Estaban todos reunidos alrededor de la mesa con una gran cena servida preparada entre Rosalin y Nick. Evelin, estaba ocupada dándole de comer a Noah. Estaban comiendo en silencio cuando Rosalin habló:-¿Y ahora sólo debemos esperar a que Olivia y su equipo atrapen a Ricky? – Preguntó Rosalin –-Sí – Respondió Nick con sencillez –-¿Cuánto tiempo tomará eso? ¿Estamos realmente seguros aquí? – Preguntó Evelin lamentando haber hecho la pregunta, mientras Sarah estaba allí y podía escucharlos, por lo que el señor Duncan se acercó a Sarah y le puso los audífonos que se había quitado antes de comer –-Lo siento – Dijo Evelin reparando en la acción del señor Duncan – Es que a veces, me dejo llevar por los nervios –-No te preocupes – Dijo el señor Duncan – Mira, Olivia es muy buena en su trabajo y sólo te puedo decir que a ese hombre le quedan pocos días en libertad –-Está bien – Dijo Evelin – Por lo menos tengo a Noah aquí conmigo y eso me tranquiliza un poco –-Tranquila Evelin – Dijo Nic
El señor Duncan se dispuso a revisar las noticias en la web a ver si encontraba algo de Ricky y su aprehensión. Observaba la pantalla sin prestarle atención realmente. Su mente se encontraba en la llamada que Melanie le hiciera cuando estaban todos sentados a la mesa y estaba seguro que Rosalin había visto el nombre de Melanie en la pantalla del teléfono. La mujer se había vuelto muy insistente por llamarlo de alguna manera después que él hablara con toda honestidad con ella, diciéndole que no podrían tener ninguna relación y le dijo que estaba a punto de volver a Nueva York a buscar a su mujer para reconciliarse. El señor Duncan se echó atrás en la silla pasándose las manos por el cabello oscuro y cerrando los ojos al recordar la conversación con Melanie. Se levantó pesadamente de la silla y se dispuso a la tarea de revisar que puertas y ventanas estuvieran aseguradas y comenzó a recordar que habló con ella durante el almuerzo al que quedaron en ir ese domingo.Melanie, estaba parlo
Dos días habían pasado con extrema lentitud. Rosalin se dedicaba a jugar con los niños en el jardín del patio. Sarah buscaba una pelota roja que le encantaba a Noah dentro de los juguetes. Estaban muy entretenidos y risueños cuando Noah se cayó al ir corriendo a buscar la pelota y se hizo una raspadura en la rodilla. Rosalin inmediatamente corrió a abrazarlo y se lo puso en las piernas.-Sarah por favor, traer el botiquín para emergencias que está en el baño –-En seguida – Dijo la niña dirigiéndose al baño y regresar rápidamente para entregarle el botiquín a Rosalin, con lo cual, comenzó a curar la herida de Noah con sumo cuidado.Evelin estaba en la parte de arriba arreglando las cosas de Noah cuando escuchó que lloró y se apresuró a bajar y ver qué era lo que le había pasado. Al llegar a la puerta que daba al jardín del patio, se quedó allí parada viendo cómo Rosalin curaba con todo cuidado a Noah. Ellos estaban de espaldas a Evelin, por lo que no podían verla. Evelin no pudo evit
Rosalin estaba en su cama. Para ella era muy difícil hablar con el señor Duncan, pues sentía que no tenía defensas contra él de ningún tipo, por lo que había rehuido de esa situación como siempre y aquí estaba sin poder dormir pensando en cómo el señor Duncan la había tomado por los hombros y le había dicho que la protegería incluso a costa de su vida. -¡Pero qué tonterías dice ese hombre! – Se dijo Rosalin acomodando las sábanas otra vez - ¡Debía intentar dormir porque ella era la que se despertaba temprano a hacer el desayuno para todos –Después de media hora más de pensamientos inútiles, Rosalin logró dormirse, sólo para despertarse horas después con la tormenta que estaba cayendo. Se pasó las sábanas por encima de la cabeza y se puso una almohada sobre la cabeza con el corazón latiéndole muy rápido. De pronto, se llevó el susto de su vida, al sentir que le jalaban la almohada con la que se estaba tapando y grande fue su sorpresa al ver al señor Duncan allí parado usando sólo el
Rosalin se dedicó ese día a limpiar y ordenar un poco, mientras que los tortolos se fueron al patio trasero a jugar con el pequeño Noah. Rosalin los miraba con una sonrisa. Realmente, se alegraba por ellos. Al terminar de limpiar, se dispuso a la tarea de hornear algunos pastelitos, cuando escuchó que llegó el señor Duncan en su auto y luego apareció en la puerta de la entrada.-¡Hola! – Le dijo Rosalin levantando la mirada de la tarea que estaba realizando –-¡Hola! – Respondió serio el señor Duncan tomando uno de los pasteles y mirando hacia la sala donde estaban regados unos juguetes que sabía que eran de Sarah – ¿Dónde está Sarah? –-No lo sé – Dijo Rosalin mirando a la sala donde estaban sus juguetes desparramados – Estaba ahí. Debe estar arriba. Hace rato que no la veo porque estuve limpiando –El señor Duncan subió por las escaleras a buscar a Sarah en la parte de arriba, por lo que Rosalin se sorprendió de verlo bajar nuevamente, cinco minutos después sin Sarah –-¡No puede se
La sensación de calidez y seguridad que le transmitía el señor Duncan fue llevando a Rosalin a un estado de sopor y pronto se quedó dormida.Viendo a Rosalin dormida, no podía menos que sentir ternura por una mujer que toda la vida le había tocado luchar, aparentar fortaleza cuando en realidad era tan frágil. Necesitaba protección y seguridad para seguir viviendo en su mundo hermoso, un mundo, que él le arrebató por un momento, pero que estaba dispuesto a recuperarlo, sobre todo ahora que estaba embarazada. Pronto, el señor Duncan también se quedó dormido, invadido por toda aquella calidez y dulce aroma que siempre emanaba Rosalin, una de las cosas que más había extrañado al separarse. Lo único que prácticamente, lo hacía dormir.A la mañana siguiente, Rosalin despertó y al moverse, despertó al señor Duncan, ya que estaba recostada sobre su pecho. Él la tomó de la barbilla y se miraron un momento.-Perdón por todo el sufrimiento que te causé, Rosalin. No sé por qué todo se volvió un
—Entonces ¿Estás lista para intentarlo de nuevo? — Se volvió el señor Duncan a preguntarle con una gran sonrisa en el rostro —-¿Intentar qué de nuevo? – Preguntó Rosalin con lágrimas en su rostro — -Esto. Los dos. Juntos otra vez – Dijo el señor Duncan con un tono suave y una gran sonrisa –-Bueno, hasta ahora se siente bien – Dijo Rosalin con una sonrisa – Hablar contigo y sentirte cercano –-Siempre Rosalin – Dijo el señor Duncan – Eres mi esposa y eso nunca va a cambiar así te vayas al Timboctú –Rosalin puso su mano sobre la de él en el volante del auto y éste sonriendo la tomó y se la llevó a los labios. -¡Y tendremos un bebé! — Preguntó Rosalin –-Los que quieras – Dijo el señor Duncan – -Siempre he querido tener tres hijos – Dijo Rosalin sonriendo con su mano todavía entrelazada con la de él –-Yo no tengo problema con eso. Lo único que yo quiero es que te quedes a mi lado. Conmigo y con Sarah – Dijo el señor Duncan –-Lo haré. Me quedaré con ustedes – Dijo Rosalin – Supong
Antoine llegó trotando junto a ella y la tomó por el brazo para guiarla por la puerta lateral. Cuando estuvieron en el pasillo exterior, Antoine tomó una respiración profunda y dijo:-Rosalin, yo siento mucho que hayas observado eso, porque yo no tengo nada con esa chica – -Pero sí lo tuviste, Antoine. Ella, se siente con derecho sobre ti. Me amenazó la última vez que estuve aquí y me dijo que tú le pertenecías a ella y que ella lucharía por ti – Dijo Rosalin explicando la situación con calma –-Yo terminé la relación que tenía con ella hace tiempo, Rosalin – Dijo Antoine –-Sí. Hace un momento pude comprobar lo terminada que está su relación –-Lo siento, Rosalin. Te prometo que eso fue un momento de debilidad. Yo ya no tengo nada con ella. Es que me sentía mal porque no sabía nada de ti. Fui a buscarte al atelier y hablé con tu amiga Clarisse.-¿Tú fuiste a buscarme al atelier? – Preguntó Rosalin –-Sí, y Clarisse me dijo que el señor Duncan te había llevado a un refugio, porque tu