Sophia no lograba confiar en Alessandro y sabía que el contenido de aquel documento la iba a comprometer de por vida perjudicando su libertad.—¿Mi salida, pero qué está tramando? —preguntó Sophia.—En este documento tú me das garantía que no vas a intentar nuevamente escapar, fuera de ello en él queda claro que todo el dinero que te facilite me lo devolverás, por supuesto que será con un porcentaje de interés, fuera de ello en él se especifica la confidencialidad sobre la clase de persona que soy y lo que hago, donde no cumplas con tu parte acabaré con tu vida sin pensarlo dos veces.»Si aceptas al final del documento coloca tu nombre en donde aceptas los términos y condiciones, una vez lo hagas espero que seas consciente de lo que sucederá contigo si rompes el contrato, espero que nunca más me vuelvas a dar problemas —Alessandro estiró el brazo ofreciendo el bolígrafo.Sophia sabía perfectamente lo que sucedería luego de plasmar su firma en aquel documento, su capital y su tranquili
Sophia llevaba dentro de su bolso dinero suficiente para hacer sus compras, salió a toda prisa de la propiedad de Alessandro, con un único destino, despedirse de sus padres.Tomó un taxi, en medio del camino inclinó la mirada y observó su vestimenta recordando aquellas palabras de burla por parte de Alessandro en su contra y fue inevitable no soltar un fuerte bufido, de inmediato le pidió al conductor que se detuviera frente a una tienda de ropa. Sophia compró el primer vestido oscuro que encontró y continúo con su camino, no tenía ni la más mínima idea del lugar donde se encontraban los cuerpos de sus padres, así que decidió ir a la empresa para obtener información; el taxi se detuvo frente de aquel imponente edificio, ella descendió y fue a toda prisa hasta la puerta principal, el personal de seguridad de inmediato se cruzó en la puerta impidiendo el paso. —Pierdan cuidado que no vengo con intenciones de ingresar, solo quiero información sobre el sepelio de mis padres —aquellos ho
Mientras que Sophia fue tratada de la peor manera por unos extraños, Alessandro se encontraba en el interior de aquel cementerio, no tenía contacto con nadie tan solo observaba a la distancia, él necesitaba cerciorarse que todo continuará marchando como lo venía haciendo y no llegar a perder su dinero. Todos se iban acercando uno a uno hasta donde se encontraba Amelia para darle el pésame, ella demostraba que estaba destrozada, con un llanto fingido les dejaba creer que estaba pasando por su peor momento.—Sin duda alguna todos los empresarios están aquí, lo que sucedió con tus padres ha sido una noticia internacional, debemos actuar con cautela para no llegar a ser descubiertos —comentó Noah, el amante de Amelia.—Debemos estar preparados para hacernos cargo de todos los negocios que dejó mi padre, la cantidad de dinero que produce la empresa a diario es bastante elevado y muy seguramente van a haber personas con malas intenciones queriendo robar lo que es nuestro, así que necesito
Sophia con los ojos empapados fijó la mirada en Alessandro, negó con su cabeza indicando que no fuera a interrumpir, debido a aquel enorme nudo que tenía en su garganta de su boca no salió una sola palabra. —Por favor no lo hagas, entiendo perfectamente que en estos momentos estás pasando por la peor situación de tu vida, pero recuerda que esto aún no ha terminado, si te haces a un lado y acabas con tu vida lo único que vas a conseguir es dejarles el camino libre —Sofía detuvo el llanto por un instante.»Sí, me refiero a ellos, el hecho de que tú acabes con tu vida lo único que vas a hacer es que tu hermana y el hombre que amas estén juntos sin ningún impedimento, por supuesto que también disfrutarán de todo el dinero de tus padres, así que lentamente baja esa pistola y piensa las cosas con claridad. »A pesar de que todo lo ves destruido tienes que ser fuerte y mejor piensa en sobrevivir para causarles tanto daño como ellos lo han hecho contigo, dónde ha quedado aquella mujer que de
Unos días más tarde. Amelia junto con Noah sin dolor alguno han tomado el control de la empresa de su padre, ella se ha ubicado en la oficina de presidencia, sin mostrar el más mínimo respeto ha hecho retirar los cuadros de sus padres, ha dado sus toques personales acabando hasta con el más mínimo recuerdo de aquellas dos personas que le dieron hasta lo que no se merecía únicamente para hacerla feliz. —A partir de ahora todo será diferente —comentó Amelia mientras se paseaba en el interior de la oficina de presidencia—. Ahora que estamos al frente de esta empresa podemos hacer nuestros negocios con plena libertad, y más ya que la inútil y buena para nada de mi hermana no estará metiendo su redonda nariz donde nadie la ha llamado —Noah esbozó una leve sonrisa ante el comentario por parte de Amelia mientras que servía whisky en dos vasos. —Salud por ello —celebró Noah mientras entregaba uno de los vasos a la mujer que satisfacía sus necesidades. Amelia bebió de un solo sorbo y luego
Alessandro regresó a casa luego de hacer unos cuantos negocios con poderosos empresarios, en su rostro deja ver sus expresiones de enfado, se detuvo en la sala y llevó la mirada directo a las escaleras. —Daniele, ¿cómo se encuentra ella? —preguntó Alessandro refiriéndose a su esposa.—Ya se encuentra bien de estado de salud, pero continúa destrozada luego de haber ido al cementerio —respondió Daniele al instante. —Encárgate de dejar mi maletín en el estudio sobre el escritorio, ya que en su interior hay documentos demasiado importantes y valiosos —ordenó Alessandro a su hombre de confianza y él de inmediato lo recibió.Alessandro optó por subir a través de las escaleras, luego de aquel incidente en el interior del estudio Sophia ha decidido permanecer encerrada en la habitación sin tener contacto con nadie, él por motivos de seguridad ha ordenado sacar de la habitación cualquier tipo de objetos que sean tomados por ella para intentar acabar nuevamente con su vida. Alessandro sin to
Alessandro luego de aquel cruce de palabras con Sophia decidió ir a la ducha para limpiar su cuerpo y estar más tranquilo, mostrar su mejor cara en aquella reunión era más que necesario, pero él sabía que aquello no iba a ser tan fácil ya que Sophia se había convertido en aquel fuerte dolor en los testículos. Luego de una reconfortante ducha tomó una toalla y absorbió los residuos de agua que habían quedado sobre su piel, luego la colocó alrededor de su cintura y se dirigió hasta el armario de allí sacó su mejor traje, colocó un poco de loción sobre su cuerpo la cual era difícil de olvidar para quien se acercaba olfatearlo. Una vez que salió, su hombre de confianza se encontraba cerca a la puerta, con la mirada lo llamó y él fue rápidamente hasta su jefe. —Diles a las mucamas que organicen la habitación principal, llevé mis cosas allí porque a partir de esta noche dormiré en la misma cama que mi esposa —ordenó Alessandro manteniendo las manos dentro de los bolsillos y su posición
Mientras que van de camino Sophia se siente demasiado incómoda, no solo por el vestido que lleva sobre su cuerpo, lo está porque Alessandro no ha hecho otra cosa más que poner la mirada sobre ella, a pesar de que él intenta ser disimulado ella lo nota. —¿Si se siente tan incómodo con mi presencia para que me obligó a venir? —preguntó ella rompiendo el silencio. —Solo estoy intentando ser amable, lo único que intento es sacarte de aquellas cuatro paredes y mostrarte que la vida continúa, pero ya te estabas tardando para que comenzaras con tu mala actitud, solo espero que pongas tu mejor cara, entiendo que lo que te estoy pidiendo es bastante difícil y más para alguien como tú —comentó mientras que una leve sonrisa aparecía en su rostro. —No se cansa de hacerme sentir mal verdad —espetó Sophia mientras lo observaba a través del rabillo del ojo notando su elegancia—. Está seguro que me quiere llevar a ese lugar, así como usted se ríe de mí, de la misma manera lo harán las personas que