BrookMiro los papeles que ni siquiera me interesan realmente. Lo último que me interesa ahora son los gastos en madera y electricidad. Brittany no regreso a casa, dos malditos días han pasado ya y me obligué a mí mismo a venir aquí solo porque pensé que me volvería loco en casa.Mi madre llamó, mi padre me grito porque mi madre le contó todo lo que probablemente la madre de Ivette le chismorreó, pero es lo último que me importa. Mi verdadera preocupación ahora es Brittany, nadie más que ella.Golpeo la mesa mientras la rabia vuelve a nublar mis pensamientos, mi móvil suena una vez más y quiero golpear a cualquier persona que se atreva a molestarme. Tomo la llamada rezando para que no sea una estupidez.—Oficina del alfa — cierro los ojos ante lo molesto que me resulta esto ahora mismo — soy el alfa.—Señor — la voz del portero suena algo extraña — tengo dos niñas aquí en medio de la puerta, están sangrando y me amenazaron con morderme si me acerco.—¿Dos niñas?Frunzo el ceño, rasco
Brittany—Zorra, nunca debiste haber nacido — grita Ivette mientras me golpea — mi padre nunca va a quererte—dice—no te quiso ni tu madre, tonta.Sus amigas se burlan de mí, ella me tira del cabello haciendo que mi cuello duela y ni siquiera lo piensa antes de usar sus uñas para rasgar mi piel.Duele, duele tanto que estoy a punto de perder la conciencia, un aullido se filtra entre los árboles, mi cuerpo deja de ser retenido y caigo de rodillas mientras mi hermana maldice corriendo lejos de mí. La oscuridad me abarca por completo en ese preciso momento.Abro mis ojos y estoy en mi antiguo departamento, el dolor incesante de las contracciones me hace caer sobre el suelo mientras me deshago de los pantalones y las bragas en medio de la solitaria sala de estar.Las lágrimas que se acumulan en mis ojos me hacen desear por primera vez en mucho tiempo no haber nacido, quizás si nunca hubiese existido no estaría sola, en medio de un miserable departamento dando a luz sola. Teniendo las bebés
Brook Entro en casa de mis padres con brusquedad, conduzco hasta la casa de mis padres, miro las pequeñas niñas que duermen en el asiento trasero de mi auto y me siento incapaz de dejarlas ahí por mucho tiempo. No han dejado de llorar, ayer en la noche tuve que obligarlas a comer porque solo querían ver a su madre, pero ese estúpido de Cristofer no me dijo donde estaban así que tuve que encargarle a alguien más buscarla. Salgo del auto para terminar con esto lo más pronto, mi madre ha sobrepasado todos los límites, así que estoy definitivamente dispuesto a aclararles de una vez y por todas cuál es su maldito lugar. Como se atreve a herir a Brittany. De qué manera, alguien puede ser tan cruel como para ordenar no brindarle servicio médico a otra persona. Cierro mis ojos ante el pensamiento de lo que hubiese pasado si en lugar de Hayley ella hubiese necesitado ayuda con sus hijas, hago mis manos un puño antes de subir al porche de mis padres. No me molesto en llamar pateo la fuerza co
BrittanyEl miedo se apodera de mí, veo a Cristofer llevar a las niñas fuera de la habitación y mi vientre vibra de angustia mientras lo miro. Sus ojos están de ese tono dorado sobrenatural que a cualquier otro ser humano aterraría. Existen solo dos emociones que provocan ese tono en los lobos y lo último que debe estar sintiendo Brook ahora mismo es deseo.—Repite lo que le dijiste a ese imbécil Brittany — mi nombre es mordido por sus palabras — repite que esas dos niñas son mis…—No son tus hijas Brook — lo corto — son solo mías, así ha sido hasta ahora y así seguirá siendo.Él me mira, avanza hasta quedar junto a mi cama con rapidez y siento pánico recorrer mis entrañas cuando clava sus manos a ambos lados de la camilla para acorralarme con su mirada.—Soy tu alfa, te ordeno que me digas la verdad.¿Me ordena?Como cree que puede ordenar alguna cosa aquí, como cree que tiene derechos sobre mí, soy lo último que le importa a su manada, me fui de ella y nadie fue tras de mí para hace
BrookEl malnacido de Cristofer me arrastra fuera de la habitación mientras veo a Brittany en la cama siendo socorrida por las enfermeras. Mis ojos pasan rápidamente por las niñas algo asustadas que corren hasta su mamá.Mis hijas son mis jodidas hijas, forcejeo con Cristofer para soltarme, pero el maldito es lo suficientemente fuerte como para arrastrarme con él hacia la sala de fumadores. Lo empujo con fuerzas una vez estamos dentro. Cristofer muestra sus dientes antes de tratar de sujetarme una vez más.—Maldito, quien crees que eres para sacarme así de la habitación — gruño — quien mierda eres para meterte en medio de Brittany y yo — muestro mis propios dientes — ¡Esto es asunto solo de nosotros dos!—No, no lo es desde que tuve que traer a Brittany aquí — señal a su alrededor — porque tu manda de mierda casi la deja morir.—No fui yo quien dio esa orden, pero ese no es el asunto aquí — niego — lárgate, joder.—No voy a dejar a Brittany sola, mírate — me reprocha — tus ojos están
BrittanyMe despierto asustada, mis ojos enfocan la habitación del hospital donde sigo y veo los dos pequeños cachorros dormidos a mi lado sobre la cama, el miedo que sigue en mis pensamientos se hace más fuerte. Coloco una mano en uno de los pequeños cachorros de color gris y siento las lágrimas correr por mis ojos al pensar en lo peligroso que es todo esto.En lo imposible que se me hace salvarlas ahora, no tengo donde ir, estoy de manos atadas ahora mismo y si Brook no se aparta de mí probablemente todo será peor. Ivette puede partirme en dos con solo la mitad de su fuerza. Su suegra está de su lado y eso solo hace más fácil que pueda hacerme daño.—¿Estás bien?Doy un pequeño jadeo antes de voltearme a la izquierda, Cristofer está ahí, en una de las sillas en una postura bastante rara, se incorpora moviendo el cuello para estirarse. Sus ojos van a los cachorros junto a mí en la cama.—Supongo que aún no pueden controlar el cambio del todo — suspira — Johnny también suele cambiar m
Brook Soy obligado a salir de la sala de hospital a pesar de que me resisto, camino hasta el jardín delantero del hospital y siento la furia atravesar mis venas. Miro a los humanos que caminan tranquilamente a mi alrededor. ¿Cómo pudo rechazar mi oferta? Pasé toda la noche pensando en que hacer, he tratado de asimilar durante toda la noche que tengo dos niñas. Dos pequeñas niñas que… Dios mío son un amor. Me dejo caer en uno de los bancos del jardín, paso una mano por mi cabeza tratando de controlar los intentos que afloran bajo mi piel antes de que me dé cuenta y quiero volver ahí arriba con mi… Mi… Mi familia. Quiero cuidarlas y preguntarles que ha sido de ellas todos estos años, demonios quiero cuidarlas para que ningún lobo se acerque a ellas y a Brittany. Miro hasta el hospital tratando de quedarme en mi lugar para no correr hacia esa habitación y tratar de convencerla de quedarse conmigo como una… Familia. Porque ella es mi familia, mi luna, la mujer que me ha dado dos niña
Brittany—Cris, de verdad no necesitas hacer esto — intento convencerlo de que estaré bien una vez más — Ya has hecho demasiado por mí.Mi amigo niega, toma la pequeña bolsa con ropa que también compro para mis hijas y yo antes de ayudarme a caminar hacia la entrada de la habitación donde estuve hasta hoy. Mis hijas toman las manos de su sobrino para llevarlos con nosotros hasta la salida del hospital. Le pido a Cristofer esperar un momento para pagar la factura, pero la enfermera tras el mostrador me dice que ya está hecho.Frunzo el ceño volviendo hasta donde Cris, un tanto enfadada, no quiero que paguen mis cuentas, puedo hacer al menos eso y se lo deje bien claro, así que debo regañarlo.—¿Por qué pagaste la cuenta? — lo miro — dije que lo haría yo, ya me compraste ropa y no aceptaste que te devolviera el dinero, estoy molesta Cris.—No pagué tu cuenta Britt.—No me mientas Cris, somos amigos, pero no me gustan las mentiras.—Te juro que no lo hice — me dice — probablemente Brook