Capítulo 32 Sirena.

ALEXANDER:

su mirada fija en mi me provoca querer besarla.

— Si me sigues mirando de esa forma no me culpes por lo que pasará. —Le advierto ya que es la verdad. Ese color rosado que asoma en sus mejillas es realmente tentador, como el de una fruta prohibida. Será mejor que cure la herida de su espalda o haré una locura.

— Una listo, ahora curare la de la espalda. — Pensé que esto sería fácil, pero en el momento que toqué la piel de sus hombros una corriente subió por mis manos directo a mi corazón. Trato de concentrarme mientras le quito la blusa.

— Que... ¿qué haces?

— Necesito limpiar bien esto, está más complicado que la de adelante, es un poco más grandes. — Se me hace inevitable acercarme a su oído para hablarle, la necesito, como el mismo aire.

— Tranquila, déjame ayudarte.

Limpio y curo su herida, ese maldito perro pagará por esto.

Pero cuando termino, quedo deslumbrado con la perfección de su espalda, y como si mi mano tuviera vida propia recorro su columna, con la yema de mi
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo