Observaba detenidamente a mi madre la cuál sonreía junto a Daniela mientras la mirada de Fara era seria y la de Paula era de confusión. Apenas y tenían unas horas de haber llegado y ya me estaban trayendo problemas. Desde el momento que mi madre cruzó esa puerta con Daniela e hizo comentarios de que Lucrecia era "muy joven" y esta salió prácticamente huyendo supe que nada estaba bien. Me había estado esquivando de una o otra forma y eso me hacía sentirme ansioso y estresado. Era la hora de la cena y aún no bajaba y algo me decía que tampoco lo hará conociéndola perfectamente. —¿Qué esperamos para cenar? —Aún falta lulú mamá —Inquiere Fara —. Solo deba aguardar unos minutos, no seas impaciente. —Ya debería estar aquí, pero bueno sabrá qué tipo de crianza le habrá dado Carlos a esa jovencita. —Señora, le pido por favor que no hable así del tío Carlos o de mi amiga —La interrumpe Paula —. Le puedo asegurar que mi tío la educo muy bien. —Suficiente madre —Inquiero —. Ya nana Ros
—¡Mira nada más hasta donde has llegado Lulú por tu inmadurez!—Grita exasperado —. Terminar en la cárcel por alterar el orden público es lo ultimo y no te lo perdonó Lulú . —No exageres papá, solo fue un mal entendido —Ruedo los ojos restándole importancia —. Cero que fue nuestra culpa , esa bola de nacos fueron los que empezaron. —¿Qué no exagere? —La miraba su padre incrédulo por sus palabras y también molesto por su falta de madurez —. Estás en todas las páginas de chisme de la ciudad, ¡Por Dios Lulú! Eres mi hija , la hija de uno de los empresarios más importantes de la Ciudad de México, lo que haces me afecta en mis negocios, ¿Aún no lo terminas de entender? —Osea papá, stop con tus regaños a esta hora , estás heavy si piensas que con eso dejaré de salir con mis amigos .—Claro que lo harás niña ingrata —Espeta decidido —. Tus tarjetas de crédito quedan completamente canceladas , lo mismo los automóviles y colocaré un guardaespaldas que te vigilen día y noche si es necesario.
No sabía que mierda estaba haciendo, pero ya no tenía vuelta atrás. Me encontraba en la habitación de un penthouse con un desconocido el cuál acaba de conocer y besado en la discoteca sin siquiera saber su nombre. Sabía que Paula me mataría cuando se enterará de la locura que había cometido, si es que ya no esta como loca buscándome. Observo el vaso de whisky frente a mi y es cuando me obligo a salir de mis pensamientos y lo veo frente a mí ofreciéndome el trago. —Gracias...—Es lo único que puedo decir. Observo cómo retira su saco quedando solo en una camisa blanca la cual le luce bastante bien, al observarlo mejor me doy cuenta que es un hombre de unos treinta y algo. —¿Estarás así toda la noche? —Finalmente musita tomando un sorbo de su trago.Se acerca a mi, me observa de arriba abajo; me sujeta por la cintura haciendo que mi cuerpo vuelva a calentarse ante su tacto. Humedezco mis labios y se acerca tomándolos con total posesión. Dejo caer el trago que sostenía y enrollo mis
Hace mucho años que no pisaba La Ciudad de México, estaba de vuelta gracias a nuevos negocios e inversiones.—Tengo una cita con el señor Oliveira.—¿Es usted el señor Damián Solís? —Así es. —Bienvenido señor —Se levanta sonriéndome —. Por favor sígame.Le sigo el paso hasta detenernos frente a una gran puerta, cuando está apunto de tocar la puerta se abre abruptamente saliendo una chiquilla de cabellera negra, hecha una furia.—¡Te detesto papá! Pasa a nuestro lado sin ni siquiera mencionar una palabra o dejar ver su rostro. La mujer a mi lado parece avergonzada y entra a la oficina seguida de mi. —Señor Oliveira, él señor Solís.—Gracias Marta, te puedes retirar. La mujer así lo hace, Carlos se levanta, me extiende su mano acompañado de un abrazo y una gran sonrisa.—Que bueno verte de nuevo Damian, hace años que solo sabía de ti a través de llamadas. —Era momento de reunirme con un gran amigo como lo eres tú, aunque creo que llegué en mal momento.—¿Lo dices por el drama de
—¿Te has vuelto loco papá? —En lo absoluto mi princesa, lo pensé mucho y finalmente tome la decisión. Trabajarás en la hacienda Solís . Se había vuelto loco si creía que aceptaría tal locura. En mis cortos años de vida jamás había pisado una hacienda y mucho menos sabía lo que era trabajar. —Me niego rotundamente, Mamá, ¿No dirás nada? —Lo siento nena, tu padre ha tomado la mejor decisión y yo lo apoyo —Acaricia mi mejilla —. Te hará bien un poco de aire fresco, ahora si me disculpan debo irme. Sale de la habitación dejándome con tremendo embrollo sola y completamente sin salida. —Papito, no pueden mandarme con un desconocido tan lejos. —No es un desconocido, Damian es un buen amigo en el cual confío y se que estarás en buenas manos. —¿Todo esto es por es una venganza por lo sucedido esa noche?—Eso y tu expulsión de la universidad.No es una venganza, es para que valores lo que hacemos por ti. —Pero, papá...—No está en discusión Lucia —Me interrumpe —. Mañana a primera hora
—Lucía, ¿cariño estás bien? Las palabras de mi padre terminan por sacarme de mi shock, trato de retomar compostura antes de que se dé cuenta que la presencia de su amigo me ha afectado. Este me mira con cautela, pero aunque trate de ocultarlo es evidente que está igual de sorprendido que yo. Garraspea, me extiende su mano en forma de saludo y mi padre me observa serio. —Me quiero largar de aquí. Espeto seria ignorando su mano y pasando a su lado saliendo de la casa ignorando los llamados de mi padre. Al salir y sentir el aire en mi rostro, me permito finalmente respirar sin dificultad. —¿Qué mierda es esto? —Musitó exasperada —. Esto no puede estar pasándome. —Lucia Oliveira —Escuchó la voz de mi padre detrás de mi —. ¿Hasta cuando debo soportar tu actitud infantil? —Papá, trabajo donde quieras, incluso en tus empresas pero no quiero estar aquí —Uno mis manos en son de súplica —. Por favor papito.—Lo que acabas de hacer refuerza mi decisión en que te quedes aquí —Espera se
"Era una maldita niña"Al verla parada allí a mitad de mi sala pude reconocer esa carita perfectamente. Su cabello estaba esta vez ondulado y llevaba menos maquillaje, pero sin duda se veía igual de atractiva que esa noche. No tenía ni un día aquí y y me estaba colmando la paciencia.—Damian —La voz de José me saca de mis pensamientos —. Desde que llegó esa jovencita luces bastante pensativo , ¿me dirás que sucede?—No me sucede nada, solo que esta empezando a colmar mi poca paciencia. —¿Seguro? —Inquiere y le doy una mirada seria —. Entiendo, me retiro amigo. Buenas noches. —Buenas noches. Sale del despacho dejándome a solas, suspiro y inclino mi cabeza cerrando los ojos y suspirando tratando de controlar mis pensamientos. La puerta se abre y al levantar la cabeza me encuentro con Sandra. —¿Quién es esa chiquilla engreída y por qué la has traído aquí? —Sandra, te he dicho infinidades de veces que no me agrada que entren a mi despacho sin antes yo autorizarlo. —Lo siento Dami
"Era un maldito" ¿Cómo se atrevía a levantarme de esa forma? Sabía que era una venganza por lo sucedido la noche anterior. Si Rosario no hubiera entrado a la cocina seguro hubiera terminado regalada y follada en la isla de la cocina . Por un momento me deje llevar por mis instintos al verlo allí sin camisa dejándome ver su tonificado y trabajado cuerpo. Su sola cercanía y su mirada hacían palpitar mi entre pierna y sentir como se humedecía era lo más excitante que había podido sentir . Odiaba admitirlo pero ese hombre tenía todo lo que hacía perder la cabeza con solo tocarme.Al salir de la ducha observo mi ropa y veo que no tengo nada adecuado para salir a ensuciar en esta hacienda. Me coloco una falta deportiva junto a un top y zapatillas, amarró mi cabello en una coleta de caballo algo; me maquillo y bajo yendo al desayunador. Al entrar allí lo veo sentado en el cabezal de la mesa sujetando un periódico y una taza de café mientras lo lee atentamente.—Buenos días niña Lulú —