Luego de que Sophia se tomaron unos minutos para recuperar el aliento, ingresó a aquel lugar que la había llevado su esposo, una vez dentro le recibieron el abrigo, ella no se molestó en entregarlo, al instante le brindaron una copa y ella mostrando una sonrisa negó, llevó la mirada a su alrededor en el lugar las personas eran de la alta sociedad. Sus ojos se deleitaron al observar la comida que se encontraba a disposición de los invitados, invitados que ella en algún momento había observado a la distancia tiempo atrás cuando su padre la solía llevar a ese tipo de reuniones, todos ellos eran poderosos empresarios dueños de las empresas que a diario eran nombradas en los periódicos recalcando sus acciones que aumentaban de precio. Los bocadillos se atravesaron frente a la mirada de Sophia siendo su debilidad, Sophia no tardó mucho en ser el centro de atención de los demás invitados, murmullos con comentarios despectivos y desagradables en su contra se fueron apoderando del lugar. —¿
Luego de unos cuantos minutos incómodos en el interior de aquel baño, Sophia comprendió que lo que había hecho no había salido como ella lo llegó a imaginar, supuso que aquella mujer que se encontraba con su esposo simplemente iba a salir huyendo, pero había sido todo lo contrario, le había pisado la cola a una feroz peligrosa serpiente. En cuestión de segundos Charlotte llevó la mano dentro de su bolso, empuñó la pistola y sin mediar palabra alguna apuntó directo a la cabeza de Sophia.—¡Alto! —interrumpió Alessandro, levantó el brazo y sostuvo la pistola por el cañón impidiendo que Charlotte acabara con la vida de Sophia ya que él la conocía—. Vete con los demás invitados, y no intentes regresar —advirtió Alessandro con aquel tono peculiar que solía dar sus órdenes. Sophia a pesar de que había quedado atemorizada hizo un movimiento con su cabeza y luego movió su cabello frente al rostro de aquella mujer que se encontraba llena de veneno. —¿Qué acaba de suceder? —preguntó Charlott
Sophia se encontraba más incómoda que nunca antes en toda su vida, más que recibir burlas por su estado físico, estaba siendo criticada por la calamidad de su familia, los empresarios no perdían la oportunidad para dejarle claro a Sophia que era tan pobre que le sugerían que llevara las sobras a casa para que tuviera algo que comer.—Oye gordita, no tienes que disimular con nosotros un estado económico que claramente ya no tienes, tu padre era un buen hombre y por ello estoy dispuesto a brindarte empleo —Sophia al escuchar aquel comentario levemente levantó la cara y fijó la mirada en aquel hombre. »Solo no te ilusiones, porque será en el lugar que te corresponde, será en mi casa para que le ayudes al personal encargado del servicio —una vez más todos rompieron en una sonora carcajada.Sophia no sé tomó la molestia de responder a aquellos comentarios hirientes, tan solo mantenía el rostro bajo para ocultar sus ojos húmedos. —¡Mierda, ya se dieron cuenta quien se encuentra presente e
Luego de aquella intervención por parte de Alessandro, él atravesó aquel enorme salón yendo directo hasta donde se encontraba Sophia, los empresarios al notar su presencia saludaban con una venia al socio de cada uno de ellos, mientras que abrían espacio para que él lograra pasar.Sophia sentía que sus pies flotaban sintiendo que estaba viviendo fuera de la realidad, para ella era difícil de creer que los hombres que no habían parado con insultos en su contra durante todo la noche, ahora estuvieran elogiando y ofreciendo sus respetos a su esposo.—¡Nos vamos! —exclamó Alessandro indicando a Sophia para que se retiraran.—¿Pero por qué lo vamos a hacer?, estoy segura que la noche podría llegar a cambiar y hasta me podría llegar a divertir —comentó Sophia al notar que todas las miradas se encontraban puestas en ellos. —Ya todo acabó, dije que nos vamos y espero que lo hagas ahora mismo, sé muy bien lo que pretendes hacer, pero será en una próxima ocasión, estoy agotado y lo único que d
Sofía se retiró la ropa, luego el maquillaje, se encontraba bastante nerviosa porque a pocos metros de ella se encontraba un hombre bastante atractivo en tan solo ropa íntima, lo peor de todo era que no iba a perder la oportunidad para pedirle que tuvieran intimidad, pero claramente ella no iba a ceder. Exhaló con fuerza tratando de tomar valor para actuar como si no le importara su presencia, se dio vuelta quedando frente al espejo siendo inevitable no fijar la mirada en su redondo cuerpo, se colocó el pijama y luego salió. —Vaya que si eres demorada, toma asiento porque lo que necesito hablar contigo es demasiado serio y no se puede volver a repetir —comentó él entre gruñidos y Sophia tan solo apretó los labios y se acomodó en aquella silla que se encontraba cerca de la cama.»No quiero que por nada del mundo te vuelvas a entrometer en mis asuntos, no tenías ninguna necesidad de haber interrumpido en el baño de aquella manera —Sophia sin importar las consecuencias simplemente sonr
Sus miradas se conectaron, a pesar de que Sophia se sentía completamente destruida ante su presencia, ella continuaba allí aparentando mostrar que tenía la fuerza suficiente para enfrentarlo.—Si tan mal te sientes con mi compañía, entonces te sugiero señor elegante y de excelente presencia que cuides tu reputación, en una próxima ocasión lo mejor es que vayas sin mí, así podrás meterte con la mujer que se te plazca y mezclarte con personas que no causan dolor en tus ojos como lo hago yo —Sophia reclamó.—No te molestes en aconsejarme —respondió él de inmediato—. No me interesan tus opiniones, solo tienes que hacer lo que a mí se me plazca, ya no tienes el poder de decidir sobre lo que quieres hacer con tu vida, ahora me perteneces como uno más de mis bienes —Alessandro se acercó aún más a su cuerpo, Sophia sintió su fina loción ingresar por su nariz, era difícil de comparar y de igualar.—Durante toda la reunión tuve que estar aislada caminando de un lugar en otro, pero ahora entiend
Luego de beber un poco de agua directo del grifo Sophia logró recuperar la respiración, su cuerpo aún continuaba temblando, sus mejillas se encontraban completamente ruborizadas, abrió el pijama y observó a través del espejo la reacción que había causado en su cuerpo Alessandro.Sus pezones se encontraba como nunca antes habían estado, retiró la tela de su ropa íntima hacia un costado y notó que su intimidad se encontraba húmeda, a lo largo de su vida adulta el único hombre que se habían acercado a ella había sido Noah y nunca había logrado causar aquella sensación en su cuerpo tal y como lo había hecho Alessandro con tan solo acercarse a ella de aquella manera. Se sorprendía y se reclamaba a sí misma por lo que estaba sucediendo, no tenía tiempo para ese tipo de debilidades y menos ante un desgraciado sin sentimientos como lo era Alessandro.—Basta Sophia concéntrate y solo piensa en la venganza que tanto necesitas, él solo está jugando contigo y no eres tan estúpida para caer en su
Luego de aquellos calurosos e incómodos momentos Sophia finalmente logró conciliar el sueño, el sonido del agua que golpeaba contra el piso hizo que ella despertara, al abrir sus ojos se dio cuenta que él ya no se encontraba a su lado, lentamente levantó la cabeza y fijó la mirada en la regadera, la puerta era de un cristal transparente donde se podía observar de un lugar al otro a la perfección. Alessandro se encontraba allí completamente desnudo, lavaba su cuerpo tranquilamente, Sophia levantó un poco más su cabeza para tener una mejor vista, sus ojos brillaban al observar su fuerte y atractivo cuerpo tatuado, levantó la mano llevándola directo hasta su boca, con sus dedos acarició sus labios. Alessandro lo estaba haciendo a propósito, y al darse cuenta que ella tenía la mirada puesta fijamente en él decidió actuar de manera más explícita, giró su cuerpo dejando a la vista de Sophia su parte íntima, ella quedó en shock al observar aquella parte que jamás saldría de sus recuerdos.