Rosalin sintió que subió a una nube y bajó. Antoine besaba realmente bien y hacía sentir su corazón en paz. -¿No era eso bueno? – Se preguntó Rosalin – Entonces ¿Por qué se preocupaba de que su corazón no se desgarrara con su sola presencia como le pasaba con el señor Duncan? –Rosalin puso sus manos en el pecho de Antoine para apartarlo suavemente.-Lo siento, pero necesitaba hacerte saber que lo importante es que estás conmigo y nada de lo que te pudieran decir te afectará a ti o a mí ¿Está bien? Sólo quería que te relajaras.-Creo que lo lograste – Dijo Rosalin con una sonrisa y Antoine se dispuso a poner el auto nuevamente en marcha – Aunque, debes recordar que no soy una mujer enteramente disponible. Estoy esperando un bebé y no me he divorciado –-¡Lo sé! Pero creo que sólo debo tener paciencia y esperar a que todo se vaya solucionando – Dijo Antoine –Desde ese momento, Rosalin se dijo que no echaría a perder el viaje y se dispondría a pasarla bien con alguien tan cariñoso y t
-¿De qué estás hablando Rosalin? – Preguntó Evelin levantándose del sofá donde había estado sentada jugando con Noah – Yo no he tocado más esas cosas y prometí por el bienestar de mi hijo que nunca regresaría a esa vida –-¿Entonces? ¿Qué es eso tan importante que tienes que hacer y que no te permite cuidar de tu hijo? – Preguntó Rosalin cruzándose de brazos –Rosalin vio a Evelin suspirar mirando al suelo para comenzar a decir:-No pensaba decirte nada, porque no quería preocuparte, pero no quiero mentirte tampoco. Eres mi hermana. La policía me ha pedido que les ayude en un operativo para atrapar a Ricky – Dijo Evelin con tono descompuesto –-¿Qué? ¿Estás loca? Ese hombre casi te mata a ti y a mí por la paliza que nos dieron sus hombres – Dijo Rosalin –-Lo sé, pero el padre de Noah es policía y ha estado trabajando encubierto para Ricky por dos años y fue a buscarme para contarme sus planes y decirme que era la única manera de acabar con su organización – Dijo Evelin –-¿Y tú le cr
Evelin se bajó del auto en que la fue a buscar a su apartamento uno de los policías que trabajaba para Nick. Llegaron al sitio que le habían indicado para reunirse con los policías y prepararse para el encuentro con Ricky. Todos se voltearon a verla pero sus ojos se encontraron con los de Nick a quien sólo vio que tragaba grueso pasando su mirada por todo su cuerpo, pues se había puesto un vestido rojo de tirantes con escote en v y que le llegaba a los tobillos. Moldeaba toda su figura a la perfección. Tenía una gran abertura que dejaba ver su pierna izquierda. Se puso zapatos que combinaban y además, el vestido era complementado con una especie de abrigo rojo de plumas abotonado como al descuido, por lo que al caminar un hombro quedaba al descubierto. Evelin no tenía dinero para una extravagancia como esa. Todo el vestuario lo había proporcionado la policía. Se había arreglado su cabellera rojiza en un moño con mechones desordenados, lo que le daba un aspecto muy sexy sin contar el
¿Qué estás haiendo aquí Evelin? – Preguntó Ricky –Al escuchar la pregunta, Evelin abrió los ojos muy grandes por el asombro, pero se recuperó muy rápido.-¿Qué? ¿De qué estás hablando? – Preguntó Evelin recordando hablarle despectivamente. Era lo que le gustaba al tipo – ¡Nos diste una paliza a mí y a mí hermana y tú crees que me atrevería a traicionarte! ¡Si dudas de mí nunca más volveré a darte lo que te gusta ni aunque me ruegues! – Dijo Evelin con los brazos cruzados –-¿Entonces qué haces aquí? – Preguntó Ricky –-¡Recibí una invitación como siempre, pero ya veo que no debí venir! ¡Sabía que no lo apreciarías! – Dijo Evelin levantándose del elegante sofá –-¿De quién? – Dijo Ricky tomándola por un brazo y fijando sus ojos verdes en ella peligrosamente – -De la promotora que trabaja en la tienda de discos. En el centro comercial. Yo entré a la tienda la semana pasada y ella me dio una invitación. Le dije que no estaba segura de si podría venir, pero igual me la dio – Terminó Eve
Rosalin iba manejando hacia el hospital General de San Ángelo, pues Antoine le había dicho que lo fuera a buscar a la hora que terminaba su turno para ir a almorzar. Había pasado una semana desde que Evelin le dejara a Noah a su cuidado. Hacía dos días se había comunicado con ella desde un número desconocido para decirle que ya se había realizado la operación, pero que Ricky había logrado escapar y ahora estaba en un refugio con escolta. Rosalin estaba preocupada por su hermana, pero sabía que de nada valía que intentara persuadirla de no meterse en esa situación, así que, oraba y esperaba lo mejor para ella. Además que Rosalin, últimamente, estaba sintiendo dudas con respecto a una relación con Antoine. Era un hombre magnífico. Tranquilo, servicial y cariñoso, pero su terco corazón de alguna manera se seguía aferrando al amor que le tenía al señor Duncan, lo cual, era imposible y esto le producía un enfrentamiento con ella misma. No sabía si podía o quería explicárselo a Antoine. Él
Rosalin se quedó sentada en su sitio, muda y asombrada por sus palabras. ¿Cómo era posible que ese hombre borrara de un plumazo todo su rencor y sus inseguridades con el solo hecho de decirle esas palabras que hicieron a su corazón perder un latido y luego desbocarse como caballo fuera del corral. Rosalin decidió no mostrar sus sentimientos y se paró a buscar las tazas y servir el café para los dos para entregar una taza al señor Duncan y otra para ella.-¡Tómate el café y vete, porque yo no necesito de ti ni de tu protección! – Dijo Rosalin –-Pues, lamentablemente, yo sí creo que necesitas protección y te la daré aunque tú no quieras. Tendrás un escolta estacionado frente al edificio para que cuide y vigile que no se te acerque ninguno de los hombres de Ricky – Dijo el señor Duncan –-¿Es que acaso no me escuchaste? – Preguntó Rosalin – No quiero tu protección y es algo muy simple de entender, porque cuando la quise tú dudaste de mí, de mi fidelidad y de mi integridad, a pesar de q
Rosalin estaba mirándose frente al espejo se había puesto un conjunto de blusa y pantalón azul con pedrería plateada. Se maquilló y se recogió el cabello en una cola alta y se puso un adorno plateado que Anne Marie le había regalado. Iba con el señor Duncan a su galería porque se encontrarían con la Capitana Olivia Benson. Iba a informarles cómo iba el caso. Estaba dando los últimos toques a su maquillaje cuando sintió que tocaron a la puerta.Se dirigió a abrirla para encontrar al señor Duncan allí parado vestido con un traje azul marino.-¿Estás lista? –-Sí. Ya estoy lista – Dijo Rosalin sintiendo el malestar en su estómago nuevamente, pero no le prestó atención –Llegaron a la galería y el señor Duncan la presentó a los empleados como su esposa y ya habían allí algunas personas viendo las pinturas. Pudo ver que toda la galería estaba alfombrada en rojo y las pinturas exhibidas tenían una luz adicional para los que les gustaba mirar con más detalle. Los empleados estaban hablando a
Evelin no había dormido mucho la noche anterior. Estaba preocupada y se sentía intranquila porque no había visto a Noah y además, no sabía cómo resultarían las cosas y cómo lograrían salir de éste problema. Se levantó y se dio un baño y luego se cambió por uno de sus conjuntos deportivos. Salió a darle los buenos días a su compañero por las siguientes semanas. La verdad es que no podía quejarse, pues era un buen cocinero y le gustaba mantener el orden en el apartamento. Cada día le preparaba exquisitos desayunos a Evelin. -¡Buenos días! – Le dijo Nick a Evelin –-¡Buenos días! – Respondió Evelin –-Hoy, te he preparado la especialidad de la casa – Dijo Nick – Omelete con salsa de frambuesa y un majestuoso café –-Gracias – Dijo Evelin tomando los cubiertos para atacar su desayuno – Todo se ve delicioso –-Muchas gracias – Dijo Nick sirviéndose también el desayuno –De pronto, Evelin se quedó estática mirando su plato con el tenedor en la mano.-¿Evelin? ¿Te sucede algo? – Preguntó Ni