Capítulo 15Lori decidió asistir al entierro de Lucy, pero fue sola, sin la compañía de Iker. No porque ella lo quiso así, sino porque Sara, la esposa de él, decidió acompañarlo.Esa tarde se largó a llover. La tarde era gris, y se sentía una gran tristeza en el aire. Una madre desolada, que gritaba por su hija, prendida en aquel cajón de cedro colorado. Mientras despedían los restos de la joven vestuarista, a un lado estaba Iker, quien no le que quitaba la mirada a su compañera. Lori lo observaba del lado de enfrente a través de sus gafas negras, vio cuando Sara le murmuraba algo a su esposo al oído y lo codea en varias oportunidades.Cuando se despiden de Lucy, Lori se acercó a la familia de la muchacha y les ofreció sus condolencias.Sara no le quitaba la mirada de encima.Cuando iba de salida, Iker se acercó a su compañera, la saludo. Ella lo trato con respeto e indiferencia para disimular, todo está bien hasta que Sara se acercó y dijo. —Opher, que raro no verte vestida tan provo
Capítulo 16Esa misma noche, Lori le pidió a Iker que se quedara con ella en su casa. Que no podía quedarse solo en el estado en el cual se encontraba. Guido no estaba en la casa, y se había marchado con su pareja, y su hijo Jeremy, no iba a tener problema, siempre y cuando se quedará en la habitación de huésped. Él aceptó. En verdad no quería quedarse solo.Iker se dio una ducha, y ella pidió comida china.La cena fue entretenida, compartir con Jeremy, para Iker fue una bocanada de aire puro. Se llevaban muy bien e Iker lo conocía desde que era pequeño.Esa noche Iker y Jeremy, estuvieron jugando videojuegos hasta tarde.Lori le había explicado a su hijo que las cosas no estaban bien con su padre y que iban a divorciarse. Jeremy, lo acepto y comprendió que su padre era gay, pero no le importaba porque los amaba a ambos y solamente quería que ellos fueran felices.Luego de que Jeremy se fuera a dormir, Lori e Iker, se sentaron a beber unas cervezas en la terraza de la habitación de ell
Capítulo 17Al otro día, luego de aquellos asesinatos, Iker despertó temprano.Con su pijama aun puesto, con su cabello alborotado, y semi dormido, bajó las escaleras, se dirigió a la cocina, preparó café. Se sienta frente a la pantalla de su computador, abre su correo como cada mañana, y recibe los informes para ponerse al tanto, para el programa del día.Iba leyendo muy por arriba, hasta que aquel título lo dejó boquiabierto.—¡Mierda! No es verdad —expresó para sí mismo.Inquieto, lee la nota nuevamente con lujo de detalles, se agarra la cabeza con ambas manos y trataba de recordar.—¡Buen día, bombón! —lo saludó Lori, le da un beso, se sirve una taza de café, y notó que Iker estaba pálido y pregunto— Amor, ¿ocurre algo? Te ves algo pálido.Él levanta la mirada y dice. —Ven, quiero que leas esto.Ella arquea su ceja, se sienta a su lado, bebe un poco de su taza de porcelana negra, y la deja a un lado. Miró la pantalla y con una amplia sonrisa en su rostro exclama. —¡Hay amor! Es el
Capítulo 18Esa misma noche, Guido fue a casa de Lori para buscar a Jeremy. Iba a quedarse con el ese fin de semana.Luego de despedirse de su hijo, Lori e Iker fueron para poner manos a la obra.Incendiaron el auto para no dejar pruebas y así hacerle creer a la policía su mentira del robo del mismo.Mientras el auto se incendiaba, ambos estaban parados a una gran distancia, de brazos cruzados observando arder las llamas.—¿Qué pasa si nada de esto funciona? —pregunto Lori acongojado.Él, la mira a los ojos, acaricia su largo y oscuro cabello, la abraza, le da un beso en la frente y susurra. —No importa lo que suceda, quiero que sepas que siempre te voy a amar. Aquí, en esta vida, o en el mundo de los muertos, siempre serás mía.Ella levanta la mirada y una lágrima rodea su mejilla y dice. —No hables así, parece que te despides de mí. Todo estará bien. Nadie conocerá la verdad jamás.Él la abrazó con fuerza. Interiormente sabia que tarde o temprano podía caer por alguna muerte.—Esto
Capítulo 19Esa noche, Morgan, el detective que tenía la causa, tenía una mala espina acerca de Iker Lewis. Estaba trabajando en la oficina de la estación policial, era un lugar amplio, con muchos cubículos, una de las agentes le pide que vaya a descansar, que la causa iba a seguir abierta, que podría retomar el caso al otro día, Morgan se negó a regresar, estaba dispuesto a encontrar al culpable.Junto a uno de sus colaboradores, repasaron los hechos una y otra vez, daban diferentes hipótesis al aire, se ponen a leer las declaraciones de los testigos incluso la de Iker.Había llegado a un mail donde le habrían enviado los cotejos de los forenses.Bajo las uñas de Aldo, se había encontrado ADN del asesino. Para eso, debían someter a Iker a una prueba de ADN, a la cual seguramente su abogado se iba a negar, ya que no había pruebas en su contra.—Podemos ver el ADN del periodista en el banco nacional. Ahí se encuentran datos precisos y exactos de toda su vida personal e incluso su grupo
Capítulo 20Lori invitó a Morgan y a Dana a pasar al living. Tomaron asiento, les ofreció algo para tomar e Iker pregunta. —¿En qué podemos colaborar?Sin rodeos Morgan largó. —Encontramos ADN, bajo las uñas de la víctima.Iker frunció el ceño y dice. —Yo no soy sospechoso. Usted mismo vio los resultados.—Casualmente, como dice mi compañero, hallaron ADN, y la investigación nos llevó a que dicha muestra corresponde a Marcos Weber, ¿le suena familiar? —mencionó Dana irónicamente.Lori, estaba parada a un lado, junto al gran ventanal, mirando hacia el jardín delantero de su casa. Suspiró profundo al oír aquel nombre y volteó a mirar a Iker.Íker, de manera automática pregunto. —¿Y qué tiene que ver conmigo? Me alegra por ustedes que ya tengan al asesino. Si vienen a darme la noticia me pone feliz porque se nota que han hecho un gran trabajo.Morgan, arquea su ceja y levanta la voz. —¡No se haga el gracioso con nosotros! ¿Usted podría explicarlo mejor, Señor Lewis? Estamos aquí porque
Capítulo 21Pasaron cuatro años, todo se había olvidado.Lori e Iker vivían felizmente, pero ella notaba actitudes extrañas en Iker en los últimos tiempos.Se levantaba cada noche, tenía muchas pesadillas. A veces se despertaba gritando, y estos ataques de pánicos comenzaron a preocupar a Lori.Al despertar al otro día, él actuaba como si nada, como si no lo recordara.—Cariño, ¿cómo amaneciste? —le pregunta ella, se sienta a su lado en la cama, le da un beso y le acaricia el cabello.Él la empuja hacia la cama, la abraza, y se sube arriba de ella, comienza a besarla, ella se reía y dice. —Amor, lo pregunto en serio. Anoche despertaste otra vez, estabas sudando mucho y te encontrabas algo agitado.—No pasa nada, amor. —le susurro al oído— A veces la mente te juega en contra. Es la conciencia. Pero estaré bien.Hicieron el amor como estaban acostumbrados cada mañana. Aquella chispa y aquella llama no se había apagado en la fogosa pareja.Ese mismo día se cumplían 4 años de la desaparic
Capítulo 22Pasó el casamiento de Guido, y aquella fiesta fue la última que Lori disfrutó junto a Iker. Sin imaginar ni muchos menos pensar que aquella paz sería interrumpida. El verdadero caos iba a golpear su nido de amor, rompiendo aquella vida ideal como un huracán. Arrastrando y destruyendo todo a su paso.Aquel mundo soñado y anhelado, se teñiría de gris, porque después de tanto tiempo, el detective Morgan, había dejado evidencias de que Iker había sido el perpetrador de algunas muertes e incluyendo la suya.La viuda había encontrado en las cosas de su esposo muchos casos sin resolver, y una nota donde decía que si algo le sucedía el culpable era Iker Lewis, y para eso, dejaba evidencias para defenderse y fundamentar cada palabra. La viuda se habría presentado ante la corte, hacía un año atrás, acompañada del ex jefe de su esposo, presentaron todo lo que estaba a su alcance, para hacer justicia por su interfecto marido.Una mañana de agosto, exactamente el 21, los tortolos se en