Capítulo 11

Capítulo 11

Durante la semana, todo estuvo normal en la vida de Lori e Iker.

Seguían almorzando en el mismo restaurante de cada día luego del trabajo, la vida y la monotonía los seguían ahogando como siempre, y no faltaban las escapadas a la guarida de Iker.

Llegó el fin de semana, era un día viernes, Iker, pasó por casa de Lori para ir de viaje a vigilar a Vera. Al menos eso creía ella.

Iker, bajó del auto y tocó el timbre. Guido fue quien atendió.

Muy amigablemente lo saluda y le da un apretón de mano. —Iker, tanto tiempo sin vernos. Adelante. Lori ya bajo

—Hola, Guido —lo saludó y comentó —La verdad que llevábamos tiempo sin vernos. E ingresó a la gran sala de la casa. Era todo muy blanco, desde las paredes hasta los sillones. Menos las cortinas que eran de un color durazno, él observó y señaló — Está todo muy...

Guido se ríe y dice. —Todo muy blanco inmaculado. Lo sé, ella remodeló toda la sala y cuando llegué de viaje una tarde y vi todo tan blanco casi me infarto. Imagínate, es
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