Iker, persiguió a los sujetos del canal 23,vio al fotógrafo y al periodista de espectáculos en un café. Estacionó su auto, se bajó e ingresó al local.Se sentó en una de las sillas y dice. —¿Se puede saber qué carajos están tratando de hacer? —preguntó muy irritado.El periodista lo mira y se río, irónicamente le dice.—Estamos trabajando.—Así que ahora andar husmeando en las vidas ajenas lo llaman trabajo —murmuró Iker por lo bajo— No quiero ver a ninguno de ustedes dos rondar por la casa de Lori o por mi casa. Quiero que dejen de seguirnos o se van a meter en problemas.—¡¿Me estás amenazando?! —pregunto el fotógrafo.—Yo no amenazo, advierto y luego actuó —le advirtió Iker.Antes de salir del local, vio la mochila del fotógrafo apoyada sobre la silla, se volvió, la abrió y saco la cámara fotográfica, se pudo apoderar del chip en su interior.Automáticamente el fotógrafo forcejeó con Iker para impedir que se llevara su material.Iker, le propinó un golpe de puño en el pecho que l
Iban camino al cementerio, donde Lori había acordado su cita con Izan.—No vas a bajar con ese vestido —le reprochó Iker.—No seas tonto, tengo el tapado en el asiento de atrás —le dijo ella, quien lo miraba de reojo mientras manejaba y se reía, le acaricia la pierna y le dice— No puedo creer que estemos por hacer esto juntos.—Voy a plantarle la droga en el auto. Luego de que lo dejes inconsciente te voy a ayudar a cargarlo y yo me llevaré su auto donde habíamos quedado —le explicó él.—¿Tu auto quedó bien escondido? —le pregunto ella algo asustada.—Amor, no te preocupes por nada. Yo estoy a tu lado —le susurró él al oído y le preguntó— ¿Por qué en el cementerio? ¡Que persona coherente va a un cementerio para tener una cita!Lori, hizo una mueca con la boca y le explicó a Iker. —Te dije que era un enfermo. Cuando éramos novios, tenía el vicio y la morbosidad de juntarnos en el mausoleo de la familia Gills, pasábamos la noche allí bebiendo. Le gustaba tener sexo ahí. Por eso lo cité
Capítulo 9Eran las 7 de la mañana. Lori se despertó como cada día para preparar el desayuno para su hijo y su esposo.Para su sorpresa, Guido ya estaba despierto, bebiendo un café y señaló. —Muñeca, estoy mirando las noticias.Lori le da un beso en la mejilla y le expresó. —¡Qué sorpresa, tan temprano! ¿Qué pasó? Estás pálido.—No lo vas a creer —mencionó Guido espantado.—¿Qué? —preguntó ella, con su cabello enmarañado, mientras bostezaba.—Encontraron a un hombre muerto en un auto, en la carretera. Los de tu canal estaban pasando imágenes hace un momento. Iker estaba cubriendo la noticia—indicó Guido.Haciéndose la desentendida del tema preguntó —¿Qué te sorprende? Pasa a diario. A mí ya no me sorprende.—El muerto se llama Izan. —afirmo Guido— ¿Te suena, o necesitas que te refresque la memoria?Ella, estaba dándole la espalda, tenía su taza de café en mano, disimulo la situación y se voltea a mirarlo asombrada. —¿Estás seguro? —y quedó boquiabierta.—¡Si! —afirmó Guido muy seguro
A los pocos días de la muerte de Izan, Lori e Iker le enviaron algunas cosas a Tania, tal cual ella les había pedido.Aquella información terminó por romper el corazón de aquella mujer, todo lo que había comenzado a sospechar de su difunto esposo se aclaró. Aquel hombre llevaba una vida oculta y oscura.En los informativos no se habló más del tema. La fiscalía cerró el caso. No había pruebas de quien podía ser el autor material. Cerraron el caso como muchos otros de un adicto que muere por sobredosis.Aún así, Iker y Lori seguían planeando la muerte de Vera.Estaban en la chacra de Iker, donde habían matado a Izan.La sala de estar era muy amplia, mientras Iker estaba en la cocina, Lori observaba las fotografías antiguas de la familia de sí compañero.Aquella bella mañana era muy cálida, e Iker invitó a Lori para que le hiciera compañía, ya que Guido y su pareja se habían ido por "viajes de trabajo", y llevó a su hijo con él. Quería ir a pasar aquel fin de semana en aquel lugar donde
Capítulo 11Durante la semana, todo estuvo normal en la vida de Lori e Iker.Seguían almorzando en el mismo restaurante de cada día luego del trabajo, la vida y la monotonía los seguían ahogando como siempre, y no faltaban las escapadas a la guarida de Iker.Llegó el fin de semana, era un día viernes, Iker, pasó por casa de Lori para ir de viaje a vigilar a Vera. Al menos eso creía ella.Iker, bajó del auto y tocó el timbre. Guido fue quien atendió.Muy amigablemente lo saluda y le da un apretón de mano. —Iker, tanto tiempo sin vernos. Adelante. Lori ya bajo—Hola, Guido —lo saludó y comentó —La verdad que llevábamos tiempo sin vernos. E ingresó a la gran sala de la casa. Era todo muy blanco, desde las paredes hasta los sillones. Menos las cortinas que eran de un color durazno, él observó y señaló — Está todo muy...Guido se ríe y dice. —Todo muy blanco inmaculado. Lo sé, ella remodeló toda la sala y cuando llegué de viaje una tarde y vi todo tan blanco casi me infarto. Imagínate, es
Capítulo 12Cuando iban de camino a la casa de campo de Iker, se encontraron con una larga fila que obstruía su paso.Lori ya estaba nerviosa porque vio que estaba la policía, y al parecer en el baúl del auto Vera había despertado y estaba golpeando con todas sus fuerzas.Iker, ya molesto se bajó para ver que ocurría. —¿Qué sucede allí? —preguntó Lori.—Al parecer un accidente de tránsito. —respondió él y añadió— Vamos a tratar de pasar igual. Está mujer ya está haciendo mucho escándalo. Total, somos la pareja de periodistas del momento. Nos van a dejar pasar.—¿Estás seguro, amor? —cuestionó ella.—Sí, lo estoy. Si no usa tus encantos. —le pidió Iker.Iker, movió el auto e intento pasar. Un oficial de la policías lo detuvo y le informó muy amablemente. —Van a tener que esperar porque hubo un accidente en cadena.Lori, bajo el vidrio del auto y el oficial al reconocerlos dijo asombrado. —¡No lo puedo creer! ¿Eres Lori, y tu Iker? Los del noticiero ¿Vienen a cubrir el accidente?Lori
Capítulo 13A los días, había marchas, un esposo desesperado buscando el paradero de su esposa y de la amiga de su esposa, quienes habían desaparecido de su propia casa un viernes sin dejar rastros.Como era de esperarse, el esposo de la desaparecida fue el primero en estar en la mira de la justicia.Aquella desaparición fue todo un escándalo. Obviamente, Lori e Iker debían cubrir y seguir la información que ya llevaba una semana en todos los canales y portales.Estaban en el camarín, Lori e Iker estaban hablando del caso y se reían.—La verdad, amor, no puedo creerlo. Ya pasó una semana y media, no hay rastros de los asesinos. En otra vida has sido un buen asesino en serie o son los genes de tu familia nazi…—comentó Lori.—Te dije que esa zorra iba a desaparecer y que nadie se iba a enterar. Debías dejar todo en mis manos. Lo lamento por esa tal Juliana, estaba en el lugar y el momento equivocado. —comentó él.Escucharon un ruido, y alguien que salió corriendo, y en su camino se notó
Capítulo 14Lori, estacionó su automóvil, un bora de color negro en el ingreso del garage. Se miró en el espejo retrovisor, y se dijo a sí misma que todo iba a estar bien. Miró hacia su izquierda, y Guido estaba parado en el hall observándola de brazos cruzados. Bajó del coche y se dirigió a paso firme hacia la entrada.—¿Qué tal estuvo el viaje? —preguntó ella y le dio un beso en la mejilla.—Bien —respondió él de manera cortante y añadió— Necesito hablar contigo.Ella arquea su ceja y pregunta. —¿De qué querés hablar?—Lori, no te hagas la tonta conmigo. —resopló Guido.Ella lo miro de arriba abajo con soberbia y dice. —No sé a qué te refieres. A mí háblame claro sin rodeos.—Es lo que haré. —le reprochó él.Ingresaron a la casa, ella se dirigió a la oficina que ambos compartían para trabajar, dejo su bolso en una silla de terciopelo negra, se sacó sus tacones y se sentó en un diván.—Aquí estamos ¿De qué querés hablar? —soltó ella.—Por más que haya estado afuera por unos días estu