—Tal vez deberíamos salir un poco, observar el templo de nuevo, escuche que usted estuvo perdida en las hermosas estructuras de oro, siempre he sido de esas que le encanta ver sus nuevas adquisiciones, suele ponérselas y exhibirlas como si fuesen no más que trofeos… Observe el rostro lleno de ansiedad de Anya, esta parecía estar a punto de entrar en desesperación, parecía querer salir y corre por ayuda de los demás estaba cansada de mi actitud, y eso que solo llevaba unas horas, planeaba no lo sé, tal vez quedarme aquí en mi cama por esta noche y llorar como una pequeña niña hasta quedarme dormida y luego el día de mañana despertarme como si nada aunque tuviera mis ojos hinchados y todos lo notaran solo caminaría hasta la biblioteca y me deduciría en acabar con las artimañas de aquella mujer, pero ahora, justamente en este instante cuando la observo a ella allí sin hacer ningún tipo de expresión y parece ser que no quiere verme de esa manera.Me doy cuenta de que tal vez no tengo der
Esto no podía ser verdad él se había levantado del suelo, mientras yo buscaba la manera desesperada de algo que me ayudara a defenderme, algo que fuera útil, pero en este lugar todo era agua y esculturas de oro demasiadas pesadas para mí, a este paso no lograría defenderme, por esa razón también me levante al mismo tiempo, pero cuando intente correr ya me tenía sujeta del cabello de nuevo haciéndome dar un grito de dolor y sorpresa, en lo que sentí como caía de nuevo al suelo y parecía que moriría, parecía que este era el final, por lo que cuando sentí que venía sobre mí, cuando note que no tenía su espada debido al golpe que había dado hace un momento lévate el pie con todas mis fuerzas y le di una patada que logro desestabilizarlo un poco, mientras yo gateaba para alejarme, he de decir que no duro mucho, pues otra vez este hombre me tomo con fuerza, pero ahora ya no tenía manera de librarme de él, ahora no había nada que pudiese hacer, Colin había puesto sus manos sobre mi cuello y
Observe a mi alrededor y más y más personas sin vida se mostraban ante mí, esto no me gustaba nada, sería llamado de ahora en adelante un tirano, Elizabeth, me odia ella no volverá mí, ella me odiara hasta el punto que no lograré hacer nada para cambiar las cosas que mi vida se llenara de tristeza y desolación, observe a la mujer que estaba frente a mí y note como ella me observaba con sus ojos de nuevo dorados mientras lamia la sangre de sus manos la cual era de uno de los sacerdotes que había asesinado en la mansión, pues muchos de aquellos tontos habían venido aquí en busca de ayuda, en busca de que la santa le ayudara a recuperar el templo, pero entonces cuando la vieron, cuando notaron sus ojos oscuros, lo supieron al instante, ella era una bruja, una de esas que no les costaría para nada levantar la mano contra ello.Era muy tarde ya había quitado la vida de todos cuando menos los esperaron, en lo que de inmediato inicio adsorber su energía, santa, sus ojos ya no eran tan orados
—Allí está un conejo, es lindo y tiene bigotes muy grandes…--ella había sonreído ante mis palabras, en lo que note como de inmediato frunció el ceño y negó llena de una risa cantarina.—No… Eso no es verdad, no puedes mentir, no veo aquello, estás mintiendo…--otra risa de su parte, en lo que yo me preguntaba de qué trataba aquello, Brihana y yo juntas, las dos reímos juntas y hablamos como si nada, las dos observamos el cielo, mientras yo observaba todo desde la distancia junto al dios del sol, junto a aquel que solo estaba a mi lado sin decir una palabra, bueno no ser que yo tampoco le hubiese hablado, el solo camino conmigo a mi lado.Mientras le pregunta una y otra vez de que trataba todo aquello, porque estaba él allí conmigo, por qué sentía su llamado, pero es hombre se había quedado en completo silencio, solo caminamos juntos hasta un punto en que la luz me cegó y solo observaba hacia la distancia donde habían dos chicas de unos quince años hablando entre ellas mientras súbditos
Callado así simplemente estaba aquel dios, mientras yo estaba completamente desesperada por saber qué ocurría, por saber qué estaba pasando y necesitaba respuesta, por lo que antes de que diera un paso, antes de qué me mostrara que más seguía, yo me puse frente a él, y lo observe llena de enojo y hable con lo que parecía una seriedad poco vista en mí hable con un tono lleno de enojo y frustración, pues no estaba dispuesta a permitir que las cosas se colocaran de esta manera y él solo se quedara en silencio y no me explicara qué diablos era lo que ocurría, por lo que hable ahora de manera determinada y llena de fuerza. —¿Explícame qué está pasando? Eso de pasar, imágenes, e imágenes de un recuerdo tuyo, no es algo que sea fácil de entender, y no te atrevas a decirme alguna estupidez que no comprenda en palabras raras, habla claro…--silencio, este hombre dios, o lo que sea, parecía dispuesto a no hablar, parecía dispuesto dejarme con las dudas y seguir mostrando imagen e imagen, por lo
Lo observé completamente extrañada, ¿Cómo que él no había sido quien reinicio aquel mundo, no comprendía nada, tanto así que me pregunte a qué se refería exactamente, no había que ser muy listo para poder ver qué el mundo había reiniciado, justamente como él había dicho, pero entonces observe como a Brihana a sus doce años unas mujeres tres para ser exactas que se hacían llamar las damas de la oscuridad le entregan aquella daga, justamente la causante de la muerte de Elizabeth, como Brihana sonreía y parecía no conocer su antigua vida, como ella parecía de verdad estar viviendo de manera distinta, como sus celos por estar enamorada de Vincent y este estaba completamente enamorada de esta Elizabeth le afectaban, como parecía salir del templo para ir tras Vincent, mientras este parecía no estar dispuesto a tener nada con ella, la verdad es que no comprendía nada, la verdad es que estaba completamente confundida.—Explícame esto, por favor solo dime que está pasando en realidad, no entie
—¿Qué bueno verte de nuevo Elizabeth, querida? Hemos visto estas imágenes infinidades de veces, en cada muerte, haces que vuelva a mostrar tus vidas pasadas, haces que yo sea quien te guie de nuevo tu nacimiento…--observe al dios y negué con la cabeza, negué llena de dolor, llena de furia —No volveré a nacer, ni en este mundo ni en el otro, no lo haré, no estoy dispuesta a volver a ese jueguito tuyo, ya no lo estoy…-- hablé en un tono fuerte y completamente decidido, en lo que el dios del sol asintió y se mostró como quien le causaba un terrible aburrimiento esta conversación. —Entonces, ¿Qué es lo que deseas Elizabeth? ¿Qué quieres que te dé a cambio de tu dolor?—aquella pregunta, aquella que era justamente la que estaba buscando, él me había hecho sufrir innumerables veces, él me había hecho sentir lastimada y vivir las peores cosas del mundo todo porque según él debía cuidar el mundo, por qué era la elegida por él para dar un mundo de luz, bien, pues ya era hora de cóbrale todo a
Mi pecho dolía, dolía tanto que estaba mareada, en lo que observe como él estaba frente a mí, o mejor dicho estaba encima de mí, ya que yo me encontraba acostada en una cama en improvisada, mientras sentía que cada músculo de mi cuerpo pesaba, como cada respirar era pesado y como mi cabeza se sentía a punto de estallar, por lo que observe sus ojos dorados y note su mirada preocupada llena de preguntas y sorpresa, mientras yo solo quería levantarme y decirle que necesitaba varios días de descanso y más que todo saber por qué estaba allí, por qué no se había movido de encima de mí y más importante aún como había llegado a aquí, se suponía que él estaba en las manos de Brihana, se suponía que era su títere, pero cuando estaba a punto de hablar el paso su mano por mi rostro al parecer quería constatar que era yo, me observaba de arriba a abajo y observa mi pecho.Para después tomar mi rostro y acercar su rostro al mío, la verdad era que no comprendía que le ocurría la verdad era que estab