Rosalin iba manejando hacia el hospital General de San Ángelo, pues Antoine le había dicho que lo fuera a buscar a la hora que terminaba su turno para ir a almorzar. Había pasado una semana desde que Evelin le dejara a Noah a su cuidado. Hacía dos días se había comunicado con ella desde un número desconocido para decirle que ya se había realizado la operación, pero que Ricky había logrado escapar y ahora estaba en un refugio con escolta. Rosalin estaba preocupada por su hermana, pero sabía que de nada valía que intentara persuadirla de no meterse en esa situación, así que, oraba y esperaba lo mejor para ella. Además que Rosalin, últimamente, estaba sintiendo dudas con respecto a una relación con Antoine. Era un hombre magnífico. Tranquilo, servicial y cariñoso, pero su terco corazón de alguna manera se seguía aferrando al amor que le tenía al señor Duncan, lo cual, era imposible y esto le producía un enfrentamiento con ella misma. No sabía si podía o quería explicárselo a Antoine. Él
Rosalin se quedó sentada en su sitio, muda y asombrada por sus palabras. ¿Cómo era posible que ese hombre borrara de un plumazo todo su rencor y sus inseguridades con el solo hecho de decirle esas palabras que hicieron a su corazón perder un latido y luego desbocarse como caballo fuera del corral. Rosalin decidió no mostrar sus sentimientos y se paró a buscar las tazas y servir el café para los dos para entregar una taza al señor Duncan y otra para ella.-¡Tómate el café y vete, porque yo no necesito de ti ni de tu protección! – Dijo Rosalin –-Pues, lamentablemente, yo sí creo que necesitas protección y te la daré aunque tú no quieras. Tendrás un escolta estacionado frente al edificio para que cuide y vigile que no se te acerque ninguno de los hombres de Ricky – Dijo el señor Duncan –-¿Es que acaso no me escuchaste? – Preguntó Rosalin – No quiero tu protección y es algo muy simple de entender, porque cuando la quise tú dudaste de mí, de mi fidelidad y de mi integridad, a pesar de q
Rosalin estaba mirándose frente al espejo se había puesto un conjunto de blusa y pantalón azul con pedrería plateada. Se maquilló y se recogió el cabello en una cola alta y se puso un adorno plateado que Anne Marie le había regalado. Iba con el señor Duncan a su galería porque se encontrarían con la Capitana Olivia Benson. Iba a informarles cómo iba el caso. Estaba dando los últimos toques a su maquillaje cuando sintió que tocaron a la puerta.Se dirigió a abrirla para encontrar al señor Duncan allí parado vestido con un traje azul marino.-¿Estás lista? –-Sí. Ya estoy lista – Dijo Rosalin sintiendo el malestar en su estómago nuevamente, pero no le prestó atención –Llegaron a la galería y el señor Duncan la presentó a los empleados como su esposa y ya habían allí algunas personas viendo las pinturas. Pudo ver que toda la galería estaba alfombrada en rojo y las pinturas exhibidas tenían una luz adicional para los que les gustaba mirar con más detalle. Los empleados estaban hablando a
Evelin no había dormido mucho la noche anterior. Estaba preocupada y se sentía intranquila porque no había visto a Noah y además, no sabía cómo resultarían las cosas y cómo lograrían salir de éste problema. Se levantó y se dio un baño y luego se cambió por uno de sus conjuntos deportivos. Salió a darle los buenos días a su compañero por las siguientes semanas. La verdad es que no podía quejarse, pues era un buen cocinero y le gustaba mantener el orden en el apartamento. Cada día le preparaba exquisitos desayunos a Evelin. -¡Buenos días! – Le dijo Nick a Evelin –-¡Buenos días! – Respondió Evelin –-Hoy, te he preparado la especialidad de la casa – Dijo Nick – Omelete con salsa de frambuesa y un majestuoso café –-Gracias – Dijo Evelin tomando los cubiertos para atacar su desayuno – Todo se ve delicioso –-Muchas gracias – Dijo Nick sirviéndose también el desayuno –De pronto, Evelin se quedó estática mirando su plato con el tenedor en la mano.-¿Evelin? ¿Te sucede algo? – Preguntó Ni
Estaban todos reunidos alrededor de la mesa con una gran cena servida preparada entre Rosalin y Nick. Evelin, estaba ocupada dándole de comer a Noah. Estaban comiendo en silencio cuando Rosalin habló:-¿Y ahora sólo debemos esperar a que Olivia y su equipo atrapen a Ricky? – Preguntó Rosalin –-Sí – Respondió Nick con sencillez –-¿Cuánto tiempo tomará eso? ¿Estamos realmente seguros aquí? – Preguntó Evelin lamentando haber hecho la pregunta, mientras Sarah estaba allí y podía escucharlos, por lo que el señor Duncan se acercó a Sarah y le puso los audífonos que se había quitado antes de comer –-Lo siento – Dijo Evelin reparando en la acción del señor Duncan – Es que a veces, me dejo llevar por los nervios –-No te preocupes – Dijo el señor Duncan – Mira, Olivia es muy buena en su trabajo y sólo te puedo decir que a ese hombre le quedan pocos días en libertad –-Está bien – Dijo Evelin – Por lo menos tengo a Noah aquí conmigo y eso me tranquiliza un poco –-Tranquila Evelin – Dijo Nic
El señor Duncan se dispuso a revisar las noticias en la web a ver si encontraba algo de Ricky y su aprehensión. Observaba la pantalla sin prestarle atención realmente. Su mente se encontraba en la llamada que Melanie le hiciera cuando estaban todos sentados a la mesa y estaba seguro que Rosalin había visto el nombre de Melanie en la pantalla del teléfono. La mujer se había vuelto muy insistente por llamarlo de alguna manera después que él hablara con toda honestidad con ella, diciéndole que no podrían tener ninguna relación y le dijo que estaba a punto de volver a Nueva York a buscar a su mujer para reconciliarse. El señor Duncan se echó atrás en la silla pasándose las manos por el cabello oscuro y cerrando los ojos al recordar la conversación con Melanie. Se levantó pesadamente de la silla y se dispuso a la tarea de revisar que puertas y ventanas estuvieran aseguradas y comenzó a recordar que habló con ella durante el almuerzo al que quedaron en ir ese domingo.Melanie, estaba parlo
Dos días habían pasado con extrema lentitud. Rosalin se dedicaba a jugar con los niños en el jardín del patio. Sarah buscaba una pelota roja que le encantaba a Noah dentro de los juguetes. Estaban muy entretenidos y risueños cuando Noah se cayó al ir corriendo a buscar la pelota y se hizo una raspadura en la rodilla. Rosalin inmediatamente corrió a abrazarlo y se lo puso en las piernas.-Sarah por favor, traer el botiquín para emergencias que está en el baño –-En seguida – Dijo la niña dirigiéndose al baño y regresar rápidamente para entregarle el botiquín a Rosalin, con lo cual, comenzó a curar la herida de Noah con sumo cuidado.Evelin estaba en la parte de arriba arreglando las cosas de Noah cuando escuchó que lloró y se apresuró a bajar y ver qué era lo que le había pasado. Al llegar a la puerta que daba al jardín del patio, se quedó allí parada viendo cómo Rosalin curaba con todo cuidado a Noah. Ellos estaban de espaldas a Evelin, por lo que no podían verla. Evelin no pudo evit
Rosalin estaba en su cama. Para ella era muy difícil hablar con el señor Duncan, pues sentía que no tenía defensas contra él de ningún tipo, por lo que había rehuido de esa situación como siempre y aquí estaba sin poder dormir pensando en cómo el señor Duncan la había tomado por los hombros y le había dicho que la protegería incluso a costa de su vida. -¡Pero qué tonterías dice ese hombre! – Se dijo Rosalin acomodando las sábanas otra vez - ¡Debía intentar dormir porque ella era la que se despertaba temprano a hacer el desayuno para todos –Después de media hora más de pensamientos inútiles, Rosalin logró dormirse, sólo para despertarse horas después con la tormenta que estaba cayendo. Se pasó las sábanas por encima de la cabeza y se puso una almohada sobre la cabeza con el corazón latiéndole muy rápido. De pronto, se llevó el susto de su vida, al sentir que le jalaban la almohada con la que se estaba tapando y grande fue su sorpresa al ver al señor Duncan allí parado usando sólo el