—Señorita… Perdón… Mi señora… Pero… ¿Qué ocurre? ¿Qué hace ahí? Levente mi cabeza y observé a Anya, la verdad es que había olvidado por completo cuanto llego aquí en esta posición, como es que me había quedado completamente inmersa en mis pensamientos, en lo que observe como Vincent se había marchado lejos, pero sabía que no había tiempo para ella, yo lo sabía perfectamente, tenía tantos planes, tenía tantas cosas por hacer, pero la verdad es que solo estaba aquí llorando, lamentándome por el hecho de que posiblemente no lo volvería a ver, que mi esposo, aquel hermoso guerrero que fue a ayudar a los demás se despidió de mí con una prosa que posiblemente nunca podrá cumplir al igual a las que yo le había llegado a hacer, pero ahora no era el momento, solo me levante del suelo y di un largo suspiro mientras la mirada llena de preocupación de Anya como de costumbre estaba a la orden del día.—No me mires de esa forma… ¿Qué te ocurre? —de nuevo aquella mirada, ella no solo parecía preocup
Pude verlo en sus ojos, Johana sabía perfectamente de lo que hablaba, por lo que bajo su cabeza y justamente cuando Richard coloco su mano en el hombro, ella levantó sus ojos azules y observo al hombre que amaba con el mismo sentimiento que me poseía, con aquel que solo indicaba que a pesar de saber que todo esto era por un bien en común, por algo que era bueno no solo para nosotros sino también para todos, no dejaba de ser doloroso, no dejaba de ser frustrante y hasta podría decir que una mierda completa, pero ya no teníamos más opciones no podíamos simplemente evadir nuestra responsabilidad, no podíamos simplemente hacer de la vista gorda y escapar como en realidad sé que tanto ella como yo hemos llegado a pesar en hacer, por eso cuando Johana dio un sollozo lleno de dolor y lo que parecía ser furia, levanto su mirada hacia mí y tomo mi mano con fuerza, mientras yo aún sostenía a Anya en mis brazos y quería quebrarme igual que ella, pero no lo teníamos permitido, claro que no, a lo
—¿Dónde está? ¿Dónde está? ¿Dónde está? —hable lleno de furia y enojo, ella no se veía en ningún lugar, esa maldita mujer no lograba encontrarla, había ido a casi todos los lugares, estaba loco por encontrarla y no lograban hallarla.—Mi señor debemos encontrar un punto fijo de lucha, no podemos seguir yendo y viniendo, ya la encontraremos, ella llegará tarde o temprano…--que tonto era, venir, ella no vendrá por mí, ella irá por Elizabeth, sabía muy bien eso sería lo que haría y no lo iba a permitir, la sangre corría por doquier, las personas sufrían, mientras yo me encontraba completamente sorprendido con la situación, no podía creer que las cosas se vieran de esta manera, aunque claro yo era el único demente que decidió venir hacia el frente mientras Fergus y Duncan habían ido a luchar a la parte trasera del templo, solo dios sabe lo demente que hay que estar para estar en este lugar, para poner mi alma y cuerpo en esta lucha tan impredecible y tan lamentable. No podía simplemente c
Muy bien, era hora de saber cuan inteligente era esta perra loca, por esa razón observé como aquellos casi humanos corrían hacia mí, ellos debían venir por mí, debían descuidar los chicos y estos podrían liberarse y así ayudarme contra Brihana, el plan era sencillo, cuyo sería a quien atacarían y los chicos buscarían la manera de arrebatar la maldita daga de sus manos, esto era solo una copia, curiosamente el dios del sol me dijo que tenía una escondida en el templo, la verdad es que no sabía qué hacer con ella, pero al despertar lo supe al intentarte, había algo más que el poder que deseaba Brihana, era mi muerte, y saber que yo podía tener la misma posibilidad de poseer aquello que ella consideraba único y solo suyo, la haría enloquecer hasta el punto de olvidar todo, justamente tal cual como pasaba ahora.Yo había corrido para alejarme de ellos, en lo que note como Brihana enviaba a cualquier cantidad de sus hombres por así decirlo tras de mí, mierda no imagine que serían tan rápi
—Vincent… Hay que curar Fergus… Por favor… Vincent…--hable con un tono lleno de lo que parecía ser calmado, mientras intente acércame un poco más a ellos, pero Vincent apunto su espada hacia el cuello de Fergus haciendo que detuviera mis pasos por completo.—No lo curarás, quieres que viva, es fácil, entrégame la daga, si me entregan esta yo simplemente haré como si nada e incluso curaré a Fergus por mí mismo.Era una locura ninguno podía creer aquello, Fergus hacía unos segundos, antes de que Vincent lo atacará había entregado la daga al príncipe heredero, aquel que parecía apretar con más fuerza el artefacto en sus manos, mientras yo no podía creer que Vincent fuese tan cruel como para dejar morir a Fergus frente a mis ojos, no podía creer que él simplemente no le importará que pediéramos a otro amigo por sus deseos egoístas, yo simplemente estaba completamente sorprendida, no esa no era palabra, pero en este jodido instante no podía reconocer al hombre que tenía frente a mí, simple
—Eli… Eli… Gracias al dios del sol estas despierta estaba tan preocupada, tan asustada, no te imaginas el susto que me has hecho pasar…--mis ojos se abrieron y la luz cegó por completo, mientras me preguntaba donde estabaEstaba completamente perdida, no recordaba como había llegado aquí, es más ni siquiera recordaba mi nombre, estaba completamente contrariada y mi mente era un completo caos, fue entonces cuando enfoque mis ojos en aquellos ojos castaños que me observaba llenos de preocupación, su cabello rubio y sus ojos castaños me observaban lleno de miedo, mientras que su expresión parecía estar entre aliviada y asustada, ¿quién era esta mujer? No la recordaba, no venía a mi mente su rostro, por esa razón solo intenté levantar dando un quejido, pero ella de inmediato lo impidió haciendo que la observara llena de dudas y sorpresa, más cuando uso un tono completamente opuesto al que había usado hacía unos segundos.—¿A dónde crees que vas jovencita? No puedo creer que quieras levant
Sentí como sus manos me envolvían mi cintura y de nuevo colocaba aquella chaqueta sobre mis hombros, en lo que sus ojos azules me observaban de manera fija y su sonrisa aprecia de nuevo, él era mi Vincent, mi esposo celoso que sin duda alguna, no podría evitar refutar sobre el hecho de yo tener la leve idea de encontrar otro hombre, siempre había sido un hombre celoso, lo había notado antes, pero en cuanto abrí mis ojos era tan obvio que incluso me sentía como una tonta, por esa razón sonreí un poco ante sus actos y más cuando sus labios se unieron a los míos y sentir la sensación que estoy seguro de que ningún tipo de problema a nuestro alrededor, tenía tantas cosas que preguntarle, pero la verdad es que estaba más que encantada con el hecho de estar aquí con él, de saber que estamos juntos de nuevo y que a pesar de haber terminado de la manera tan insegura como lo hicimos aún continuamos juntos, por lo que al separarme de él, y juntar nuestra frente al parecer igual de aliviados por
—Mira nada más que hermosa te ves… Sin duda alguna no hay novia más hermosa que tú… Sonreí un poco antes las palabras de mi madre, mientras mi hermano me observaba en la distancia y asentía lleno de convicción, mi padre parecía estar un poco preocupado más por el hecho de que mi vestido no combinaría con su traje, mientras mi suegra parecía estar a punto de brincar de lado a lado llena de dicha porque su hijo al fin se casaría. No era de menos había estado tras de mí por tres años, lo había castigado según yo, por el hecho de haberme mentido aquel día en cuanto nos vimos, por lo menos aquello era lo que solía decirles, no podía decirles la verdad, que mi padre se negaba a entregarme, aquello podía ser algo que hubiese dado la guerra entre los Duques y el Conde, pues el hecho de que Vincent tuviese a sus padres vivos, era un gran apoyo para él ante la corona y por eso parecía ser un poco más imprudente, Duncan solía decirlo siempre, mientras Johana solo le decía que no se metiera en p