Inicio / Romántica / La vida secreta de mi secretaria / XLII. Señorita Evans, solo puedo ser su amigo
XLII. Señorita Evans, solo puedo ser su amigo

Ese fin de semana, a pesar de la depresión de ser rechazado flagrantemente, mi abuela se puso extremadamente pesadita e insistente para que fuera a almorzar con ella a su mansión.

Así que aquí estoy bajándome de mi Audi R8 color blanco.

Llevo un look casual de pantalones beige de Ralph Lauren, una camisa de algodón manga larga en tono pastel de Hugo Boss, por encima un suéter fino de Brunello Cucinelli, con su cuello en V color gris.

Mis cómodos mocasines de cuero Gucci, en tono café, mis gafas de sol de Tom Ford para protegerme del sol y mi cabello castaño oscuro, peinado, despreocupadamente elegante.

Miré mi Rolex y determiné que había llegado a tiempo, si hay algo que odiaba la Sra. Elba Kingsley es la impuntualidad.

Subí las anchas escaleras de mármol blanco de la entrada, debo decir que esta mansión con un estilo entre lo clásico y lo posmoderno, era algo así como una coca cola en el desierto, porque en Manhattan este no era para nada el estilo de las edificaciones, donde reinaba
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo