En todo el trayecto a la casa nadie habló una palabra y era obvio el ambiente deprimente, nada que ver con la alegría y relajación que teníamos hace solo unas horas.Miraba por el espejo retrovisor a Estefanía, pero ella no me miró ni por un segundo, estaba muy concentrada observando el paisaje exterior, pero yo sabía que su cerebro debería estar trabajando a mil, porque además su ceño fruncido, la delataba.Ya había dejado de derramar esas pequeñas lágrimas que salieron de sus ojos al inicio, pero eso era lo peor, no porque quisiera que estuviese llorando, daría lo que fuera porque sus lágrimas solo fueran de pura alegría, pero la conozco muy bien.Así, con esa actitud de intocable e invencible, solo estaba construyendo un muro de hierro a su alrededor que le permitía defenderse, pero que no dejaba entrar tampoco a nadie.Esa era de las peores cosas que tenía la secretaria Monroe, como había tenido que hacer frente sola a todos los problemas de su vida, entonces aunque tuviese la per
- Estefanía hablemos por favor- le digo persiguiéndola en su caminata sin sentido, una vez que termino mi conversación con Williams.- No, escúchame tú Alan, cada vez que pienso que puedo sacar la cabeza de esta relación tan tóxica que he mantenido por años contigo, algo sucede que vuelve a hundirme de nuevo en este bucle sin fin de problemas y agonía- me dice girándose con rabia y enfrentándome.Yo me quedo estupefacto porque no entiendo que tiene que ver su relación conmigo, con el hecho de que se hayan filtrado sus fotos.Aunque por supuesto ni muerto le voy a rebatir en estos momentos, en realidad yo no la obligué a que se tomara esas fotografías, ella lo hizo con sus razones más que justificadas, pero al fin y al cabo nadie le puso un cuchillo al cuello y la obligó.No obstante a eso, me quedo callado y espero para escuchar todas las cosas que tenga que decirme, porque ahora mismo, con el cabreo que tiene, creo que me va a costar mucho trabajo que me escuche.Al menos que me use
Punto de vista de la Secretaria Monroe:Alan se fue totalmente enojado y ni siquiera escuchó mis llamados. No sé si lo que siento ahora mismo es arrepentimiento o alivio por haberme liberado de algunas de mis frustraciones internas.Ese día cuando salía del trabajo, casualmente sola, porque Alan se quedó en la compañía para resolver unos asuntos pendientes, el auto con el chofer de la Sra. Kingsley me estaba esperando en un sitio discreto, pero era obvio que la invitación que me hicieron no daba pie a ser rechazada.Iba super nerviosa en el camino a la mansión Kingsley porque algo me decía que esta conversación no iba a ser para nada agradable. En efecto, la Sra. Elba me recibió en su salón con ese estilo suyo, estirado, aristocrático, retrógrado y mirándome como quien mira a una cucaracha.Es cierto eso que dicen que las personas de la alta sociedad son maestras en ofenderte a muerte, sin ni siquiera decir una palabra vulgar. Solo con ironías y sarcasmos te van hundiendo la moral y l
Punto de vista de Alan:Estoy totalmente aterrado porque presiento que le está dando un infarto.Dulce y varios de los empleados llegan corriendo ante mis maniáticos gritos y les digo que llame a una ambulancia con urgencia, por suerte el hospital, donde mi abuela siempre se atiende la salud, no queda lejos de la casa.Dulce enseguida se puso en contacto con ellos y coordinó que viniera una ambulancia.Mientras tanto yo traté de calmar mi ansiedad, porque así no era de ni ninguna ayuda.Intenté recordar las clases de primeros auxilios que di en la universidad y revisé que mi abuela no tuviera ninguna prenda ajustada en el pecho, como el corsé, ese que en ocasiones se ponía y afortunadamente hoy no llevaba.La acomodé en una posición semi sentada, apoyada contra mí y le hablaba suavemente, asegurándole que todo estaría bien, que intentara respirar lo más tranquila que pudiese a pesar del dolor.El ambiente estaba super tenso y todos nos encontrábamos preocupados, pero les indiqué que s
Al otro día llevé a Mateo al colegio y fui a la oficina de la trabajadora social, para hablar personalmente con ella de todo el asunto.Me vestí muy formal, como mismo hacía cuando iba a trabajar, a ver si eliminaba un poco esa imagen de modelo semidesnuda que salió en la televisión.En realidad, no entiendo por qué algo sin tanta importancia pudo trascender con tanto sensacionalismo, yo no era ninguna celebridad y ese programa no era el más famoso del país ni mucho menos.Posiblemente lo hayan visto algunas personas y ni siquiera se acuerden de quien soy o de mi nombre, cuando más me asociarán con el nombre de la compañía para la que trabajo.Si alguien maliciosamente no me hubiese denunciado en servicios sociales, no creo que, ni siquiera ellos, se hubiesen enterado nunca de eso.- Buenos días Srta. Monroe, siéntese por favor- me saluda la trabajadora social que siempre había atendido el caso de la custodia de Mateo, cuando me la dieron en aquel momento, por ser su único familiar re
Tenía entendido que todo este procedimiento de solicitud en la corte, de las notificaciones y todo llevaba tiempo, días o incluso semanas, pero no esperaba que la cita para la prueba de ADN sería dos días después, de que me llegó la notificación oficial.Al parecer el padre de Mateo era una persona con muchas conexiones o dinero de su lado, lo cual por supuesto suponía una carga más en contra mía, que vivía con lo diario y aún estaba pagando hasta deudas.Y más me cercioré de mis sospechas, cuando llegue al laboratorio por la mañana, donde se le iba a realizar la prueba de ADN al niño.Era un laboratorio muy exclusivo y costoso, famoso por su rapidez y eficacia, así que esta prueba de ADN que podía durar semanas en ofrecer un resultado, en este sitio podían decirte si eran familiares o no en a penas unos días, todo dependía de cuanto estuviese dispuesto a pagar.Al parecer este señor quería quitarme a Mateo con desesperación.- ¿Tía vas a dejarme aquí con ese señor?- me pregunta de re
Punto de vista de Alan:Llevo unos días que no se los deseo ni a mi peor enemigo. Mi abuela definitivamente sufrió de un infarto agudo del miocardio y ha estado muy grave. Tanto así que por momentos pensé que iba a morir por el disgusto que le di.Como no se puede contar con mi padre, como siempre sucede, que ahora anda por Tailandia en un templo budista internado, según él no puede salir, así que si mi abuela muere supongo que tendré que enterrarla también solo y sin ningún apoyo.Siempre pensé que no había nada de malo en su espíritu libre, pero ahora me doy cuenta de que no es más que otro irresponsable, que a pesar de haber nacido con una cuchara de oro en la boca, se daba el lujo de andar quejándose de las vicisitudes de la vida y de su mala suerte.Espero que en ese templo, le enseñen algo de responsabilidad y gratitud, porque mientras él vive libre gastando la fortuna de mi abuela, ella está aquí agonizando entre la vida y la muerte y a él le importa un carajo.Estoy sentado fr
Punto de vista de la Secretaria Monroe:La verdad es que no pensé nunca estar en un lugar tan intimidante como una corte y aunque no es por ningún delito, la gravedad del asunto, para mí, era casi la misma, me estaba jugando el tener a mi amado sobrino a mi lado.Estaba vestida, como cuando iba a trabajar a la oficina y esperando en un banco de madera en el pasillo vacío afuera de la puerta donde se iba a llevar a cabo la audiencia, mi abogado aún no estaba y en realidad yo llegué con tiempo de sobra.Con era lógico, vine sin Mateo, porque igual en algún momento el abogado me dijo que le iban a consultar su opinión, porque ya era un niño grande, pero generalmente eso no se hacía en la primera sesión.Que la cantidad de audiencia dependía que cuanta complicación tuviese el caso y de lo que determinara el juez que lo iba a presidir.No he dormido bien en varios días, así que por mucho corrector que me quiera poner, las ojeras están ahí presentes.Estoy sumamente nerviosa y creo que hast