Danilo estaba completamente consiente de una sola cosa, no tenía tiempo para estar ahí pero le había dicho a Victoria que estaría a tiempo para su cita. Ella le había enviado un mensaje de texto, diciéndole justamente el lugar en donde se tenían que encontrar y a qué hora. Para la suerte de Danilo, el lugar donde ella había escogido que la cita se llevaría a cabo, era un lugar que se encontraba relativamente cerca del hotel en donde él se estaba quedando con su abuela.
En realidad, esa cita la estaba viendo como una manera en la que finalmente podría salir un poco de ese hotel, realmente sentía que se estaba volviendo loco en la pequeña habitación del hotel. Estaba consciente que tenía que salir inmediatamente de ese hotel, estaba gastando demasiado dinero que no tenía en esos momentos. Se había ahorrado por completo el dinero de la operacióPor un momento todo el lugar se quedó incompleto silencio, Danilo no estaba seguro si aquel silencio provenía de su imaginación o si realmente todo el mundo se había callado.Ni siquiera podía razonar si el silencio provenía de qué los golpes habían terminado por causar que sus oídos colapsaran por completo.Estaba seguro que llevaban horas golpeándolo, lo sabía por qué podía ver a través de una pequeña o diminuta ventana como los rayos del sol se fugaban hacia el interior de la bodega.Todo el lugar tenía una extraña aroma a humedad, sudor y sangre.Se sentía cansado, débil y deshidratado pero estaba seguro que eso se debía a la cantidad de sangre que había perdido. Sin mencionar el terrible frio que sentía por la falta de sangre.Estaba sorprendido de no haber muerto ya pero su mente e
Victoria se pasó las manos por las piernas, acomodándose discretamente la tela de su elegante falda. El lugar estaba lleno de personas, todas manteniendo una gran sonrisa en su rostro mientras bebían de sus copas de vino. En realidad quería vomitar mientras sostenía su copa de vino. Sentía el corazón destrozado, el estómago revuelto y cada uno de sus sentimientos totalmente pisoteados. No quería creer que Danilo haya podido hacerle daño a Felipe, sabía que no lo conocía por completo pero no lo creía capaz de ello.Le dolía creerlo, quería en verdad creer que no había sucedido nada pero había visto la herida de Felipe, lo había visto sangrar y no creía que él se lastimaría únicamente para inculpar a Danilo. Estaba tan confundida que lo único que quería era encerrarse en su habitación, en su departamento d
Sus pasos fueron completamente percibidos por su madre que inmediatamente se acercó a ella. Tomándola del brazo mientras pretendía que nada estaba ocurriendo. Victoria la miró antes de negar con suavidad. Pidiéndole con la mirada que la soltara de inmediato.—¿A dónde carajos se supone que vas?—le preguntó su madre, apretando ligeramente el toque que tenía sobre su hermosa hija.—Me voy.—Eso ya lo sé, ¿A dónde te vas?— preguntó la mujer antes de fruncir el ceño. Negando con fuerza al percatarse de las verdaderas intenciones de su hija.—¡No puedes largarte con ese muerto de hambre en estos momentos!—Se llama Danilo.—Me importa una mierda como se llame. Victoria, estamos en una reunión social muy importante.—No me interesa que sea una fiesta por la boda, dime, si a Felipe realmente le hace
Victoria observó la hora en el reloj de pared que se encontraba frente a ella. Podía escuchar el “Tik Tak Tik Tak” del reloj mientras lo observaba con el detestable dolor de cabeza que la había estado torturando por más de dos horas.Ya todo lo había arreglado.Finalmente había conseguido que la abuela de Danilo tuviera una sepultura digna. Justo como Danilo lo hubiera deseado.Había sido terriblemente difícil y lo podía admitir con confianza. Había tenido que pagar ilegalmente por el cuerpo, había hecho todo de manera ilegal pero no le importaba porque al menos sabía que había hecho lo correcto.Había conseguido que fuera sepultada en uno de los mejores cementerios de la ciudad y aunque sabía que no podría decirle a nadie lo que había hecho esa noche, estaba empeñada a decirle a Luis lo que había
La mansión se encontraba totalmente iluminada cuando llegó. Pareciera que estaban esperando por ella. El sonido de sus pasos era silenciado por las grandes fuentes del jardín.Por un momento se percató que una silueta masculina la vigilaba desde el interior de la casa. No necesitó mirarlo fijamente para saber quién era, sabía que Felipe estaba ahí. Cruzado de brazos frente al cristal del gran ventanal. Mostrando una apariencia completamente fría, posiblemente furioso por lo que había sucedido. Furioso por haberse atrevido a abandonar una de las cuantas fiestas que celebrarían por su casamiento.Victoria estaba harta, necesitaba un respiro de todo eso. Además, había dejado de amar a la persona que hace poco tiempo había creído que sería el amor de su vida para siempre pero en esos momentos lo único que podía ver a través de aquella ventana
Quería vomitar, estaba tan nerviosa que simplemente quería vomitar. Sentía un nudo en la garganta y sobre todo el estómago completamente revuelto mientras Felipe la veía. Ni siquiera estaba de acuerdo contigo mismo por haber soltado aquella pregunta. Había dicho una pregunta que podría resultar bastante peligrosa pero en el momento que lo había dicho no lo había pensado con claridad y en esos momentos, después de unos cuantos segundos en silencio, se sentía aterrada.Felipe lo observo por un momento y simplemente suspiro antes de sonreír. No estaba dispuesto a decirle la verdad, no estaba dispuesto decirle que él había causado todo lo que había sucedido porque lo que él necesitaba era dejar a Danilo como una mala persona. Necesitaba quedar como el héroe, como es la persona que había sufrido por culpa de un hombre que me apareció de la
Ni siquiera sabía que tenía que hacer, únicamente se encontraba en el baño del avión, escuchando el sonido de la ligera música mientras todo a su alrededor parecía un huracán.Sentía que su día se estaba convirtiendo en un desastre. Mejor dicho su día ya había sido un desastre y lo que estaba apunto de hacer le terminaba por dejar en claro que todo había sido un desastre. Frente a ella se encontraba una prueba de embarazo, nueva, sellada. Aún en su caja mientras que Victoria únicamente la observaba con firmeza. No quería ni siquiera tocarla porque sentía que el simple hecho de tocarla y abrir aquel empaque, le dejaba claro lo que estaba sucediendo.Las piernas le temblaban, las palmas de las manos le saludaban y sus ojos no dejaban de soltar lágrimas. Simplemente estaba aterrada, no había otra mejor manera describir lo que estaba sintiendo en
Danilo abrió sus ojos por un momento antes de volver a cerrarlos. Levantándose de golpe al recordar lo que había sucedido aquella noche. Un fuerte dolor recorrió su abdomen antes de jadear con fuerza. Tocándose con delicadeza el abdomen mientras veía a su alrededor la gran habitación del hospital. Mirando a los hombres que había a su alrededor. Todos completamente heridos.Un fuerte escalofríos le recorrió el cuerpo cuando su mirada se encontró con el calendario que había en la pared. Habían pasado casi tres semanas desde lo que había sucedido. Tres semanas inconsciente en las cuales no había sabido que había sucedido con su abuela, con Victoria y con todo el mundo a su alrededor rededor.Se sentía terriblemente débil, cansado y sabía que su cuerpo aún no se había recuperado por completo de la golpiza que había re