Capitulo449
No sabía muy bien cómo mover las manos.

Solo sentía que mis mejillas estaban ardiendo con pasión, y mi corazón parecía estar a punto de salirse de mi pecho.

—¿Qué pasa? ¿Por qué dejaste de masajearme? ¿Te dije algo demasiado evidente y además te asusté?—

La señora Elara, al terminar de hablar, se tapó la boca mientras sonreía de manera disimulada. —Soy una persona común y corriente, ya estoy acostumbrada a ser así. No te lo tomes a mal.

Sonreí nerviosamente. —No, no para nada.

Aunque decía eso, mi mente estaba hecha un completo caos.

Sentía que la señora Elara acababa de burlarse de mí.

¿Será que le gusto?

No puede ser, la señora Elara es una mujer muy elegante y distinguida, seguro que no se fijaría en alguien tan joven como yo.

Debe ser que estoy pensando demasiado.

Las mujeres ricas como ella, a menudo se divierten a costilla de nosotros, los más jóvenes.

Continué masajeando a la señora Elara.

—Miau.

El gato de raza se encontraba acurrucado sobre el mueble. Con sus ojos grandes y br
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