--Te pregunto ¿por qué están todos aquí ahora mismo? —Observe a las personas esperando a mi costado y sonreí, mientras mi esposo estaba lo que parecía un poco fastidiado y Colin a su lado con sus mejillas sonrojadas evito mi mirada cuando yo me conecte con la suya.Ese hombre cada vez es más extraño, la verdad no sé qué le ocurre, la noche anterior lo encontré y lo saludé y este se mostró un poco nervioso, más cuando le dije que estaba envarneciendo cada vez mejor, incluso Anya casi se ahoga con su saliva al escucharme decir aquellas palabras Colin se tornó tan nervioso que solo me agradeció y salió sin más, no dije nada malo, solo acabe de exaltar por su radiante figuraEstaba casi de la misma estatura de mi esposo, sin contar que tenía un cuerpo realmente maravilloso Colin solo es unos años mayor que Vincent, y la verdad es que es muy listo y demás, cualquier mujer se sentiría maravillada de tenerlo como esposo, debería conseguirle una mujer, una que no sea la perra de Brihana, y no
La mansión Maquelssy era hermosa, sin duda siempre me hacía recordar las cosas más maravillosas, alguno no tanto, pero siempre me hacina pensar en la vida que me esperaba junto a él, aquella en la que tuve unos hermosos hijos, aquella en la que planee hasta el final la caída de este reino el resurgimiento de uno nuevo, la verdad es que no tuve ningún tipo de hijos en este lugar, pero si soñé con criarlos aquí, una vez, en una de mis vidas imagine viviendo en este lugar con mis hijos siendo la gran señora de la casa, todos después de que sacara de mi camino a Elizabeth, pero no fue así, al final solo fue no más que un sueño, uno estúpido y ridículo que terminó siendo no más que un terrible deseo que no llego a nada. —Su santidad, me han informado que el Duque no se encuentra, de hecho, me han pedido que nos retiramos de inmediato…—El hombre que manejaba el coche me observaba con un notorio rostro lleno de desolación, mientras yo me trague el horrible deseo de mandarlo a los confines d
El rostro de mi esposo no parecía estar para nada de buen humor, este leía la carta enviada y parecía tenso lleno de disgusto, mientras yo solo lo observaba desde el enorme sillón que estaba en su oficina, todo iba bien, había logrado mi cometido, las piedras santas estaba surgiendo y pronto yo podría ser más rica que el mismísimo templo, así que no tenía que preocuparme por mucho, por lo menos no en lo económico, pero parecía que había algo más, algo que le disgustaba a Vincent, por lo que espere una respuesta de su parte, alguna expiación, de verdad no parecía para nada de buen humor, por lo que solo tome un poco de aquel té que he de decir que estaba delicioso y di un gemido a sentir el sabor envolver mi boca, el chef de este lugar es un dios para cocinar.Pero parecía algo que podría decir que no era importante, más cuando pensé en el hecho de poder tal vez pedirle a Vincent que lo llevamos con nosotros, que tal vez consigamos más personas, de estas, sin contar con el hecho de que
No podía créelo, simplemente no podía estaba paralizada, la observaba completamente pasmada, mientras ella solo dio un largo suspiro y se levantó de la cama con la presencia de una reina y me observo como si no fuera más que una basura, una basura de la que se iba a encargar pronto, una basura que no estaba dispuesta a que ella se atreviera a observarla de tal manera, pues yo estaba más que determinada a no permitir que la sorpresa y la completa repulsión que ella ahora me daba no me colocara en desventaja ante esta perra santa ante esa mujer maligna que era más que claro que tenía un plan en sus manos y solo no me causaba curiosidad, me causaba repulsión. —¿Crees que es la primera vez que te enfrentas contra mí? La verdad es que no lo es, la primera vez, cuando tú eras la prometida de Vincent, me encargué de que murieras, fue fácil, no tuve problemas con ello, la segunda vez fue cuando…—No me importa, la verdad es que me importa una mierda tus delirios, no te estoy enfrentado por l
El templo se llena de luz, era el lugar más amplio que había visto en mi vida, todo estaba hecho de marfil y oro, y sin duda alguna era la gloria del imperio, me había preguntado muchas veces que tan impresionante era este lugar, nunca en mi vida por lo menos no en la que había alcanzado a vivir como Elizabeth, había conocido aquel lugar, la verdad es que soy muy poco creyente, por no decir escéptica, porque vamos solo era un mutante que había pisado aquellas tierras y había dejado personas con dones sobrenaturales, además de descendencia, en su mundo harían un comic de este y con el tiempo lo haría un vengador o parte de la liga de la justicia, posiblemente una que otra película, o una serie que los críticos destruirían aunque tuviera buena trama.Sin duda alguna nada fuera de lo común. Pero en este mundo, le han hecho un templo y hablan de su magnificencia, aquello parecía un deja vu, ¿Dónde había escuchado aquello? La verdad no lo recordaba, pero si soy sincera este lugar es preci
Duque su majestad… Por favor, por favor por lo más sagrado tenga piedad de mí, por lo más sagrado…—observaba al hombre como si no fuese más que basura, mientras tenía mi espada de lado y me mostraba como el hombre ruin y macabro que era, mientras me preparaba para poder al fin darle su merecido.—¿Por qué debería tener piedad por ti? ¿Tienes idea de lo que hiciste? ¿Quién te has creído en alabar a un miembro del templo? ¿Quién te has creído al comparar a mi preciosa y sublime esposa con esa maldita mujer? Pensaba en cortar tú cuello, en dejarte sin cabeza, pero me parece más divertido el hecho de poder cortarte un brazo y que vivas toda tu maldita vida no siendo más que un estorbo para los demás y más que todo deseo que vivas todas tu miserable vida arrepintiéndote por lo que has hecho…—No por favor, por favor no…—No me importaba él se había puesto de rodillas ante mí, suplicaba por piedad, pero solo le hice una señal a los hombres a mi lado aterrados por la situación y con su ayuda
—¿Cómo es que estás de buen humor cuando tu hermana solo parecía querer comprar el templo como en una subasta? Una verdadera vergüenza, una completa vergüenza, sin duda…—Mi hermano sonrió con diversión ante las palabras enojadas de mi madre luego de decir “la pasamos muy bien” desde ese entonces ella no ha parado de quejarse y de mostrarse renuente a todo lo que ha sucedidoMientras yo me encuentro un poco ansiosa, un poco llena de nervios, no sabía qué estaba ocurriendo, no sabía qué me pasaba, la verdad es que estaba nerviosa llena de ansiedad y podría decir que incluso estaba un poco preocupada no debí dejar a Vincent solo, debí quedarme con él, pegarme como un maldito chicle en su oficina e inventar que estaba allí con él por el hecho de que no entendía algunos documentos como nueva Duquesa o por el hecho de que no podía vivir un solo segundo sin él, sé que sonaba algo extremo, pero tal vez no le molestaría, tal vez solo una tontería, tal vez no debía estar nerviosa o ansiosa, él
—No podemos ir al templo así nada más, estas cosas no son como si dijeras que va a ir un lugar y recibir auxilio, por el dios del sol, solo vamos a casa hija, tal vez cuando el Duque y tú se calmen, tal vez…—No digas tontería madre… Ese hombre engañó a mi hermana ¿Qué más necesitas con eso? ¿Quieres que ocurra lo mismo que ocurrió contigo y padre?—Bien aquellas palabras de mi hermano habían salido muy brutales tanto así que lo observe sorprendida, en lo que observe sus ojos llenos de lágrimas y dolor, tal cual como los de mi madre, lo sabía esto no era solo difícil para mí, para mi familia era tal cual, solo nos hacía recordar aquella mala época, la que vivimos luego de que padre se marchara con aquella mujer, luego de que ocurriera todo incluso el ingreso a nuestra familia de WilEstas horribles circunstancias tenía tan tensa a mi familia, que mi hermano solo se había proyectado en esto, mientras mi madre en busca que yo no sea humillada como ella lo ha sido por estos años debido a