Capítulo 1
Andrea
Me doy prisa por el primer piso y paso volando por la recepción, tanto que no sé como no me caí de luces porque iba a todo lo que daban mis pies; ya que me dirijo justo hacia donde está mi mejor amiga Estefanía, quien se encuentra hablando con la secretaria de recursos humanos.
Al llegar justo a su lado, me paro en seco para tomar un poco de aire y me fijo que alguien me soba la espalda rápidamente para ayudarme a tomar algo de aire. No me había dado cuenta de que iba tan de prisa y que alguien más estaba con ellas.
_ ¿Te encuentras bien Andrea? ¿Por qué llegas así mujer? _ me pregunta Cesar, mi mejor amigo además de Estefi y lo conocí cuando empecé a trabajar en esta empresa junto con ella.
_ Parece que hubieses visto a un fantasma mi loca amiga ¿Qué son esas formas de caminar? ¿Quién te viene persiguiendo o acaso viste a un perro? _ me pregunta Estefanía.
_ Espera, déjame coger aire. Es que necesito urgente una reunión de chicas. Es sobre lo que tú sabes _ le hago la seña mágica y ella entiende.
_ ¿Por qué siempre las mujeres dicen eso cuando no quieren a los hombres cerca? Siempre que lo hacen excluyen al género masculino y no me parece justo aunque sea algo tan íntimo.
_ ¡Oh vamos, Cesar! _ exclamo Estefanía dándole un coscorrón _ No ves que cada vez que hacemos eso es porque nos visita nuestra amiga de todos los meses. No creo que te guste ver eso bobo. Mejor no te pongas en plan quejica y cúbreme un momento en mi puesto para poder ayudar a Andrea.
_ ¿Y por qué yo tengo que cubrirte? Yo trabajo como asistente de marketing, no como el tuyo personal.
_ ¡Hay por dios Cesar! Solo serán unos minutos hombre, no seas así ¿Qué te cuesta cubrirme unos minutos? _ le dijo esta habiendo que mi mejor amigo le sacara la lengua.
– ¿Sabes que la lengua la puedes emplear en otros lugares verdad? A ver si de esa manera maduras de una buena vez – dijo esta para molestarlo y yo me reí.
_ Ok, vale acaben de irse _ dijo resignado el pobre _ No sé como me puedes convencer con esa cara de culo que te cargas Estefanía.
_ Oye, más cara de culo tendrás tú _ le dice con otro golpe en su cabeza y el pobre no la ha perdido de milagro.
_ ¿Por qué eres tan tosca Estefanía? Fácilmente, puedes ganar una pelea de boxeo con los golpes que me das _ dijo para hacerla enfadar aún más y casi le pega otra vez.
_ Bueno ya, paren ustedes dos niños tontos. Parecen dos niños pequeños, mejor vamos Estefanía que me hace falta eso urgente. Deja a este bobo aquí y ya vuelves.
_ Está bien vamos, pero esto no se queda así. Ya verás Cesar, ya verás.
Junto a Estefanía fuimos hacia el baño de mujeres y luego de arreglar el desastre que casi se sale de control, estaba más cómoda en la sala de descanso. Luego de asegurarnos de que no había nadie a nuestro alrededor, ambas nos sentamos en uno de los sofás para platicar cinco minutos.
_ ¿Y bien qué haremos este fin de semana?
– ¿Cómo qué que haremos? No pienso salir contigo para que pase lo de siempre. Sabes que cuando encuentres a alguien me dejarás sola y te irás a tener relaciones quien sabe que persona.
– ¡Hay vamos! Te prometo que esta vez no será de ese modo, no te dejaré sola y sabes que necesitas salir para que ya no te atormentes más por lo que te hizo el idiota de Carlos.
– Yo no atormento con eso Estefanía, pero igual no pienso salir. Lo mejor será que vayas con Cesar y así cuando ambos encuentren un ligue, cada quien se van por su parte.
– Que agua fiesta eres – dijo esta cruzándose de brazos.
– Seré lo que tú quieras, pero ya me voy a trabajar. Necesito tener todo listo para cuando llegue el hijo del señor Gabriel.
_ A es verdad, él llega mañana. Ya quiero conocerlo en persona y ver si es tan atractivo como dicen en las revistas.
_ No te preocupes, mañana sabremos eso; yo también quiero ver si es tan guapo como dicen – dije y ambas reímos.
_ Pues está bien, ve a trabajar. Aunque sigo insistiendo en que deberíamos salir juntas este fin de semana. Sin embargo, no me esperes despierta esta noche porque quedé de salir con un amigo.
– ¿Un amigo? ¡Sí, como no!
Ambas nos ponemos a reír y nuestras risas son cortadas por la persona más desagradable de esta empresa, Columba Alcázar. La zorra mayoritaria del departamento de contabilidad, ella se ha acostado con casi todos los socios e inversionistas de esta empresa y solamente para escalar de puesto como una trepadora. No entiendo como no se siente sucia por todo lo que hace y es que si fuera yo me diera asco hasta mirarme en el espejo.
_ ¡Vaya, vaya, miren nada más! Miren a quien tenemos aquí, a las asistontas incompetentes de esta empresa. No sé que hacen ambas hablando y riendo libremente como si nada, ya que si no tienen nada mejor que hacer deberían pedir su renuncia.
Al escuchar a esa víbora hablar de esa manera de nosotros, toda mi paciencia comienza a hervir y quiero borrarle la sonrisa de su cara operada de un solo golpe. Ella siempre se cree la dueña y señora de esta empresa, todo al ser parte del área de contabilidad.
_ A ver Columba, si tanto te preocupa que nosotras no estemos haciendo nuestro trabajar, bien puedes ir y decirle al jefe que me despida _ dije con una sonrisa tratando de sonar paciente _ ¡A no esperar, cariño! Mi jefe nos dio permiso de estar aquí hablando de hombres.
_ ¿Te consideras muy importante por ser la protegida del jefe no? De seguro para obtener ese poder tuviste que abrirle las piernas como la zorra que eres. No obstante; ese poder no te va a durar mucho gorda estúpida porque según tengo entendido uno de los hijos del dueño vendrá a ocupar el puesto de jefe. Ahí veremos si tú ya no serás inmune, el de seguro no tendrá tan mal gusto.
_ ¿Sabes algo querida? Me sorprende que no sea coherente con tus propias palabras, me deprimes tanto ¿Tú llamándome zorra a mí? ¿Con qué cara lo haces estúpida? ¿Qué acaso consideras que todas somos de tu condición? No querida, no te confundas de posiciones porque aunque el piso este parejo hay niveles. Yo no soy como tú que para obtener el puesto que tienes ahora, tuviste que abrir tus piernas. Aquí todos en esta empresa saben la clase de mujer eres porque tú sí que eres una cualquiera y si lo que quieres es buscarme pelea pues créeme que la vas a encontrar. Ni tú ni nadie me ofende sin llevarse su merecido.
_ Tú a mí no me hablas así, gata inútil y gorda _ dice esta levantando su mano para pegarme, pero la detengo en el aire sin ningún problema.
_ Y tú a mí tampoco me hablas así zorra de quinta ¿Verdad que a nadie le gusta que le digan la verdad en la cara? No me busques Columba, te lo advierto, he aguantado todos tus insultos por mucho tiempo sin decirte nada hasta ahora. Sin embargo, eso se acabó hoy, no estoy dispuesta a aguantarte ni un insulto más. No sé que demonios te pasa, pero si tengo que darte tus buenos golpes para que me respetes, lo haré.
Luego de esa discusión entre nosotras en el área de descanso, Columba se fue diciendo un montón de blasfemias y que además me iba a arrepentir de haberla humillado. Sin embargo, si esa trepadora de quinta piensa que me va a asustar con sus palabras está muy equivocada. Yo he tenido que pasar mucho trabajo en esta vida para llegar hasta dónde estoy y si ella supone que sus palabras me van a asustar está en un error. Todo lo que tengo me lo he ganado con mi esfuerzo y estoy feliz por eso.
...
Ya en la tarde, le había pedido permiso al señor Gabriel para irme a casa debido a mis cólicos y tal cual me dijo Estefanía, no me tome la molestia de esperarla.
Solamente me pasé la tarde viendo la tele y comiendo algo de helado para calmar los cambios de humor de mi tan adorado periodo. Ojalá mañana ya no este de tan mal humor para ir a trabajar.
Capítulo 2AndreaAl estirar todo mi cuerpo sobre mi cama, siento como mis huesos truena y aunque no quiero levantarme todavía; lo hago con toda la pereza del mundo.Luego de hacer mis necesidades básicas y tomar una deliciosa ducha de agua caliente para relajarme, salgo hacia mi habitación para buscar en mi armario que ponerme para ir a trabajar.Viendo los lindos conjuntos de vestidos, blusa, sayas, pantalones y zapatos que compré hace una semana junto a mi mejor amiga. Me decido por un vestido sencillo color negro y este se me ajusta a la piel perfectamente, además; es sumamente hermoso porque tiene un diseño que resalta lo voluminoso de mi cuerpo. Además, resalta mi estrecha cintura; noten el sarcasmo por favor. Yo no era una mujer de taya cero, pero tampoco era gorda. Digamos que era una mezcla rara entre las dos, pero de que estaba buena lo estaba y mis curvas lo gritaban tras este vestido.Luego de terminar de vestirme combinando los zapatos con el bolso y los accesorios como
Capítulo 3SamuelBien temprano en la mañana estaba aterrizando en el aeropuerto de España, después de mucho tiempo lejos de casa por motivos de negocios y alguno que otro personal. Había vuelto a casa por el simple hecho de que en unas horas sería nombrado CEO de la empacadora de mis padres. Me había llegado el tiempo de ocupar mi lugar como el principal heredero y estaba más que conforme con la decisión que había tomado mi padre.Cuando llegue a la empresa esta mañana, aún era demasiado temprano; tanto que ni siquiera había salido el sol. Por lo que únicamente estaba el hombre de seguridad, quien me dejo pasar sin ningún problema; ya que me conocía por los años que lleva trabajando aquí.Al llegar al último piso en donde se situaban las oficinas de la familia, esta tenía la misma estructura de las demás empresas que tenemos en otros países. Las oficinas que ocupábamos mi hermano y yo antes, el área equipada para la secretaria, una pequeña cocina por así decirlo y la sala de juntas e
Capítulo 4Andrea¡Madre de todas las vírgenes! No puedo creer que me quedara como una tonta frente a semejante hombre, es que solamente a mí me pasan estas cosas tan desastrosas. Sin embargo, debo admitir que ni en más pensamientos más libidinosos me imagine que el hijo de mi jefe estuviese tan bueno. Es que desde el preciso instante en que me percaté de su detrás de mí, sentí como mis piernas se aflojaron de inmediato y el alma me abandonaba el cuerpo. Yéndose no sé a dónde de compras.Luego de ese trágico incidente donde di la peor impresión de mi persona, salí de aquella oficina directo hacia el baño para poder echarme agua y que el calor de mis mejillas bajaran.Siento como de repente mi celular empieza a sonar y al ver el número del contacto, no puedo evitar responderle rápidamente a Estefanía. Con la cual estoy molesta todavía desde esta mañana, pero la necesito con urgencia ahora._ Hola hermosa ¿Sigues enojada conmigo? ¿Cómo estás? Aún no ha llegado el hijo del jefe y todos e
Capítulo 5AndreaCuando por fin entramos en la sala de conferencias, todo el mundo guardaba silencio al estar el señor Gabriel frente al estrado. Sin embargo, para todos fue sorprendente ver en persona al hijo del jefe; tanto que seguían con la mirada el camino que recorría Samuel. Únicamente no lo hacían los que ya eran trabajadores antiguos y lo conocían a la perfección. Yo me había quedo parada mucho más atrás cuando ambos entramos y estaba buscando sentarme junto a mis amigos que me miraban sorprendidos; cuando de la nada siento unos dedos entrelazarse con los míos. Miro en dirección hacia la persona que ha hecho esto y me quedo sin palabras al ver que ha sido Samuel, quien con todo su elegancia me arrastra hacia él y me hace caminar a su lado. Ni siquiera le importo los murmullos que se hicieron presentes de inmediato y esa simple acción hizo que todo dentro de mí se remueva. Provocando un cosquilleo intenso de mariposas y de más está decirles que tuve que hacer de tripas coraz
Capítulo 6AndreaLas palabras de Samuel se había quedado grabadas en mi mente por completo y ya sabia un dato más curioso sobre este hombre. Con razón de Samuel Blanco no se le conoce ningún escándalo con mujeres de dudosa reputación en revistas de chisme o en redes sociales. Todo debido a que a él no le gustan las mujeres insinuadas o vulgares como Columba.¿Seria yo capaz de dar la talla en algún momento y tal vez poder seducirlo bajo lo que a ese hombre le gusta? ¡No lo sé! Como tampoco sé si seré su tipo o no, lo que si se es que él me tiene enloquecida y confundida. Dudo mucho que lo que yo estoy sintiendo en este momento por Samuel sea algo correspondido.Una vez la última reunión del día terminó, en la empresa no fue quedando casi nadie y me dediqué a ordenar los datos que fueron dados hasta que fuera la hora de salida. Esta tarde al igual que siempre, Estefanía me había pasado un mensaje en el cual me informaba que no estaría en casa y le advertí que si sucedía de nuevo lo d
Capítulo 7AndreaComo cada mañana hice el mismo procedimiento de siempre, solamente que esta vez prepare dos cafés iguales y a uno le puse más amor que al otro. Quería que a Samuel le volviera a gustar como preparo el café y que la mañana para él comenzara con el pie derecho. De un brinco, me impresiono al sentir unas manos sobre mis caderas y al voltear veo que es el mismísimo hombre que me atormentó en mis sueños toda la noche. Además, este me mira con una gran sonrisa y me pregunto que hace aquí tan temprano si todavía faltan como quince minutos para su llegada. – Buenos días – me dice manteniendo la sonrisa en su rostro.– Buenos días – le digo embobada.– Espero que ese sea mi delicioso café – dice este acercándose más a mí como si fuera a besarme, pero en vez de eso solo tomar su café. – ¿Por qué haces esto? – le pregunto con la voz nerviosa al tenerlo tan cerca de mí y sabes que me puede besar.– No entiendo a que te refieres, solo quiero tomar mi café.Las manos de Samuel,
Capítulo 8SamuelNo sé como explicar todo lo que está sucediendo en este momento, ni tampoco la cantidad de sensaciones que estoy experimentando tras la conversación tan intensa que sostuve con Andrea.Andrea para mí es una mujer que tiene varias facetas interesantes y pienso que cualquiera persona estaría encantado de conocerla. Además de que por dónde quiera que esta pase, siempre llama la atención de muchos hombres y al parecer ella es la única que no lo nota.Mientas la escuchaba hablar sobre todo lo que ha sido su vida al lado de las personas que ella ama, no pude evitar fijarme en cada una de sus expresiones. Notando así que en alguna parte de ella todavía no supera por completo el abandono de su padre. De seguro muy en el fondo de su corazón debe querer saber quién es o tal vez preguntarle por qué nunca estuvo ahí para ella; ya que en su lugar yo haría lo mismo.Una vez ella terminó de contarme su historia, no puede evitar decirle lo bonita que era. Puesto que fue algo que nac
Capítulo 9AndreaMiro a través de mi ventana la lluvia que se desató de un momento a otro y ese sonido contra los cristales y los tejados de las casas calma mis pensamientos de cierta manera.El día de hoy a estado cargado de varios acontecimientos y sorpresas tanto agradables como desagradables como la del restaurante está tarde.Quien diría que escucharía aquellas palabras salir de la boca de Samuel y que para colmo aunque fueran mentira se sentían tan bien. Sobre todo el que las haya dicho delante de tantas personas sin importarle mi peso o el que dirán.Cuando Samuel me traía a casa pude notar que este estaba bastante molesto, lo noté por la manera en la que apretaba el volante. Sin embargo; este no decía absolutamente nada y se mantuvo en silencio hasta que llegamos. Aún tengo presente la conversación que tuvimos cuando estaciono el auto.Recuerdo...– Lamento todo lo que pasó esta tarde. No debí dejarte sola con ese tipo que desde el principio no me cayó para nada bien.– No ti