Amanda sentía como se desquebrajaba su espíritu. Su cuerpo estaba dolorido y su conciencia comenzaba a desvanecerse.El calvo, emocionado y lleno de excitación, comenzó a rasgar su ropa.En ese momento, la puerta se abrió de golpe.Un fuerte disparo resonó, y el tipo recibió un tiro en la frente. Sus ojos quedaron abiertos de par en par, su mirada se fue apagando lentamente hasta que su cuerpo cayó pesadamente sobre ella.Amanda lo empujó rápidamente, y en ese instante, le regreso el brillo en los ojos.—¡Jorge… viniste…!Las palabras se le quedaron atascadas en la garganta, congelándola en su lugar.No era Jorge quien había llegado, sino Héctor.—¿Qué pasa? ¿Te decepcionó verme? Haciendo un gesto cínico. Este idiota siempre queriendo hacer mas de la cuenta. Amanda apretó los labios, sin decir nada, y se retiró lentamente hacia un rincón.Se acurrucó, abrazándose con fuerza.Ya sabía la respuesta en el fondo de su corazón, entonces, ¿qué seguía esperando?Héctor ordenó que se llevaran
Héctor silbaba mientras miraba cómo Jorge se acercaba cada vez más.—Vaya, el señor Toledano tiene los cojones bien puestos. En serio vino solo a entregar el rescate.—La plata está aquí, suéltala ahora mismo.Jorge dio unas palmadas al maletín en sus manos. Eran dos grandes cajas llenas de dinero.—Sube, comprobaré el dinero y, naturalmente, la dejaré ir.—¡No subas…! ¡Por favor no lo hagas!Amanda dijo con urgencia.Jorge la miró con ternura y, aun así, subió.Al ver las heridas en su cuerpo, su corazón se contrajo, y con su mano grande, acarició suavemente su rostro.—Lo siento, siento mucho que hayas sufrido, estoy aquí para irnos juntos.—¿No habías elegido ya a Catalina?—Ella es mi hermana, tengo que salvarla. Tú eres mi esposa, también tengo que salvarte. Si Catalina no recibía tratamiento a tiempo, podría haber muerto. No tuve más remedio que elegirla, pero tampoco voy a quedarme de brazos cruzados si algo te pasa. Si no puedo salvarte, entonces moriré contigo, es mi decisión
—Señorita Catalina, por favor cálmese un poco, esta fue decisión de Jorge, ¿qué culpa tiene Amanda de todo eso?—Amanda, será mejor que reces para que mi hermano esté bien, de lo contrario no te lo perdonaré jamás, ¿Cómo pudiste regresar sin él?Catalina la miraba con frialdad y total desagrado. Tony ayudó a Amanda a subir a la ambulancia. Tenía varias heridas externas, todas causadas por el secuestrador.Era tan frágil que parecía que un viento fuerte podría derribarla. Con el cuerpo al descubierto y lleno de cicatrices, había llegado al límite de su aguante.Tan pronto como subió a la ambulancia, perdió el conocimiento.En su mente resonaba una y otra vez una frase:—Amanda, si tú estás viva, yo también lo estaré. Espérame por favor.Amanda no podía hacer nada más que aferrarse a esas palabras y creer en lo que Jorge había dicho.Estuvo inconsciente durante más de una hora. Cuando despertó, estaba en el hospital.Abrió los ojos y su visión estaba borrosa. Solo pudo distinguir a algu
—¿Y si… dejamos que el tío asuma el control temporalmente? Cuando mi hermano regrese, ya discutiremos entonces qué hacer.En ese momento, Amanda escuchó la voz de Catalina.—¡No puede ser! —exclamó Tony, alarmado, mientras abría de un solo impacto la puerta de la sala.—Ya que la señorita Catalina lo propone, no tengo más remedio que aceptar la responsabilidad y asumir…—¡Un momento! —gritó Tony.—Jorge está desaparecido, han pasado apenas unas horas. ¿No creen que están siendo demasiado apresurados? Esperen a que él regrese. Todos deben mantenerse en sus puestos, nadie debe actuar por su cuenta, los asuntos diplomáticos aún deben ser direccionados por Jorge.—¿Y tú quién te crees que eres? Esto es una reunión de alto nivel del grupo Toledano. Sin Jorge, ¿qué derecho tienes a hablar? —interrumpió el vicepresidente, con un tono despectivo.Los demás miembros del consejo también comenzaron a murmurar, expresando su descontento con lo dicho por Tony.Peor aún Catalina parecía confundida,
Las palabras de Amanda fueron tan contundentes que nadie se atrevió a replicar, ni a refutar.Había puesto en juego su propia vida.—Bien, eres valiente. Ahora quiero ver cómo logras salir a flote esta vez.El vicepresidente, furioso, abandonó la sala.Catalina miraba su vientre con asombro.—¿Estás embarazada? Amanda, ¿me estás mintiendo? ¿Verdad? Nunca he escuchado a mi hermano hablar de eso…—Tony, vámonos.Amanda no le dirigió ni una mirada a Catalina, girándose para salir mientras ella gritaba tras ella.Ambos llegaron a la oficina del gerente.Tony tenía el rostro bastante preocupado.—Señora, ¿por qué arriesga su vida de esa manera? ¿Está segura de lo que esta haciendo?—¿No fuiste tú quien dijo que debíamos confiar en Jorge? Si confío en que volverá, entonces yo no moriré.Tony apretó los labios. Aquello no había sido más que una frase para tranquilizarla, pero Amanda parecía haberlo tomado demasiado en serio.—Tranquilo. No tengo intención de suicidarme. Lo dije para estabili
Dicho esto, Jorge se dio la vuelta sin mirar atrás, dejándolo en el suelo.Hasta hoy, las palabras de Jorge seguían resonando en su mente, sin poder olvidarlas.Se calmó un poco y comenzó a pensar: ¿qué hizo Amanda para merecer ser abandonada una y otra vez? Al principio, ella también había confiado en él de corazón.Pensando en esto, al ver a Amanda, su corazón se apretó como si una mano invisible lo estuviera estrujando, dejándole sin aliento.—Amanda…Recordó los bellos momentos que compartieron, llamándola por su apodo, pero Amanda lo interrumpió sin piedad.—Señor Lucas, por favor mantenga usted distancia ¿acaso somos tan cercanos? No me llame de forma tan cariñosa, no quiero que su esposa se haga ideas equivocadas, ¿no? No tenemos nada entre nosotros.En ese momento, Amanda parecía un erizo, con espinas cubriendo su cuerpo.La miró fríamente a Lucas, apretando los puños con fuerza, sin hacer el menor ruido.Nunca podría olvidar el daño que Lucas le había hecho. Fue incluso peor q
En ese momento, sonó el teléfono de la oficina, otra vez era para convocar una reunión.En todo el grupo, cualquier pequeño asunto requería una reunión, era la intención del vicepresidente. Su justificación era que, dado que Amanda era la esposa del presidente, todos los asuntos, grandes o pequeños, debían ser decididos por ella personalmente, pero discutidos en grupo.Ahora era un momento crítico, todos estaban esperando en sus puestos, por lo que Amanda no podía descansar en secreto.Amanda le pidió a Tony que preparara los materiales para la reunión, y que los repasara con ella para familiarizarse con el contenido, y así poder tomar decisiones más fácilmente.Si no sabía qué hacer, simplemente debía seguir el plan de Tony, ya que seguro no habría error.—El vicepresidente está siendo demasiado riguroso. Tú misma dijiste que estás embarazada, y deberías descansar bien y no sobrecargar tu cuerpo, pero él siempre convoca reuniones, de manera ostentosa, sólo para que tú… Menos mal que n
Tony estuvo a un lado durante estas más de treinta horas, explicando cómo Amanda había mantenido el control de la situación con su cuerpo débil, evitando que el subdirector aprovechara la oportunidad.—Amanda… en verdad es bastante de admirar. Jorge, siempre me preguntaba qué tipo de mujer podría estar a la altura de un héroe como tú. Incluso cuando te casaste con Amanda, sentía que no era lo suficientemente buena para ti. Pero ahora me doy cuenta de que Amanda no le tiene nada que envidiar a ninguna mujer. Jorge, por favor, no la defraudes.—No te preocupes, no lo haré, valoro mucho su existir, incluso si es un poco salvaje.Jorge miraba dulcemente a Amanda en la cama, sin querer apartar la mirada.—Jorge Toledano, me preocupa que puedas defraudar a Amanda, que ella te deje. Con el encanto que tiene Amanda, podría encontrar su lugar en cualquier parte, pero tú… Si te separas de Amanda, tal vez nunca más encuentres algo tan bueno.Jorge…¿De quién es este subordinado?…Amanda no sabía