–¿Por qué estás tan feliz? – preguntó Briana con amargura a su nuera.–Solo porque si – Emma estaba tan feliz por salir esa noche que no se molestó por aquel tono de voz de Briana.En completa tranquilidad, Emma siguió tarareando una canción que no se salía de su cabeza, al tiempo en que se metió en el baño de su habitación matrimonial, una vez allí se aseó como mejor pudo, una de las cosas que nadie le advirtió de estar embazada era aquella incapacidad que tenía por agacharse para hacer las cosas más básicas del aseo, como por ejemplo rasurarse, aquello incomodaba a Emma, una chica quien siempre fue muy pulcra con su cuerpo.–¡Joder bebé! Tienes que salir tan rápido como sea posible o terminaré por volveré loca – bufó, intentando alcanzar la parte baja de sus piernas que tenían pequeños vellos.Estando ahí, Emma incluso tuvo la idea de escribir un blog que se llamara, “lo que nadie dice del embarazo” es que las mujeres solían romantizar tanto aquel proceso que olvidaban contar a las
De repente todos sus amigos saltaron encima de ella a felicitarla por su embarazo y sobre todo, porque próximamente daría a luz.Emma se burló de lo que estaba pasando, al tiempo en que se sentía aliviada, por un momento creyó que iban a matarla para enterrar su cadáver en una de las atracciones mecánicas.–¡Quiero que sepan que ustedes dos tienen la mente más retorcida del mundo! – chilló a sus amigas, mientras ellas la abrazaban. –Pero ¿Por qué? – dijo Susan.–¿Acaso esto no te parece lo más lindo del mundo? – cuestionó Rebeca.Al mirar a su alrededor, a todos sus amigos y personas cercanas, Emma se dio cuenta de que aquella fiesta era un baby shower, enseguida se llevó una mano al corazón y quiso llorar de la felicidad.–No puedes culparnos a nosotras, Rebeca y yo solo elegimos la temática – señaló a los meseros disfrazados de bebes – y el sitio del evento, pero en realidad, quien decidió que jugáramos un poco contigo fue tu querido esposo.Emma abrió los ojos – ¿Dante está aquí?
–¡¿Qué te pasó?! – Dante frunció el ceño y puso su dedo sobre la herida, pero ella lo alejó de inmediato porque todavía le dolía.–Hace una semana estaba haciendo una receta nueva para Perséfone y Zeus y me quemé al intentar darme la vuelta para alcanzar una sartén – explicó.–¿Por qué no me habías dicho nada? Realmente era la primera vez que Dante veía esa herida en la piel de su esposa.–Porque sabía que me regañarías, desde que mi barriga creció ya no te gusta que yo esté en la cocina, y me moría por ver como quedaba aquel platillo, hace mucho que no cocinaba para Perséfone, y ella no dejaba de mirarme con esos ojitos de capricho – se disculpó – lamento no ser más cuidadosa.Su rostro se ensombreció y eso era lo último que Dante esperaba, de modo que le dio un beso sobre la cicatriz y comenzó a pintar.–¿Qué dibujo harás? – le preguntó ella, recuperando su emoción.–Ya lo verás, es algo que te gustará mucho – aseguró mientras se ponía creativo.Al otro lado de la ciudad, el ama de
Dante y Emma llegaron corriendo a la mansión Neville, justo unos minutos antes de que los paramédicos tambien llegaran, cuando entraron encontraron al ama de llaves completamente desestabilizada, la mujer no sabía que hacer, más allá de poner unos pañitos calientes en la frente de Briana. –¡Mamá! – Dante se arrodillo delante de ella.Por otro lado, Emma se quedó fría y rígida cuando la vio.–Resiste, mamá – Dante la cargó y la sacó fuera de casa, donde la ambulancia acababa de abrir sus puertas. –Yo soy su hijo, iré con ella – aseguró.Habían sido muy pocas veces en que Emma vio a su esposo desesperado, sin embargo, esa ocasión superaba todas las anteriores, Dante estaba llorando desconsoladamente mientras agarraba la mano de su madre y rogaba a Dios que no fuera nada grave.–No entiendo que pudo haberle pasado, ella estaba muy bien esta mañana en que me fui, se veía igual de vigorosa que siempre – sollozó el hombre, mientras tomaban asiento en la sala de espera.Emma no sabía que
De inmediato las enfermeras se acercaron a él e hicieron la revisión de rutina.–Es algo que pasa a menudo – dijo una de las mujeres – solo necesita recuperarse del shock, créame, vemos esto más de lo que nos gustaría.Al igual que Briana, Axel fue llevado a una habitación, aunque, a diferencia de su esposa, él no estaba en estado crítico o al borde de la muerte.Cuando estuvo dentro de la habitación, Axel sintió la misma presión como si una roca fuerte y muy grande estuviera aplastando su pecho, era producto de la tristeza que tenía por dentro, el hombre no pudo dejar de pensar en que Briana no lo perdonaría jamás, porque era obvio que ella se daría cuenta que el motivo de su envenenamiento fue aquel té. Lo iban a descubrir y él no tendría forma de salvarse de aquello, pensó.–Esto es como una mala película de terror – Dante se rascó los ojos mientras intentaba pensar con claridad – tengo a mis dos padres en el hospital, esta situación es sumamente jodida.Emma siguió abrazándolo.–P
–Creo que estos han sido los cinco días más largos de toda mi vida – bufó Emma, hablando con su esposo mientras entraban en la mansión Neville.–Por suerte mi madre saldrá mañana del hospital y podemos traerla de regreso aquí hasta que se mejore – Emma frunció los labios – no te preocupes cariño, ya entendí lo contraproducente que es vivir todos juntos, en cuanto ella esté mejor le ayudaré a buscar un sitio en el que vivir, es importante, sobre todo porque el bebé llegará muy pronto. Emma asintió con la cabeza, sin importar las difíciles circunstancias que vivió Briana, por el bien de la relación, lo mejor era que ellos tuvieran su espacio como pareja, y sobre todo, como familia.–¿Qué te dijo la psiquiatra esta mañana? – preguntó la joven, arriesgándose a parecer imprudente.Después de aquella noche en que Axel casi se suicida, lo tuvieron hospitalizado en el pabellón psiquiátrico del mismo hospital donde atendían a Briana, allí, los médicos se estaban encargado de darle la atenció
El calor se subió a las mejillas de Emma, la vena en su frente se hinchó y quiso tener a Mathew delante de ella para matarlo con sus propias manos si es que acaso era posible.–¡Ese mal nacido! ¿Con que derecho se cree para decir que yo te estoy maltratando? – gruñó Dante.–Esa actitud suya no parece la de una persona muy pacifica – murmuró el policía.Ignorando la pelea estúpida que acababa de formarse entre Dante y el policía, Emma se hizo a un lado y llamó a su amigo.–¿Dime porque diablos denunciaste a Dante? – vociferó en cuanto el hombre respondió – Mathew, quiero que vengas ahora mismo aquí para que arregles esto.–Emma, no permitiré que él te siga haciendo daño – insistió.–¡El único que me está dañando en este momento eres tú, así que por tu propio bien te recomiendo que vengas ya! – le gritó y colgó enseguida.–En mi celular está el número de mi abogado – dijo Dante.–No necesitamos llamar a ningún abogado, Mathew vendrá aquí a rectificar esta situación.Dante no confiaba en
Dante dio vueltas alrededor de la sala de maternidad del hospital en el que Emma estaba a punto de dar a luz.–Ella está en la habitación, puede entrar a verla si lo desea – avisó la enfermera a Dante, quien de inmediato se metió en la habitación donde su esposa estaba acostada.Cuando entró vio su cara pálida y llena de sufrimiento y tuvo un sentimiento interno de orgullo por ella, aquella menuda chica que estaba ahí debía tener la fortaleza suficiente como para lograr sacar a ese pequeño bebé de su cuerpo.–Será prematuro, Dante – una lagrima se resbaló por su mejilla – yo pensé que podía evitarlo, que iba a conseguir obligar a mi cuerpo para que esperara los nueve meses y no lo conseguí – sollozó de forma triste.–Todo estará bien, linda, ya no es momento para pensar en eso – él le dio un beso en la frente y la consoló – ahora lo único en lo que debes pensar es que dentro de muy poco, nuestro hijo nacerá y podremos dejar atrás todos estos meses que han sido tan complicados para ti.