Dante se dio golpes de pecho y se sintió como el ser más desalmado del mundo por haberla tratado de esa forma, de haber sabido que ella necesitaba el dinero para algo tan personal, no la habría gritado, ni tampoco le habría pedido que se desapareciera de su vista. Emma era una niña y a veces Dante la confundía con alguien tonta, el hombre pensó que ella necesitaba el dinero para comprar un bolso o una blusa.–Emma, lo lamento mucho – arrastró las palabras y tocó a la puerta de la habitación de la chica – ábreme, por favor.Emma estaba hecha un ovillo en su cama, estaba llorando porque se sentía humillada e insuficiente y odiaba ese sentimiento, ese de no ser independiente y no poder conseguir las cosas por sí misma. Odiaba depender tanto de un hombre, sobre todo, de uno que no la quería ni siquiera un poco.–Emma, por favor – insistió él, pero ella no estaba dispuesta a abrir o responder, quería que él la dejara en paz.No le interesaba si manchaba las sábanas, después de todo, eran d
–Bienvenida a tu nuevo hogar – dijo Susan, abriendo la puerta de su casa para Emma.–Prometo que esto será algo transitorio, en cuanto tenga mi primer pago buscaré un sitio para mi sola – soltó, agradeciendo por aquel gesto.Durante toda su vida, Emma solo tuvo a su alrededor personas que la usaron y que siempre estaban buscando un beneficio de ella, y era agradable conocer una cara diferente del mundo, darse cuenta de que no todos eran malos, como ella había llegado a pensar.–No te preocupes, Emma, este lugar necesita de alguien más, siempre está solo, es aburrido – Susan hizo un puchero – he pensado en venderlo, es demasiado grande para dos personas.Emma supuso que Susan se refería a algún esposo o novio, pero como su jefe no ahondó en el tema, ella tampoco insistió.–Ven, te mostraré la habitación. La mujer guio a la pequeña Astley hasta el pasillo de habitaciones, cuando abrió la puerta descubrió un cuarto muy bien acomodado, era espacioso, minimalista, tenía justo lo necesari
La mañana siguiente no fue menos incómoda para la chica, quien se levantó muy temprano y entró en la ducha a escondidas, lo que menos quería era tener que encontrarse con Mathew estando desnuda o usando únicamente una toalla que ni siquiera era lo suficientemente grande.–Buenos días, ¡No pensé que fueras tan madrugadora! – dijo Susan, saliendo de su habitación y encontrándose en la cocina con Emma – las modelos no suelen serlo. ¡Ugh! Las odio a todas – Susan rodó los ojos y Emma se burló de ella.–¿No te parece una ironía de la vida que siendo la gerente encargada de una firma de modelos estes en contra de ellas? – cuestionó.–Yo no estoy en contra de ellas, Emma, estoy en contra de sus costumbres horribles y malcriadas – Susan agarró una manzana del frutero y ofreció a Emma, quien la rechazó con cordialidad.–Prefiero el café en la mañana.Susan se quedó con la boca abierta, hasta el momento no había conocido a ninguna otra amiga que disfrutara el café tanto como ella.–¡Dios te ben
–Dante… – susurró la chica, quien en seguida se puso fría como un hielo, no esperaba encontrarse con el hombre, por lo menos no después de tan poco tiempo de haberse ido. Casi parecía una jugarreta de la vida que justo esa noche él hubiera decidido ir al mismo restaurante que ella.–¿Qué están haciendo con las señoritas? ¿Por qué las están tratando de esta forma tan descortés? – todos en el restaurante conocían a Dante Neville, el hombre no necesitaba presentación, así que los meseros y los guardias de seguridad temblaron en cuanto escucharon el tono autoritario de su voz.–El señor Ezra Astley ha solicitado que las saquemos de aquí, dice que no son personas dignas de estar en un lugar como este – explicó uno de los guardias.Emma abrió los ojos cuando escuchó el nombre de su hermano, ¿De verdad habían coincidido los tres justo esa noche? Lo que más le sorprendía era la crueldad de la persona con la que había vivido tanto tiempo, una parte de Emma no alcanzaba a descifrar si Ezra siem
Emma no quería seguir pareciendo la misma mujer sumisa de antes, a pesar de eso, tampoco quería armar un nuevo escándalo en el restaurante, suficiente habían tenido con lo que había sucedido hacia solo unos minutos, de modo que la mujer simplemente se sentó en su silla, fingió que nada pasaba y entonces sonrío con malicia a Dante. –Vas a dejar de tratarme como si yo fuera tu esclava, ¿De acuerdo? Te recuerdo que no estamos en tu casa, que ya ni siquiera vivo ahí, así que tendrás que aprender a tratarme con más respeto – dijo con calma, mostrando una tranquilidad que alcanzaba a inquietar al hombre.–No eres mi esclava, pero sigues siendo mi esposa.–Hasta que pueda deshacerme de ti – ella agarró la copa de vino y le dio un sorbo largo.Dante levantó una ceja, justo en ese momento un mesero se acercó y dejo los platos frente a cada uno de los puestos, incluido el de Susan que todavía no regresaba. Mientras el joven camarero organizaba la mesa Dante y Emma quedaron enfrentados, miránd
–¡Maldita sea! Necesito que me quiten ese auto de mi camino – Ezra le dio un golpe al volante de su auto. Llevaban estacionados alrededor de media hora, ni él ni Valeria habían podido irse porque había un auto mal estacionado que les impedía la salida. Ezra estaba desesperado, se sentía capaz de matar con sus propias manos. Mientras tanto, Valeria suspiraba y pensaba en lo que dirían sus amigas y conocidas a partir de ese momento, todo el mundo se enteraría de lo que sucedió y ella no tendría forma de explicar porque a su futuro esposo y a ella los echaron fuera de uno de los restaurantes más lujosos del momento.–Espero que sean buenas noticias – siseó Ezra sacando el celular de su bolsillo, el aparato llevaba un buen rato vibrando, así que probablemente se trataba de algo importante.Ezra no le dijo a Valeria a donde iba, simplemente se bajó del auto, azotó la puerta y caminó lejos para responder la llamada.–¿Alguna novedad? – preguntó a su socio, quien estaba al otro lado del te
Dante se acercó con desconfianza a Valeria, quien estaba fingiendo sentirse desconsolada y triste, no había duda de que Valeria era una excelente actriz y una maestra del engaño cuando necesitaba serlo. La chica lucia triste, compungida e incluso un par de lágrimas se derramaban de forma dramática de sus ojos. Dante la conocía lo suficiente como para saber que no podía confiar en ella ni en su aspecto, mucho menos después de lo que pasó, aun así, esa parte del hombre que seguía enamorado de ella no podía evitar querer ayudarla y quitarle las penas de encima, igual a como solía hacer cuando aún eran pareja y se amaban y prometían amor eterno. –¿Qué haces aquí? ¿No deberías haberte ido hace rato?Valeria sorbió por la nariz, sus pestañas lindas y largas estaban mojadas, ellas las batió un par de veces para mostrarse como la mujer tierna que Dante siempre creyó que ella era.–Ezra me ha dejado sola, después de que te fuiste él me trató igual o peor que los guardias allá dentro, dijo qu
–¿Lo conseguiste? – Ezra saltó de la cama en cuanto Valeria se apareció en la casa. La chica no pensaba decirle que había fracasado en la misión, no quería tentar la ira de Astley, no tenía ganas de pelear aquella noche ni mucho menos que él la tratara como a un trapo sucio, así que la única opción que le quedaba era mentir respecto a lo que había sucedido.Ella asintió con la cabeza y sonrió de lado a lado, como si de verdad hubiera logrado convencer a Dante de su inocencia y de la maldad de Ezra.–¡Sabia que lo lograrías! – a pesar de su pierna coja, Ezra agarró a Valeria por la cintura y la levantó, abrazándola y besándola con euforia – dime, ¿Qué te dijo? ¿Cómo lograste que te creyera?–Haciendo lo que me pediste, me mostré ante él como la victima de toda esta situación, le dije que me maltratabas, que no me amabas y le pedí perdón por haberlo cambiado por ti. Le deje creer que él es un héroe y que tú eres el villano de esta historia – soltó a modo de victoria.–Eso es mucho mej