A la mañana siguiente, Emma estaba tan aburrida que evitó encontrarse con Antonia o Valeria. –¿Qué vamos a hacer si se aburrió de nosotras? – ella habló con su barriga.Después de haberlo vivido, Emma no soportaba la idea de que Dante la tratara como a cualquier persona, después de todo, ella era la mujer que llevaba a su bebé en su vientre, la misma a la que él le había prometido que lucharía por una familia juntos.–quizá cambió de opinión – soltó la chica, con las hormonas a flor de piel y la tristeza emanando por cada uno de sus poros.Cuando se cansó de caminar y de pensar en su esposo, Emma tomó un auto que la dejo frente al edificio de industrias Neville, aunque quería romper con su rutina, lo único de lo que no podía escapar era de su tan acostumbrado y amado café, estando allí ella pensó en comprar uno para Dante. Al llevárselo, se dio cuenta de que él no estaba, ver aquella silla vacía no auguraba nada bueno a la mujer, quien esa mañana se sentía más triste que nunca.No
–No puedo creer que después de tanto tiempo tenga a la mismísima Emma Astley frente a mi – dijo Rebeca.A Emma le costó recordarla, sin embargo, en cuanto lo hizo, se alejó de Mathew y abrazó con fuerza a aquella amiga que hizo posible que ella fuera libre.–¡Rebeca! Por amor a Dios, ¿Cuánto tiempo ha pasado? – dijo, mirándola con orgullo.–¡Ay! No vuelvas a usar esa frase, suficiente tuve con todo lo que debí escucharla en el convento.Mathew se quedó rezagado detrás de las mujeres, sin embargo, en cuanto Rebeca lo vio se interesó por él.–Me doy cuenta de que no has perdido tu habilidad de rodearte de buenos hombres – dijo, guiñándole un ojo.Definitivamente Rebeca no había perdido esa forma de ser rebelde y coqueta.–Rebeca, él es Mathew Smith, mi exjefe – Rebeca extendió su mano y aunque Mathew la estrechó, ella no quedó satisfecha con ese simple gesto, de modo que lo empujo hacía ella y le dio un descarado beso en la mejilla.–¿Y se supone que tu saliste de un convento? – pregunt
-Daremos la oportunidad a cada uno de los miembros de esta junta directiva, para que presenten un plan de acción financiero, al final del mes, lo elegiremos, por supuesto, el socio creador del plan tendrá la mayor participación en los ingresosde este negocio – dijo Sawyer a la junta directiva en pleno. Mientras el hombre hablaba, Emma miraba con el rabillo del ojo a su esposo, que seguía comportándose igual de indiferente que antes, habían pasado dos semanas y él seguía rechazándola. –¿Qué demonios es esto? ¿Una rifa? – Axel Neville se burló de lo ridículo que le parecía aquella propuesta. –Debido a nuestras más recientes adiciones a esta junta directiva, trataremos de darle la oportunidad a los miembros más nuevos – señaló a Emma – para que puedan mostrar su potencial empresarial. No es una rifa, Neville, es una oportunidad – explicó – tu tambien puedes participar. Axel soltó un bufido – cuando mi padre era el director de esta compañía jamás permitió que al
Después de haber salido del hospital, Dante condujo hasta la casa Astley para recoger algunas de las pertenencias más importantes de Emma. –¿Dante? – Valeria frunció el ceño al ver al hombre frente a su puerta, al mismo tiempo se emocionó por volver a verlo – ¿Qué estás haciendo aqui? – preguntó ruborizándose. –Vine a recoger las cosas de Emma. Dante insistió a Emma en que se quedara dentro del auto, que descansara porque él se encargaría de todo, y después de aquella noticia tan importante a la que se habían enfrentado, ella no queria tener más dramas, mucho menos con Dante, que parecía la única persona que estaba dispuesto a cuidarla. –¿De que estas hablando? – insistió Valeria, siguiendo a Dante cuando él entró en la casa. –Ella regresará a vivir conmigo, así que he venido por sus cosas – fue lo único que dijo, sin demasiadas intenciones de ahondar en el tema. Antonia, que tambien estaba en la casa como de costumbre, se sintió feliz de que Emma hubiera recapacitado y
–¿A dónde vas? – preguntó Dante con la voz pastosa al ver a Emma levantarse de la cama.–Es hora de ir a la oficina – respondió ella – no quiero llegar tarde, tengo una cita con mi asesor financiero.El hombre se incorporó en la cama y entonces la miró con el ceño fruncido.–¿Realmente estás planeando ir a la oficina hoy? ¿Después de lo que pasó ayer?Emma asintió con la cabeza y se metió en la ducha antes de tener que seguir dándole explicaciones a su esposo.–¡Está mujer está loca! – él se pasó la mano por el rostro, soltó un bufido y se acostó de nuevo en la cama, pensando en cómo iba a hacer para soportar los cambios de humor de Emma y las locuras que se incrementaban a medida que el tiempo pasaba.Él la amaba, pero ella tambien le hacía las cosas demasiado difíciles.Lo que Dante no sabía era que Emma necesitaba encontrar un motivo para no pensar en su enfermedad y en lo que eso podía generar en el bebé, si se quedaba en la casa no iba a dejar de darle vueltas al asunto y termina
El resto del día Emma estuvo intranquila por lo que sucedería esa noche, eso no significaba que estaba arrepintiéndose de asistir a aquel coctel, sin embargo, no podía dejar de recordar lo que sucedió en el último evento en que ellos estuvieron juntos y Emma estaba usando el anillo de la bisabuela. Ciertamente ella no quería ser tratada de la misma forma, por el contrario, la mujer esperaba que aquella guerra estúpida entre la familia Neville y ella, se acabara de una vez por todas.Por como ella veía las cosas, los padres de Dante debían entender que ella no era igual a Ezra, que ella no pretendía hacerles daño, Emma lo único que deseaba era ser tratada con respeto, ni siquiera estaba buscando que la trataran como a otra hija, porque sabía que eso era algo muy complicado de lograr.–¿Lista para irnos? – cuestionó Dante, yendo a recogerla a la oficina antes de que el atardecer hiciera su aparición.Ambos debían estar temprano en la mansión para alimentar a Perséfone y a Zeus, además d
–Eres la mamá más bonita del mundo – dijo, halando su mano hasta meterla dentro de la ducha, donde abrió el agua caliente para que la mojara a ella.Allí en la ducha, Emma se quedó en silencio porque su pobre corazón no era capaz de dejarla soltar palabra alguna, todo su cuerpo estaba temblando de deseo y las mariposas en su barriga no dejaban de hacerle cosquillas.–Déjame consentirte, Emma – susurró Dante en su oído.Ella asintió con la cabeza y entonces él agarró el jabón líquido para el cuerpo, se puso un poco en la mano y después comenzó a enjabonar el cuerpo de su esposa, primero dejo que el jabón resbalara por sus hombros, donde hizo algunos masajes, después subió hasta su cuello.–Date la vuelta – pidió él.Ella obedeció, de modo que quedó de espaldas al pecho de Dante, estando en aquella posición él puso sus manos en los pechos de Emma, enjabonando y masajeando cada uno de ellos, lo mismo hizo con su vientre, donde se tomó su tiempo para después bajar hasta la zona sensible d
–¿Están esperando un hijo? – preguntó Briana, como si hubiera escuchado mal.Dante y Emma se quedaron en silencio, sin embargo, a la mujer solo le bastó bajar la mirada a la barriga de su nuera para darse cuenta de que era cierto, por un par de segundos Briana se sintió estúpida, ¿Cómo no lo había notado antes? Aquella barriga que tenía Emma era obviamente producto de un embarazo.–Ella lleva en la barriga a tu nieto y tú la estás tratando como si no fuera merecedora de respeto o de comprensión, aun cuando Emma jamás ha hecho nada en tu contra – Dante pensó que aquella noticia ablandaría el corazón de su padre, sabía que Axel no se arrodillaría a pedirle perdón a su nuera, pero aun asi, esperaba que por lo menos fuera capaz de tratarla con un poco más de delicadeza. Pero eso no sucedió, por el contrario, Axel soltó una gran carcajada y después hizo un gesto de asco con el rostro.–¡¿Y estás seguro de que ese niño es tuyo?! – preguntó, poniendo en tela de juicio el honor y la fidelid