En mi vida he tenido momentos incómodos, momentos difíciles e incluso momentos que parecen ser complicados, pero este, este no sabía cómo poder calificarlo, estábamos solos, en este gran salón, mientras él me observaba fijamente sin decir una sola palabra, al parecer esperando una explicación de mi parte, al parecer esperando que yo por fin abriera mi boca y explicara de qué carajos se trataba todo aquello, porque carajos yo seguía usándolo sin siquiera pensar si me iría bien o no la verdad es que sigo haciendo apuestas a siegas cuando se tratan de Vincent, sigo haciendo estupideces, nadie me asegura que seré indispensable para él, que seré tan importante como para ponerme por encima de todo, que él me elegirá a mí siempre.Había una gran posibilidad de que me dejase de lado, que simplemente me mandara al diablo y siguiese con la historia original, carajo ¿Cuántas veces pienso esa palabra? Creo que puedo llegar a ser un fastidio completo, pero, ¿Cómo no pensar en ello? Estoy segura de
No me lo creo, simplemente no me lo creo, observo más que sorprendida al hombre que tengo frente a mí y me pregunto si es algún tipo de broma, algún tipo no es mentira o algo así, pero no es así yo lo sé, por eso luego de observar su cabello platinado y ojos azules, observo al rubio que está a mi lado y lo observa con una mirada inquisitiva, esto es lago incómodo, no se confundan, muchos creen que de verdad Duncan es mi amante, pero no es así, no soy tan valiente como para hacer eso, más cuando tengo un esposo como el que tengo, pero si me siento incómoda por el hecho de que estos ahora se observan el uno al otro como si estuviesen en una guerra en bandos opuestos y yo estuviese en el medio no más que como una tonta que no sabe cómo actuar. Por esa razón hice un pequeño ruido con la garganta, pero todo seguía igual ellos parecían estar retándose, parecían estar a punto de enloquecerme, en consecuencia estaba en la tienda de rubíes, aquí había de todo lo que las personas pueden imagin
--Te pregunto ¿por qué están todos aquí ahora mismo? —Observe a las personas esperando a mi costado y sonreí, mientras mi esposo estaba lo que parecía un poco fastidiado y Colin a su lado con sus mejillas sonrojadas evito mi mirada cuando yo me conecte con la suya.Ese hombre cada vez es más extraño, la verdad no sé qué le ocurre, la noche anterior lo encontré y lo saludé y este se mostró un poco nervioso, más cuando le dije que estaba envarneciendo cada vez mejor, incluso Anya casi se ahoga con su saliva al escucharme decir aquellas palabras Colin se tornó tan nervioso que solo me agradeció y salió sin más, no dije nada malo, solo acabe de exaltar por su radiante figuraEstaba casi de la misma estatura de mi esposo, sin contar que tenía un cuerpo realmente maravilloso Colin solo es unos años mayor que Vincent, y la verdad es que es muy listo y demás, cualquier mujer se sentiría maravillada de tenerlo como esposo, debería conseguirle una mujer, una que no sea la perra de Brihana, y no
La mansión Maquelssy era hermosa, sin duda siempre me hacía recordar las cosas más maravillosas, alguno no tanto, pero siempre me hacina pensar en la vida que me esperaba junto a él, aquella en la que tuve unos hermosos hijos, aquella en la que planee hasta el final la caída de este reino el resurgimiento de uno nuevo, la verdad es que no tuve ningún tipo de hijos en este lugar, pero si soñé con criarlos aquí, una vez, en una de mis vidas imagine viviendo en este lugar con mis hijos siendo la gran señora de la casa, todos después de que sacara de mi camino a Elizabeth, pero no fue así, al final solo fue no más que un sueño, uno estúpido y ridículo que terminó siendo no más que un terrible deseo que no llego a nada. —Su santidad, me han informado que el Duque no se encuentra, de hecho, me han pedido que nos retiramos de inmediato…—El hombre que manejaba el coche me observaba con un notorio rostro lleno de desolación, mientras yo me trague el horrible deseo de mandarlo a los confines d
El rostro de mi esposo no parecía estar para nada de buen humor, este leía la carta enviada y parecía tenso lleno de disgusto, mientras yo solo lo observaba desde el enorme sillón que estaba en su oficina, todo iba bien, había logrado mi cometido, las piedras santas estaba surgiendo y pronto yo podría ser más rica que el mismísimo templo, así que no tenía que preocuparme por mucho, por lo menos no en lo económico, pero parecía que había algo más, algo que le disgustaba a Vincent, por lo que espere una respuesta de su parte, alguna expiación, de verdad no parecía para nada de buen humor, por lo que solo tome un poco de aquel té que he de decir que estaba delicioso y di un gemido a sentir el sabor envolver mi boca, el chef de este lugar es un dios para cocinar.Pero parecía algo que podría decir que no era importante, más cuando pensé en el hecho de poder tal vez pedirle a Vincent que lo llevamos con nosotros, que tal vez consigamos más personas, de estas, sin contar con el hecho de que
No podía créelo, simplemente no podía estaba paralizada, la observaba completamente pasmada, mientras ella solo dio un largo suspiro y se levantó de la cama con la presencia de una reina y me observo como si no fuera más que una basura, una basura de la que se iba a encargar pronto, una basura que no estaba dispuesta a que ella se atreviera a observarla de tal manera, pues yo estaba más que determinada a no permitir que la sorpresa y la completa repulsión que ella ahora me daba no me colocara en desventaja ante esta perra santa ante esa mujer maligna que era más que claro que tenía un plan en sus manos y solo no me causaba curiosidad, me causaba repulsión. —¿Crees que es la primera vez que te enfrentas contra mí? La verdad es que no lo es, la primera vez, cuando tú eras la prometida de Vincent, me encargué de que murieras, fue fácil, no tuve problemas con ello, la segunda vez fue cuando…—No me importa, la verdad es que me importa una mierda tus delirios, no te estoy enfrentado por l
El templo se llena de luz, era el lugar más amplio que había visto en mi vida, todo estaba hecho de marfil y oro, y sin duda alguna era la gloria del imperio, me había preguntado muchas veces que tan impresionante era este lugar, nunca en mi vida por lo menos no en la que había alcanzado a vivir como Elizabeth, había conocido aquel lugar, la verdad es que soy muy poco creyente, por no decir escéptica, porque vamos solo era un mutante que había pisado aquellas tierras y había dejado personas con dones sobrenaturales, además de descendencia, en su mundo harían un comic de este y con el tiempo lo haría un vengador o parte de la liga de la justicia, posiblemente una que otra película, o una serie que los críticos destruirían aunque tuviera buena trama.Sin duda alguna nada fuera de lo común. Pero en este mundo, le han hecho un templo y hablan de su magnificencia, aquello parecía un deja vu, ¿Dónde había escuchado aquello? La verdad no lo recordaba, pero si soy sincera este lugar es preci
Duque su majestad… Por favor, por favor por lo más sagrado tenga piedad de mí, por lo más sagrado…—observaba al hombre como si no fuese más que basura, mientras tenía mi espada de lado y me mostraba como el hombre ruin y macabro que era, mientras me preparaba para poder al fin darle su merecido.—¿Por qué debería tener piedad por ti? ¿Tienes idea de lo que hiciste? ¿Quién te has creído en alabar a un miembro del templo? ¿Quién te has creído al comparar a mi preciosa y sublime esposa con esa maldita mujer? Pensaba en cortar tú cuello, en dejarte sin cabeza, pero me parece más divertido el hecho de poder cortarte un brazo y que vivas toda tu maldita vida no siendo más que un estorbo para los demás y más que todo deseo que vivas todas tu miserable vida arrepintiéndote por lo que has hecho…—No por favor, por favor no…—No me importaba él se había puesto de rodillas ante mí, suplicaba por piedad, pero solo le hice una señal a los hombres a mi lado aterrados por la situación y con su ayuda