Capítulo 6
Viviana escuchó con atención, le lanzó una mirada a su mejor amiga, antes de acercarse a Amanda y, tomándola de la mano con entusiasmo, decir:

—Amanda, ¿en serio viniste a felicitarme? Sabía que me habías perdonado. Ninguna otra felicitación vale tanto como la tuya. Solo tu bendición puede hacerme realmente feliz. —Viviana mostraba una expresión inocente con sus ojos brillantes.

«¡Qué buen espectáculo, ¿verdad?!», pensó Amanda.

—La verdad es que te equivocas. Solo he venido a comer. No sabía que Lucas estaba aquí.

Tras decir esto, Amanda intentó marcharse, pero Viviana la sostuvo con fuerza. Y, dejando caer unas cuantas lágrimas, aparentando tristeza, dijo:

—Todavía no quieres perdonarme. Sé que te he fallado, por eso haré lo que me pidas. Si es necesario, te pido disculpas otra vez.

Antes de que Amanda pudiera responder, Viviana se tambaleó y cayó estrepitosamente al suelo. Tras esto, comenzó a sollozar de manera incontrolable, llamando la atención de todos los que pasaban por el baño.

Al ver esto, las amigas de Viviana se pusieron furiosas y, rápidamente, la ayudaron a levantarse.

—¡No tienes por qué disculparte ante ella! ¡No hiciste nada malo, Lucas ya no está con ella! ¡Disfrutó de tres años que te pertenecían a ti! Entonces, ¿por qué dejas que te trate así?

—¡Sí, iré a buscar a Lucas para que te defienda!

Acto seguido, una de ellas salió corriendo.

Un minuto después, Lucas llegó apresurado, ignoró a Amanda por completo, y abrazó a Viviana, limpiándole las lágrimas con ternura.

—Escuché que Amanda te estaba acosando y te obligó a disculparte. ¿Cómo no me pediste ayuda? ¿Qué derecho tiene para regañarte? —preguntó, antes de volverse hacia Amanda, furioso.

Viviana sollozaba sin poder articular palabra, lo que hizo que la preocupación de Lucas aumentara y se enojara con Amanda aún más.

Amanda observaba con frialdad.

Viviana era realmente una excelente actriz, ella realmente no le había hecho nada.

Ella solo quería marcharse, pero Viviana, con su actuación, no se lo había permitido, buscando que todos presenciaran su majestuoso drama.

Amanda, desesperada, miró entre la multitud, preguntándose dónde estaría Jorge.

—Lucas, ella te ha estado siguiendo. Sabe que ibas a proponerle matrimonio y quiere arruinarlo todo.

—¡Amanda, ya basta!

En ese instante, Amanda que Lucas llevaba una venda en la cabeza. Al parecer, la herida que ella le había provocado había sido superficial. Aunque había sangrado bastante, no había llegado hasta el hueso.

Tal vez, Lucas había estado tan ocupado con Vivian que no había tenido tiempo de buscar problemas con ella.

—No sabía que estabas cenando aquí, ni que ibas a pedirle matrimonio. Ella solo está fingiendo, yo no le dije nada. Así que, si no hay nada más que hablar, me iré a cenar —dijo Amanda y se dio la vuelta para marcharse.

Sin embargo, Lucas la detuvo, tomándola de la muñeca, con rabia.

—¿Cómo te atreves a mentir? Te ordeno que en este momento le pidas perdón a Viviana y que no vuelvas a aparecer frente a ella.

Amanda guardó silencio por un momento, antes de preguntar:

—¿Por qué debería disculparme?

—¡Porque le robaste su lugar y disfrutaste de sus beneficios durante tres años!

Con una sola frase, Amanda sintió un profundo y punzante dolor en su corazón.

¿Ella lo había hecho? ¿Acaso no había sido él quien la había engañado? ¿No fue ella quien le había dedicado tres años de su vida estúpidamente?

¿Acaso Lucas no sentía ningún tipo de remordimientos?

Claro que no. Ellos dos, simplemente, no tenían corazón.

—¡No hice nada malo! ¡Suéltame! ¡Solo vine a cenar!

—¡Discúlpate! —ordenó Lucas.

Amanda luchó con todas sus fuerzas, pero Lucas la sujetó tan fuerte que su muñeca se enrojeció y el dolor fue tan intenso que casi creyó que se le rompería.

Mientras Lucas aumentaba su fuerza en ella, las amigas de Viviana también sujetaban a Amanda, intentando que se arrodillara y le pidiera disculpas en ese momento.

—Lucas, no seas así. Ella solo está celosa porque te ama.

—Viviana, siempre eres tan amable, incluso con quien te hace daño.

Ambos se miraron con una intensidad apasionada.

Mientras tanto, Amanda, enfureció, asustando a las amigas de Viviana, quienes instantáneamente la soltaron.

Con su mano libre, Amanda abofeteó a Lucas con fuerza, y su mano también golpeó a Viviana, quien se encontraba sumamente cerca de Lucas. El sonido fue tan claro que todos se sorprendieron al oírlo.

El golpe hizo que Vivian empezara a llorar de nuevo y los ojos de Lucas se enrojecieron de ira, antes de alzar el brazo con toda su fuerza. El golpe que pretendía darle a Amanda, tal vez le arruinaría el rostro por completo.

Amanda buscó la manera de escapar, pero no tenía dónde esconderse, estaba atrapada por Lucas, por lo que cerró los ojos esperando el impacto. Sin embargo, en su lugar oyó el furioso grito de Lucas.

—Jorge, ¿qué estás haciendo?

Amanda, temblorosa, abrió los ojos y vio que Jorge había sujetado el brazo de Lucas con rabia, colocando su mano contra su espalda, impidiéndole moverse.

Al sentir el fuerte dolor, Lucas soltó a Amanda y notó que Jorge la abrazaba con un brazo, protegiéndola con cariño.

Con la protección de Jorge, Amanda comenzó a calmarse.

—¿Ahora te atreves a golpear mujeres? Lucas, cálmate, hay mucha gente aquí.

Lucas miró a su alrededor, viendo que todos lo miraban con desprecio.

—¡Jorge, ¿de qué lado estás?! ¿No ves cómo Amanda está molestando a Viviana? ¡Suéltame o me enfadaré contigo!

Jorge lo soltó con rabia.

—Vi las cámaras. Viviana se acercó a Amanda primero.

—Pensé que Amanda venía a felicitarnos, pero no puede superar a Lucas y nos siguió —dijo Viviana.

—¿Tienes pruebas de esto? —replicó Amanda—. Estamos en un restaurante. Cualquiera puede venir aquí. Y yo lo hice con mi nueva pareja.

Al no mencionar a Jorge ni hacer ningún gesto de cariño hacia él, Jorge solo parecía un simple defensor.

Amanda no estaba segura si Jorge estaba dispuesto a enfrentarse a Lucas por ella.

—Qué ridículo, ni siquiera sabes mentir, ¿verdad? ¿Conseguiste un nuevo novio justo después de que Lucas te dejara?

Todos se rieron, excepto Lucas, que se veía sumamente serio y sombrío.

—¿Quién es? —preguntó Lucas, creyéndole.

Después de pasar por experiencias tan duras, Amanda se había liberado y había empezado a hacer cosas mucho más arriesgadas; después de todo, ya no tenía nada que perder.

Amanda vio que Jorge iba a dar un paso al frente, por lo que lo detuvo de inmediato. No quería que Jorge causara más problema.

Jorge frunció ligeramente el ceño, mirándola sin comprender.

¿Por qué no quería que él interviniera? ¿Acaso le preocupaba Lucas?

Al pensar en esto, la expresión de Jorge se oscureció y permaneció inmóvil.

Por su parte, Amanda no le dio demasiadas vueltas. Estaba completamente desilusionada de Lucas y no quería que él supiera que su nuevo esposo era su mejor amigo. No, lo que ella quería era que él lo adivinara, que se volviera loco intentando descubrir quién era.

—Es más guapo, más alto, tiene una proporción perfecta y músculos marcados. Pero, lo más importante de todo, es que es mejor que tú en la cama.

—¡Amanda! —exclamó Lucas.

Se sentía furioso y avergonzado, sintiendo la mirada sorprendida de todos los presentes.

Nadie más que Lucas y Amanda sabían que en esos tres años él nunca la había tocado.

—¿Tú... tú y ella...? —preguntó Vivian, mordiéndose los labios.

—No, Viviana, créeme… Puedo explicarlo… Es una mentira, lo dijo solo para enfadarte, ¡no creas las tonterías que dice!

—¡No, no, no! —gritó Viviana y, llorando, salió corriendo.

Y así fue como el drama por fin terminó y todos rápidamente se dispersaron.

Amanda sonrió profundamente satisfecha. Sin embargo, mientras estaba disfrutando este momento de victoria, oyó una voz muy baja junto a su oído.

—¿Cómo sabes que soy bueno en la cama?
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