-Ariadna tienes que empujar.
-No puedo, de verdad que no puedo.
-Solo un poco mas,venga, tu puedes. Empuja.
-La cabeza a salido, vamos a empujar con todas las fuerzas que puedas.
-No me quedan fuerzas doctor.
-Ariadna lo estas haciendo muy bien, es un pequeño esfuerzo mas . Venga coge mi mano.
Y a los pocos minutos se escucho su llanto, lloraba con mucha fuerza.
-Lo has hecho muy bien. Lo van a limpiar un poco.
Llevábamos muchos años juntos, pero nuestro amor no había cambiado con el paso del tiempo. Tú seguías siendo el mismo hombre dulce, cariñoso, atento que siempre estaba pendiente de mi como cuando nos conocimos. Todas las semanas me enviás un ramo de flores a pesar de que yo trabajo en una floristería, me encanta que no cambies con el tiempo.-¿ Cómo tu novio te sigue mandando flores cuando trabajas aquí? No sé podría mandarte joyas.-Ya sabes que lo hace desde que estamos juntos, y me encanta que siga haciéndolo.-No he visto una pareja como vosotros, lo normal es ir perdiendo el interés, pero parec&e
A la mañana siguiente la tormenta no había parado, sales para ver como esta el suelo, pero cuando intentas dar un paso te hundes en el barro. Trevol te observa desde la puerta. Empiezas a maldecir. -Te dije que seria imposible, conozco estas tierras como la palma de mi mano -Cariño venga no te lo tomes así, seguro que mañana esta mejor -¿De verdad? ¿ no ves que la lluvia no deja de caer? Se nota que estas muy cabreado. -No hace falta que pagues tu frustración conmigo, o ¿ crees que a mi esto me gusta? Pero es lo que hay. -Claro, si no hubieras querido bajar del coche esto no habría pasado, pero yo siempre hago todo lo que quieres. Entro sin decir nada, no quiero seguir discutiendo, en este momento solo quiero correr sin parar y gritar con todas mis fuerzas, pero me controlo. -Aria ven a desayunar. No se lo tengas en cuenta, los hombres son así, cuando no saben que hacer, para ellos es mejor buscar un culpable que admitir que están perdidos. -Si él tiene razón, yo fui quien q
Trevol yacía en el suelo del cobertizo sobre un charco de sangre, tenia un cepo de caza en la pierna. Jennifer estaba de rodillas a su lado llorando desesperadamente. Adam intento levantarla pero le dio un grito y le empujo. Volvió a cogerla de un brazo y la levanto, la llevo hasta mi, se abrazo a mi con mucha fuerza mientras lloraba. -Llevatela dentro. -Esta bien.-Jack, ¿ la casa tiene sótano? -Si-Bien, ayudame a llevar el cuerpo hasta él, no podemos dejarlo aquí-Pero, Adam ¿como vamos a dejarlo en el sótano cariño?
Jennifer se levanto diferente, cuando la vi estaba en la cocina preparando el desayuno, yo había subido un momento a cambiarme. Estaba como si nada hubiera pasado y me daba miedo preguntar. -¿Cómo te sientes? -Bien, ¿tu estas bien? Yo no entendía nada, ¿habría perdido la cordura?, fui para la habitación, donde estaba Adam -¿ Que te pasa? -Es Jennifer, esta muy rara, actuá como si no hubiera pasado nada. Estoy algo asustada. -Se habrá hecho a la idea, o actuar así es su manera de llevar el dolor. -No, creo que algo no esta bien, esta madrugada vi salir a Jack del sótano -Eso no es raro, no pudo estar con su padre y es normal que quisiera estar con él y llorarle, piensa que es igual que cuando el cuerpo esta en el tanatorio. -Adam, pero no lo esta, esta en un sótano. Dios tenemos un cuerpo sin vida en el sótano. No es como estar velando un cuerpo en un tanatorio, es raro y bastante siniestro -Deja de preocuparte por cosas que no tienen sentido, no estas en su cabeza y cada per
Han pasado varias horas no has aparecido en ningún momento por la habitación, me siento muy tensa, decido ir a darme un baño, la puerta esta cerrada por dentro, me vuelvo, habría pasado una hora cuando vuelvo al baño, sigue cerrada, bajo al salón, pregunto si alguien sabe quien hay en el baño, ninguno contesta, voy a la habitación de Jennifer, toco la puerta y nadie contesta, abro, no hay nadie, vuelvo al baño, llamo, una y otra vez, pero no tengo respuesta, sé que Jennifer esta dentro, algo de mi me lo dice, bajo corriendo las escaleras. -Jennifer esta en el baño, pero no abre ni contesta, creo que le pasa algo. Subimos llamamos y nada, Adam y Jack intentan abrir la puerta, están bastante tiempo hasta que la puerta cede, Jennifer esta en la bañera, el agua es totalmente rojo, hay un hacha en el suelo, al lado de la bañera. Los cortes de bazos y piernas me impresionan, pero también tiene en la cara, tiene un corte muy profundo en la frente, ¿ cómo podría hacerse ella misma eso?. Sal
Me trasladan al psiquiátrico, me despierto en una habitación minúscula, tiene una cama y una mesita de noche, un pequeño baño y nada mas. Al día siguiente empiezo terapia. -Ariadna, vamos a empezar con la medicación que te hará estar mejor, con ella no tendrás brotes y con el tiempo volverás a ser la de antes. -Yo no necesito medicación. ¿ y como voy a ser la de antes con todo lo que ha pasado? ¿ Cómo voy a seguir sin Adam? -Tienes que colaborar por tu bien, si haces caso y tomas la medicación puede que salgas de aquí antes. Nosotros solo queremos ayudarte y para eso estamos, pero tú tienes que poner de tu parte. Los días en el centro son repetitivos, te levantas, te duchas, desayunas, vas a una sala donde estas con los internos, comes, vas a la sala con todos los internos, meriendas y vuelves a la sala, cenas y vas a la sala y después a dormir, siempre estas vigilada por los celadores y algunas enfermeras. Tomo mi medicación cada vez que me toca y todos los días lo mismos, todos
-Aria, mi amor ¿ Qué haces debajo de la lluvia?-Esa voz, me gire y ahí estaba, si era él. Adam-¿Adam?-Dime -¿Eres tu?-Jaja ¿ Qué te pasa? Claro que soy yoLo abrace con todas mis fuerzas, pude olor su perfume, era un olor que me encantaba, muchas veces me ponía jerséis suyos solo por tener su olor cuando no estaba en casa-Cariño he tenido un
Estaba nevando, yo miraba por la ventana, me gustaba ver nevar, me hacia sentir en paz era algo que me relajaba mucho. Podía ver desde la ventana a niños jugando con la nieve y era inevitable no recordar los días de nieve a tu lado. Hacíamos un muñeco de nieve que cada año nos quedaba mas feo, pero tu siempre estabas muy orgulloso de nuestro trabajo y nos hacíamos mil fotos para compartirlas con nuestros amigos. Hacías una bola de nieve y siempre te las apañabas para metermela por el jersey, no sé como lo conseguías porque yo iba muy abrigada. Todos los años me pillabas desprevenida, después de nuestro arduo trabajo con el muñeco de nieve, íbamos a la misma cafetería a tomar chocolate caliente y unos pastelitos de canela que nos encantaban. Amabas esta época del año y yo amaba vivirla contigo. Disfrut