—Entonces ¿Estás lista para intentarlo de nuevo? — Se volvió el señor Duncan a preguntarle con una gran sonrisa en el rostro —-¿Intentar qué de nuevo? – Preguntó Rosalin con lágrimas en su rostro — -Esto. Los dos. Juntos otra vez – Dijo el señor Duncan con un tono suave y una gran sonrisa –-Bueno, hasta ahora se siente bien – Dijo Rosalin con una sonrisa – Hablar contigo y sentirte cercano –-Siempre Rosalin – Dijo el señor Duncan – Eres mi esposa y eso nunca va a cambiar así te vayas al Timboctú –Rosalin puso su mano sobre la de él en el volante del auto y éste sonriendo la tomó y se la llevó a los labios. -¡Y tendremos un bebé! — Preguntó Rosalin –-Los que quieras – Dijo el señor Duncan – -Siempre he querido tener tres hijos – Dijo Rosalin sonriendo con su mano todavía entrelazada con la de él –-Yo no tengo problema con eso. Lo único que yo quiero es que te quedes a mi lado. Conmigo y con Sarah – Dijo el señor Duncan –-Lo haré. Me quedaré con ustedes – Dijo Rosalin – Supong
Antoine llegó trotando junto a ella y la tomó por el brazo para guiarla por la puerta lateral. Cuando estuvieron en el pasillo exterior, Antoine tomó una respiración profunda y dijo:-Rosalin, yo siento mucho que hayas observado eso, porque yo no tengo nada con esa chica – -Pero sí lo tuviste, Antoine. Ella, se siente con derecho sobre ti. Me amenazó la última vez que estuve aquí y me dijo que tú le pertenecías a ella y que ella lucharía por ti – Dijo Rosalin explicando la situación con calma –-Yo terminé la relación que tenía con ella hace tiempo, Rosalin – Dijo Antoine –-Sí. Hace un momento pude comprobar lo terminada que está su relación –-Lo siento, Rosalin. Te prometo que eso fue un momento de debilidad. Yo ya no tengo nada con ella. Es que me sentía mal porque no sabía nada de ti. Fui a buscarte al atelier y hablé con tu amiga Clarisse.-¿Tú fuiste a buscarme al atelier? – Preguntó Rosalin –-Sí, y Clarisse me dijo que el señor Duncan te había llevado a un refugio, porque tu
Pasaron las semanas en el tranquilo Hartford Park. Era una mañana tranquila en la residencia de los Duncan. Rosalin ya contaba con siete meses de embarazo. El señor Duncan salió desde temprano a atender sus negocios y Sarah estaba en la escuela. Rosalin había terminado su desayuno cuando Evelin por medio de una llamada telefónica le anunció a su hermana que la visitaría.Cuando Rosalin abrió la puerta y vio a Evelin parada allí con Noah en sus brazos la hizo pasar a la sala, donde tomó a su sobrino en sus brazos y se sentó con él en el regazo en el sofá. -¿Y bien? – Preguntó Rosalin –-¿Bien qué? – Preguntó Evelin fingiendo inocencia –-¿Sabes? Me encanta que tú y mi sobrino me visiten, pero sabes que no puedes engañar a tu hermana gemela. Siento en mi corazón que tienes algo que decirme. Así que, adelante. Te escucho – Dijo Rosalin –-A veces eres exasperante hermanita – Dijo Evelin – No sabes lo mucho que me recuerdas a mamá – Dijo Evelin con una gran sonrisa y de pronto estiró su
El señor Duncan abrió la puerta de su casa para entrar con Sarah y se encontró a las hermanas Vonsaken abrazadas en el mueble y llorando. Sabía que Evelin había cambiado mucho después de su rehabilitación y que las dos hermanas se llevaban mucho mejor ahora, Rosalin, era un ser demasiado sensible y sabía que se preocupaba mucho por todo, así que, siempre estaba pendiente de ella cuando Evelin estaba cerca. Era algo instintivo para él, por lo que preguntó mirando a Rosalin:-¿Qué está ocurriendo aquí? – Rosalin, se paró lo más rápido que le permitió su embarazo y caminó hacia el señor Duncan y lo abrazó con una sonrisa y la cara llena de lágrimas.-¡Evelin y Nick se comprometieron! Evelin me estaba contando cómo fue la propuesta y ya sabes que yo soy muy llorona así que, estoy hecha un mar de lágrimas por la emoción – Dijo Rosalin entusiasmada –-¡Felicitaciones, Evelin! ¡Les deseo lo mejor a ti y a Nick! – Dijo el señor Duncan con una sonrisa – -Aprovechando que estás aquí, Kyle,
Mientras Clarisse discutía con su ex novio Henry, todas las chicas estaban muy alteradas y con ganas de caerle a cachetadas al ex, especialmente Anne Marie quien sabía el sufrimiento por el que había pasado su hermana debido a la horrible ruptura. Evelin, debido a sus dotes de canto, no había tomado tantos tragos como las demás y trataba de contener a sus damas de honor para evitar que ocurriera una tragedia de la cual tuvieran que arrepentirse después. -¡Calma, Anne Marie! ¡Te aseguro que ya nos vamos! ¡Iré por ella y todas nos subiremos a esa limosina para seguir la fiesta si así lo desean – Dijo Evelin tratando de calmarla –-¡Es cierto Anne Marie! – Dijo Stephanie – Vamos a tomar a Clarisse por un brazo y nos iremos de aquí con elegancia y con glamour – Pero, ninguna de ellas contaba con que se aparecería Melanie y cuando Evelin vio que le había estampado una cachetada a Clarisse, vio todo rojo y como un toro embistió a Melanie, tumbándola al piso y se le sentó encima para darl
Era una hermosa mañana de domingo. El cielo azul y los pájaros cantaban. Rosalin podía ver todo el paisaje a través de la ventana abierta del cuarto de costura donde se encontraba haciendo unos vestidos para ella y para Sarah. Estaba muy concentrada, pero su mente también se iba a los momentos más hermosos de la boda de Evelin y Nick. Le encantó ver a su hermana tan feliz después de todo lo que ha vivido. Sólo ha pasado una semana y los nuevos esposos, todavía están en su viaje de luna de miel. Rosalin estaba contenta de tener a Noah en la casa. Se llevaba muy bien con Sarah. Tuvo que detenerse un momento a descansar porque sentía un gran dolor en la espalda y la siática. Sentía un dolor agudo. Esperaba que se le pasara pronto porque necesitaba terminar los vestidos cuando sintió un dolor muy fuerte que la hizo doblarse y casi perder la respiración.-¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! – Dijo Rosalin poniéndose de pie lo más rápido que pudo y notó su ropa manchada de sangre y hasta la silla
Era verano. El clima cálido golpeaba fuerte en las tardes europeas. Clarisse estaba sentada en una de las mesas de un hermoso restaurante francés. Estaba tomando un delicioso té y tenía una pequeña selección de postres que le había sugerido el chef. Cada vez que probaba el té preparado por manos expertas, lo único que podía sentir era un terrible sabor a aserrín que le hacía querer probar algunos de los pasteles frente a ella y el resultado seguía siendo el mismo. Clarisse, se dio por vencida con la comida y caminó al balcón de aquella pastelería que ofrecía una vista espectacular de uno de los atardeceres más hermosos que había visto en su vida. Lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y se preguntó si habría sido un error aceptar la sugerencia de su hermana de hacer un viaje por Francia y así, respirar nuevos aires para olvidarse del Senador que le rompió el corazón. Clarisse, vio una bandada de aves volando seguramente a buscar refugio y ella se preguntaba cómo fue que ella s
Era una linda tarde. El verano comenzaba a alejarse, por lo que el viento ya no era tan cálido. Rosalin se bajó de su camioneta y se dirigió al viejo edificio donde funcionaba la escuela. Subió los peldaños y buscó el salón donde se realizaban las reuniones para padres y representantes. No sabía de qué se trataba la reunión pero seguramente era alguna actividad para los niños o para recoger fondos para la escuela. De cualquier forma, estaba aquí por Sarah. El señor Duncan no tenía tiempo para estas cosas. Rosalin se sentó en una de las sillas del gran anfiteatro, las cuales estaban llenas con muchos de los representantes que venían a prestar su servicio para el colegio. Varios de los profesores estaban sentados en una mesa cuando Rosalin vio a la señorita Reynolds tomar el micrófono.-¡Oh No! ¿Qué se le habrá ocurrido esta vez? – Se preguntó Rosalin –-Buenas tardes queridos padres y representantes. Tengo el honor y la dicha de dirigirme a ustedes con la finalidad de anunciarles que