El señor Duncan abrió la puerta de su casa para entrar con Sarah y se encontró a las hermanas Vonsaken abrazadas en el mueble y llorando. Sabía que Evelin había cambiado mucho después de su rehabilitación y que las dos hermanas se llevaban mucho mejor ahora, Rosalin, era un ser demasiado sensible y sabía que se preocupaba mucho por todo, así que, siempre estaba pendiente de ella cuando Evelin estaba cerca. Era algo instintivo para él, por lo que preguntó mirando a Rosalin:-¿Qué está ocurriendo aquí? – Rosalin, se paró lo más rápido que le permitió su embarazo y caminó hacia el señor Duncan y lo abrazó con una sonrisa y la cara llena de lágrimas.-¡Evelin y Nick se comprometieron! Evelin me estaba contando cómo fue la propuesta y ya sabes que yo soy muy llorona así que, estoy hecha un mar de lágrimas por la emoción – Dijo Rosalin entusiasmada –-¡Felicitaciones, Evelin! ¡Les deseo lo mejor a ti y a Nick! – Dijo el señor Duncan con una sonrisa – -Aprovechando que estás aquí, Kyle,
Mientras Clarisse discutía con su ex novio Henry, todas las chicas estaban muy alteradas y con ganas de caerle a cachetadas al ex, especialmente Anne Marie quien sabía el sufrimiento por el que había pasado su hermana debido a la horrible ruptura. Evelin, debido a sus dotes de canto, no había tomado tantos tragos como las demás y trataba de contener a sus damas de honor para evitar que ocurriera una tragedia de la cual tuvieran que arrepentirse después. -¡Calma, Anne Marie! ¡Te aseguro que ya nos vamos! ¡Iré por ella y todas nos subiremos a esa limosina para seguir la fiesta si así lo desean – Dijo Evelin tratando de calmarla –-¡Es cierto Anne Marie! – Dijo Stephanie – Vamos a tomar a Clarisse por un brazo y nos iremos de aquí con elegancia y con glamour – Pero, ninguna de ellas contaba con que se aparecería Melanie y cuando Evelin vio que le había estampado una cachetada a Clarisse, vio todo rojo y como un toro embistió a Melanie, tumbándola al piso y se le sentó encima para darl
Era una hermosa mañana de domingo. El cielo azul y los pájaros cantaban. Rosalin podía ver todo el paisaje a través de la ventana abierta del cuarto de costura donde se encontraba haciendo unos vestidos para ella y para Sarah. Estaba muy concentrada, pero su mente también se iba a los momentos más hermosos de la boda de Evelin y Nick. Le encantó ver a su hermana tan feliz después de todo lo que ha vivido. Sólo ha pasado una semana y los nuevos esposos, todavía están en su viaje de luna de miel. Rosalin estaba contenta de tener a Noah en la casa. Se llevaba muy bien con Sarah. Tuvo que detenerse un momento a descansar porque sentía un gran dolor en la espalda y la siática. Sentía un dolor agudo. Esperaba que se le pasara pronto porque necesitaba terminar los vestidos cuando sintió un dolor muy fuerte que la hizo doblarse y casi perder la respiración.-¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! – Dijo Rosalin poniéndose de pie lo más rápido que pudo y notó su ropa manchada de sangre y hasta la silla
Era verano. El clima cálido golpeaba fuerte en las tardes europeas. Clarisse estaba sentada en una de las mesas de un hermoso restaurante francés. Estaba tomando un delicioso té y tenía una pequeña selección de postres que le había sugerido el chef. Cada vez que probaba el té preparado por manos expertas, lo único que podía sentir era un terrible sabor a aserrín que le hacía querer probar algunos de los pasteles frente a ella y el resultado seguía siendo el mismo. Clarisse, se dio por vencida con la comida y caminó al balcón de aquella pastelería que ofrecía una vista espectacular de uno de los atardeceres más hermosos que había visto en su vida. Lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y se preguntó si habría sido un error aceptar la sugerencia de su hermana de hacer un viaje por Francia y así, respirar nuevos aires para olvidarse del Senador que le rompió el corazón. Clarisse, vio una bandada de aves volando seguramente a buscar refugio y ella se preguntaba cómo fue que ella s
Era una linda tarde. El verano comenzaba a alejarse, por lo que el viento ya no era tan cálido. Rosalin se bajó de su camioneta y se dirigió al viejo edificio donde funcionaba la escuela. Subió los peldaños y buscó el salón donde se realizaban las reuniones para padres y representantes. No sabía de qué se trataba la reunión pero seguramente era alguna actividad para los niños o para recoger fondos para la escuela. De cualquier forma, estaba aquí por Sarah. El señor Duncan no tenía tiempo para estas cosas. Rosalin se sentó en una de las sillas del gran anfiteatro, las cuales estaban llenas con muchos de los representantes que venían a prestar su servicio para el colegio. Varios de los profesores estaban sentados en una mesa cuando Rosalin vio a la señorita Reynolds tomar el micrófono.-¡Oh No! ¿Qué se le habrá ocurrido esta vez? – Se preguntó Rosalin –-Buenas tardes queridos padres y representantes. Tengo el honor y la dicha de dirigirme a ustedes con la finalidad de anunciarles que
Era una bonita mañana. El señor Duncan no había tenido trabajo hoy, así que acompañó a Rosalin a llevar a Sarah al colegio y se llevaron a Harry, por lo que, se fueron a caminar al centro comercial y Rosalin terminó comprándole ropa y algunos juguetes al niño. Luego, se fueron a comer un helado. Estaban sentados comiendo el helado y Rosalin tenía a Harry cargado cuando el señor Duncan se quedó mirando a Rosalin con ternura y le acarició el cabello llevándole un mechón detrás de la oreja sonriéndole. -¿Qué te sucede? -Nada. Sólo me encanta observarte. Eres muy bella y te veo con el bebé en brazos y no puedo dejar de pensar lo hermosa mamá que eres – Dijo el señor Duncan con tono suave y lleno de ternura –-¿Te parece? — Dijo Rosalin sonriendo – Pues la verdad me gustaría tener otro pronto —-Todos los que quieras mi bellísima esposa – Dijo el señor Duncan acercándose para darle un beso en los labios cuando sonó su teléfono y lo sacó del bolsillo de su pantalón para hablar —-¡Hola!
Era viernes y Evelin había llamado para avisar que vendría, así que Rosalin estaba en la habitación de Harry arreglandolo para recibir a su tía. Estaba pensando en Sarah y en el día que le tocó lavar el auto de la señorita Reynolds. Al parecer, no fue mayor cosa, ya que por petición de los representantes, lo hicieron en una cancha ubicada en la parte de atrás del colegio. En eso, Rosalin, vio a Sarah entrar al cuarto. -Hola – Dijo desanimada –-Hola – Dijo Rosalin - ¿Aburrida?-Algo – Dijo sentándose en la cama – -¿Todo bien? – Preguntó Rosalin – -Es que quería decirte que de verdad siento mucho haber participado en lo del auto de la señorita Reynolds, pero la verdad es que me da mucha rabia la manera como habla de ti. ¡Es una chismosa intrigante! – Dijo Sarah –-Cariño, no te molestes por eso. Lo que le pasa a esa mujer es que está dolida porque no pudo casarse con tu padre como era su deseo – Dijo Rosalin – -Sí, pero me duele que te ofenda, porque no te conoce lo maravillosa qu
Esa misma noche Rosalin estaba en la habitación preparándose para recibir a su esposo y tener una noche de amor desenfrenado como Evelin le recomendó. Se estaba poniendo máscara en las pestañas y terminó puyándose un ojo y corriendo al baño para lavarse todo el rimmel corrido, por lo que tuvo que gastar más tiempo reparando su maquillaje. Se puso muy nerviosa cuando sintió a Kyle entrar al cuarto y al mirarse al espejo vio que tenía una sombra negra del rimmel bajo sus ojos. Trató de echarle base de maquillaje pero la desgraciada no quería ocultarse, por lo que decidió dejarlo así antes de que Kyle se quedara dormido. Salió del baño con el hermoso negliyé color ambar que se combinaba muy bien con su cabellera rojiza. Caminó hacia él que la miraba recostado en la cama y sonriéndole como a ella le gustaba y la hacía derretir. Él extendió los brazos y ella fue hasta la cama y se subió a horcajadas sobre él para besarlo en el cuello.-¡Hoy no quieres hablar primero! ¡Eso es sorprendente y