Bastó solo con la espectacular noche que pasaron en el restaurante del hotel, para que Henry y Verónica sellaran una especie pacto de amor.- ¡Estas preciosa! No habia conocido una mujer como tú antes, eres espectacular y esplendida, no sabes cuanto me halaga que hayas querido salir conmigo.-Bueno, tú mismo te has ganado ese privilegio - Verónica se aprovecha de su atuendo para poder seducir aun mas a Henry, ella pasa sus manos por su pecho, haciendo que él simplemente se pierda en el movimiento que las dirige hacia su pecho.- ¿Quieres una copa de vino, mi querida? - Él trata de salirse del incomodo momento-Claro que sí, muchas gracias eres un caballero - Él le sirve la copa de vino y ambos brindan, al chocar las copas, cada uno se las lleva a la boca y ella en finos movimientos pasa la lengua por el borde de esta, tratando de que Henry se sintiera aludido por su sensualidad y cayera rendido a sus pies.Para ella, un hombre como él se le hacia demasiado interesante, no solamente er
Despues de pensarlo dos veces, y sin saber una respuesta concreta, Verónica tiene un par de minutos para pensar, y simplemente se decide porque tiene que deshacerse de Mark para poder darle continuidad a su romance con este apasionado hombre.- No soy una mala persona, solo que tal vez, pienso que no pueda llenar tus expectativas, ¿Qué tal que yo no sea del agrado de tu familia?- Créeme, los conozco perfectamente, sé que estarán encantados de que tu hagas parte de esta gran familia, además estarán complacidos contigo, eres fenomenal - Él se abalanza sobre ella, habia descubierto que Verónica simplemente estaba dejándose manipular gracias al placer que él le brindaba y de eso si que él sabia mucho, pues toda su vida se la habia pasado haciendo caer a cualquier mujer en sus redes, no le importaba ni siquiera la edad que tuviesen, se habia convertido en un experto amante gracias a que de eso debía vivir, sus grandes lujos y riqueza que simulaba solamente se debían a que habia sido un es
Verónica estaba en shock, no podía creerlo, su querido Henry, de quién había esperado mucho más, resultaba que estaba recibiendo reclamos de una mujer mucho mayor que él, 1000 pensamientos rondaron su cabeza, pensaba en que probablemente sería un gigolo, o tal vez un estafador, necesitaba que abriera la boca y que dijera algo, pero el hombre sólo palidecía miraba atónito a la histérica mujer que seguía reclamándoles. Finalmente se armó de valor y tomó la decisión de increparlo, por supuesto que no se dejaría engatusar por un vivales, y si ese hombre resultaba un fiasco, lo echaría de su vida como la basura que era.– ¿Qué demonios significa esto, Henry? – Preguntó enfurecida.– No hagas caso, querida. Esa mujer no sabe lo que dice, seguro me está confundiendo – mintió tratando de esquivar el tema.– Claro que eres tu maldito infeliz, me estafaste y ahora quieres lavarte las manos como si nada hubiera pasado – Decía la mujer llena de rabia.– No pienso seguir escuchándolos, resuelvan s
Todo estaba preparado para el viaje de Adam, en tan sólo dos días debería partir hacia Nueva York para encargarse de supervisar los preparativos para la inauguración de su nuevo hotel. Tal como Alexandra le había dicho, en la residencia de los Parker le tenían preparada una pequeña reunión de despedida. Cada integrante de la casa puso de su parte para ayudar con la organización, la tía Jennifer se había lucido en preparar postres y comidas deliciosas para amenizar el evento. Muy temprano, aprovechando que Adam tenía que ir a la oficina, Alexandra partió a la mansión acompañada de la pequeña Isabella, la cual estaba encantada ayudando a prepararlo todo para la fiesta de su papá.– A ver mi corazón, quiero que me ayudes a decorar estas galletas – Le dijo la tía Jennifer.–Sí, yo quiero decorarlas todas– Dijo la niña completamente emocionada.– Sólo que debes tener un poco de cuidado porque aún están calientes, y si no te fijas bien, podrías quemarte – Indicó.– No te preocupes tía, yo y
Todos estaban bastante animados en la fiesta, la comida de la tía Jennifer había causado sensación, pues Adam jamás había recibido tantas atenciones, se sentía como en casa, cobijado bajo la salas de una verdadera familia.– Señora Jennifer, déjeme felicitarla, ya veo que todos tenían razón, qué comida más deliciosa, muchas gracias por prepararla – Dijo Adam.– Lo hice con mucho cariño, hijo, y me alegra que te guste – Contestó ella– Nosotros estamos felices con ella, es como si fuera la mamá de todos – Comentó el inspector.– Eso veo, ¿Y cómo fue que tú los conociste, James? – Preguntó a Adam provocando el asombro de los presentes.– Yo se los presenté, y a partir de ese momento simpatizamos, luego ayudó al señor Parker con un problema muy fuerte que tuvo y fue así como se volvió parte de esta familia – Intervino Diana salvando la situación.– En efecto, una vez que llegas aquí, te vuelves parte de ellos, y por supuesto ya no quiere salir, esta familia a pesar de no compartir lazos
Antes de qué Diana se fuera rumbo a las empresas Cooper, Alexandra llegó , la había intrigado mucho la llamada de la joven enfermera, sabía qué Diana sin duda habría descubierto un gran hallazgo, pero a la vez se sentía aterrada puesto que ese hallazgo sería algo que perjudicaría a la empresa a la que tanto cariño le tenía.– Qué bueno que pudiste venir a Alexandra, necesitas revisar estos documentos, aquí está la prueba fehaciente de qué Mark y Verónica están haciendo un mal uso de la compañía de tu padre – Le explico Diana.Ella tomó en sus manos los documentos y comenzó a leerlos minuciosamente, y tal como Diana le había dicho, había un enorme faltante de dinero, lo cual estaba empezando a perjudicar seriamente las finanzas de la empresa, desequilibrándola por completo, con la necesidad de buscar una estrategia que pudiera sacarla del agujero en el que esos desalmados habían metido a la compañía que por tantos años le costó construir a su familia.– Son unos desgraciados, ¿Cómo pud
Había llegado el momento de la despedida, y en el ambiente se sentía una profunda nostalgia, pues sería un mes completo en el que debían estar separados, y eso los entristecía profundamente. Por los parlantes del aeropuerto se escuchó el llamado hacia la sala de abordar, donde Adam tomaría su vuelo rumbo a Nueva York. Antes de irse, tomó a su hija en brazos y le dio un gran beso en la mejilla, a pesar de qué la niña amaba a su papá, no le resultaba extraño separarse de él, puesto qué en repetidas ocasiones estas cosas pasaban y la pequeña ya estaba acostumbrada.– Te prometo que te llamaré todas las noches princesa, te quedas con Mariana, quiero que la obedezcas en todo, se buena, mi niña –.– No sé si podré separarme de ti, cada momento que pase te extrañaré – Susurró.– Estaremos en contacto, mi amor, trata de concentrarte, porque sé que vas a triunfar como siempre, cuídate sí – Le pidió ella.Se unieron en un largo beso que no querían que terminara jamás, el alma del uno y del otro
Diana se sentía acorralada, Mark estaba muy cerca de ella, tenía una actitud provocadora, había sacado sus armas de seducción que seguramente no dudaría en utilizar para tener la comiendo de su mano, no obstante, para Diana su sola presencia era suficiente para sentir una profunda repulsión, con tan sólo recordar el daño que le había hecho a su querida amiga, le hervía la sangre y sentía ganas de sacarle los ojos, pero debía controlarse, era necesario si quería que su plan surtiera el efecto deseado. Por fortuna, el teléfono móvil de Mark sonó en forma oportuna, y aún cuando puso una cara de disgusto cuando vio de quién se trataba, se alejó de Diana y contestó la llamada.– Verónica, me agrada escucharte. – Mintió.– Pues no lo parece, tardaste en contestar, y ni siquiera te dignaste a enviarme un solo mensaje de texto para preguntarme cómo estamos tu hijo y yo, así que no vengas con tus acostumbrados cuentos, porque ya no te creo nada – Contestó fingiendo una molestia que por supuest