Nunca podré hacer eso con mis hijas, cuando era pequeña rezaba todas las noches para poder cambiar, pero soy humana, así que después de los diez dejes de intentarlo. El tono canela de mis hijas es bastante similar al que solía tener mi padre en su forma de lobo.Eso me molesta, porque razón tienen que s
BrookPincho mi tocino mientras observo molesto al entrometido que ha aparecido a la cocina justamente en el momento menos indicado. Miro a Brittany que está demasiado ocupada cuidando a los niños como para prestarme atención.—¿Ya te convenció?Pregunta Cristofer antes de comer un poco de su desayuno.—Ese no es tu problema — gruño — porque regresaste.—Ese no es tu asunto.Dice con una sonrisa, cierro los ojos para no estrangularlo y Brittany carraspea antes de lanzarnos una mirada de disgusto a los dos. Como con rapidez para evitar decir algo más. El invitado no deseado se encarga de limpiar la boca de su sobrino antes de hablar una vez más.—Olvide unos documentos hoy — comenta — al parecer necesito la firma del alfa para derribar las casas en la zona baja de la ciudad.—¿Por qué quieres demoler las casas?Cuestiono frunciendo el ceño, aunque estoy realmente curioso, sé que él era algún tipo de ingeniero sibil o algo similar, pero no pensé que realmente fuera a construir nada. Nin
BrittanyDespués de que Brook y Cristofer salgan a la terraza me encargo de los niños con rapidez para acercarme a la puerta, sé que no es correcto escuchar conversaciones ajenas, pero esta conversación tiene mucho que ver conmigo. Me molesta escucharlos, discutir como si fueran ellos quienes tienen que tomar una decisión.Espero a que ambos terminen de discutirse y Brook pasa a mi lado dándome una mirada que me remueve más de lo que me gustaría admitir. Los veo acercarse a la puerta principal, pero no puedo contenerme, así que le doy una mirada a Cristofer para que se acerque.Un que Brook luce enfadado sube al auto de Cristofer, él se cruza de brazos con una sonrisa esperando saber por qué quiero hablar con él.—¿Sucede algo? — cuestiona — ¿Necesitas algo de la ciudad?—Necesito que dejes de meterte en mi vida — le respondo — Brook y yo tenemos que llegar a una solución, pero eso no es de tu incumbencia, así que mejor vete a casa.—¿Me estás echando? — dice frunciendo el ceño — ¿Por
BrookTrato de soportar el no ver a Brittany durante los últimos dos días, me entero de que enviará a las niñas a un colegió bastante nuevo de la ciudad y aunque me gustaría tener algo que ver con esa decisión, pero no puedo así que lo único que puedo hacer es controlar a la manada.Un toque en la puerta de la oficina me hace volver en mis pensamientos, mi secretaria se asoma con una sonrisa para saludarme.—Alfa, todos los demás miembros del consejo están en la sala de junta — me informa — también tengo unas palabras de su esposa para usted.—No me interesa, si vuelve a llamar simplemente cuelga.—Sí, señor.Respondo antes de rodear mi escritorio para ir con ella hasta la sala de juntas. El consejo es una especie de cenado en la manada, está formado por distintos miembros tanto adinerados como inversores y empresarios, hace un tiempo esto desagradaba a los miembros de las cuatro familias fundadoras, pero supongo que ahora lo han aceptado bastante bien.—Buenos días — digo entrando a
BrittanyLa llamada a la puerta me hace suspirar, dejo a mis hijas dibujando en la mesa de la cocina para ir a abrir la puerta y me digo silenciosamente que mandaré a Brook lejos si de verdad se atrevió a venir aquí después de lo que le dije.La silueta masculina que se dibuja detrás de la puerta de cristal me hace suspirar, abro la puerta un momento después y Cristofer está ahí, mirándome con cara de perro apaleado. Me cruzo de brazos antes de mirar el paquete de dulces en sus manos.—¿Qué haces aquí? — murmuro alzando una ceja — te dije que no quería verte.—Britt por favor, eres la única persona que soporto en este pueblo — empuja los dulces en mi dirección — ya no voy a meterme en tus asuntos, si no quieres cariño.—No me digas cariño — miro los dulces — ¿Son para mí?—No, son para las niñas — da un paso dentro de casa — vine a invitarlas a cenar.Veo a Cris sentarse en mi sala de estar, mis hijas notan su presencia y corren hasta él para saludarme. Camino en silencio hasta él. Mi
Brook Después de una insoportable noche de insomnio, agradezco tener que ir al trabajo, mis ojos se mueven rápidamente de la mujer que sigue dormida sobre mi cama y maldigo mis propias decisiones cuando mis instintos gritan que es simplemente desagradable dormir con la mujer que le hizo daño a mi luna. Me doy una ducha y salgo casi media hora después, me coloco una chaqueta por encima de una camisa blanca, unos vaqueros de color negro y estoy a punto de salir del cuarto cuando la molesta voz de Ivette me detiene en la puerta. —¿Vas a volver esta noche también?, o seguirás durmiendo en ese mugroso agujero hasta la madrugada como hiciste los últimos días. —Ese no es tu problema — gruño — más bien deberías decirme cuando es tu ciclo de calor — me doy la vuelta para mirarla — no quiero cometer el desagradable error de revolcarme contigo. —¿Error? — chilla tirando su antifaz de dormir con furia sobre las sábanas — soy tu mujer y dentro de un año u odies, tendrás que hacerme un hijo, m*