Capitulo446
Conduje el auto hasta un lugar apartado donde no había nadie, y de inmediato estacioné el vehículo.

Después de todo, María seguía escondida debajo del asiento del copiloto, y como no podía moverme bien, tanto para acelerar como para frenar sería una completa travesía, no me atrevía a conducir a gran velocidad.

Una vez que estacioné el auto, le dije a María: —Listo, ya me he deshecho de tu amiga, puedes irte ahora mismo.

María salió debajo del asiento del copiloto y me lanzó una mirada muy fría.

Pensé para mí misma: ¿ por qué me mira de esa manera? No soy yo quien te obligó a esconderte en ese lugar. Esta mujer en verdad tiene algo bastante raro.

Sin embargo, no dije nada al respecto, porque sabía que, en cierto punto, yo había aprovechado la situación, y si ahora la regañaba, estaría siendo un poco injusto.

María se salió de mis brazos y, tras arreglarse la ropa, eligió por hacer típica actitud distante: —A partir de ahora, tú y yo no tenemos nada que ver en lo absoluto. Lo mejor será
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP