La chica estaba temblando, sin embargo, ni siquiera eso fue impedimento para que consiguiera llegar rápidamente a casa, debía empacar sus cosas y largarse de aquella propiedad, necesitaba olvidar que, en algún momento de su vida, decidió involucrarse con Ezra Astley, él era como el demonio y ella ya no podía soportarlo más.–¡Valeria! ¿Qué te pasó? ¿Ezra volvió a golpearte? – le preguntó Antonia, en cuanto la chica entró en casa.Escuchar a su madre preguntar aquello hizo que su corazón se rompiera en mil pedazos, aun así, no había tiempo para quedarse lamentando, debía marcharse, ya tendría tiempo después para curarse las heridas.–Tenemos que irnos de aquí, mamá – ella iba a hacer hasta lo imposible para llevarse a Antonia consigo – tenemos que empacar nuestras cosas y largarnos de esta casa antes de que Ezra llegue.Antonia se quedó perpleja por lo que decía su hija – ¿Qué está pasando, Valeria?–No tengo tiempo para darte demasiadas explicaciones, solo debes saber que estamos vivi
–Me he quedado sola – dijo Antonia, mirándose al espejo.Saber que Valeria no volvería le dejo un vacío en el pecho, una sensación de sinsabor que no sabía cómo iba a alejar de su cuerpo, aunque por supuesto, no se debía únicamente a la ausencia de su única hija, si no a esas últimas palabras que Valeria dijo, aquellas que habían quedado resonando dentro de su alma.Durante un par de minutos, después de haber abandonado el espejo y haber ido a la cama que ya no compartía muy a menudo con su esposo, la mujer pensó en lo que había sido su vida hasta el momento, pensó en sus padres, en lo mucho que todo el tiempo habían odiado a Henry, pensó en las decisiones que tomó y no pudo evitar sentirse miserable por ese punto tan decadente al que había llegado, definitivamente aquella no era la vida que ella imaginó que tendría al lado de Henry.Con el dolor en el pecho y a sabiendas de que era muy probable que su marido no regresara esa noche, Antonia salió de casa, sin arreglarse mucho, sin mol
Aquella noche fue completamente maravillosa para Dante y Emma. La parejita parecía más enamorada que nunca, tanto, que Emma creyó que por primera vez las cosas definitivamente saldrían bien, ya no se sentía tan incomoda con la idea de criar un hijo junto a ese hombre, por el contrario, entre Dante más hablaba, ella más se entusiasmaba. –No Dante, no vamos a construirle un castillo Disney a nuestro hijo – Emma rodó los ojos, negándose a la ridícula propuesta de su esposo.–¿Por qué no? Es el sueño de todos los niños – soltó animado – no quiero que nuestro hijo crezca con traumas por no tener lo que desea, quiero a un niño sano y feliz – agregó.Emma frunció los labios – en primer lugar, no podemos criar a nuestro hijo dándole todo lo que quiera, crecerá siendo caprichoso y malvado, en segundo lugar, ni siquiera sabemos si le gustará Disney, ¿Y si lo odia? ¿Y si les tiene miedo a los ratones? – cuestionó.–¡Si les tiene miedo a los ratones tendremos que darlo en adopción! – se burló –
–Está bien, te escucho – Emma la invitó a que se sentara en el sofá de la sala de estar, mientras ella hacia lo mismo en la silla de enfrente.–Lo primero que debes saber es que, cuando tus padres murieron, dejaron toda su herencia para ti y para Ezra, pero el porcentaje nunca fue igualitario, la mayor parte de la herencia es tuya, a Ezra solo le correspondía una pequeña parte, que nunca fue suficiente para todos sus proyectos ambiciosos – explicó, mientras Emma fruncia el ceño.–¿Cómo sabes eso?–Porque tuve acceso al documento de la herencia, Emma, no lo tengo aquí conmigo, pero estoy segura de que, si llamas al abogado encargado, él te podrá comprobar que lo que estoy diciendo es cierto.–Pero ¿Por qué mis padres harían eso? Ambos somos sus hijos, no tiene sentido que me hayan dejado más dinero a mí que él, por el contrario, Ezra es el hermano mayor, si hay alguien que por derecho debería recibir más, es él.–No lo sé, esa es una cuestión que yo no puedo explicar, lo que puedo deci
Emma todavía no estaba segura de cómo debía manejar la situación, esa parte cuerda y sensata de ella le decía que lo mejor era enfrentarlo para que de ese modo él pudiera explicarle, sin embargo, el diablito en su hombro también le recordaba que ella ya le había dado esa oportunidad a él en diferentes ocasiones y no había hecho más que mentirle, y ella siempre terminaba cayendo bajo sus enredos. Después de haber descubierto algo tan delicado como lo que reveló Valeria, la mujer no quería volver a cometer un error semejante.Había muchas cosas sucediendo dentro de Emma, sin embargo, si de algo estaba segura, era que, se iba a encargar de que su hermano y Dante pagaran por todo lo que le habían hecho, aún no sabía de qué forma conseguiría lograrlo, pero ella los pondría a sus pies, y los obligaría a pedirles perdón por todo el daño ocasionado.Emma estaba llena de tristeza y decepción, pero, sobre todo, estaba cargada de un odio infinito hacia los dos hombres en quien ella más había con
–Abogado, muchas gracias por atenderme – Emma le dio la mano al hombre que contrató para que la asesorara en todo el proceso legal de la herencia de sus padres. Habían pasado algunos días desde que la chica conoció la verdad que le habían estado ocultando durante toda su vida, y después de haberlo meditado mucho, tomó la decisión de que, tanto a Ezra como a Dante, les quitaría aquello por lo cual la usaron durante tanto tiempo.A Ezra le quitaría su preciado dinero, y a Dante le quitaría su empresa. Era lo justo, después de todo, Dante le robó la dignidad y la confianza, y Ezra le robó muchos años de su vida, en los cuales ella estuvo viviendo bajo sus directrices, cuando él no fue más que un miserable que jamás se interesó realmente por ella.–Es un placer, señorita Astley – él estrechó la mano de la joven y la invitó a tomar asiento en la silla frente al escritorio – estudié los documentos que me envió anteriormente, por desgracia, aún no ha sido posible ponerme en contacto con el
Después de haberse reunido con Valeria y haberle prestado algo de dinero para que la mujer pudiera pasar aquella noche en la ciudad, en un hostal medianamente decente, Emma se dirigió a la agencia, donde tendría que hablar con Mathew, aquel día ella había solicitado un tiempo libre para poder asistir a su cita con el abogado, pero tambien sabía que tenía que cumplir con sus responsabilidades, sobre todo, si iba a pedir a Mathew, un favor tan conflictivo como aceptar a Valeria en la agencia.–¡Emma! ¿Cómo estás? – preguntó él, cambiando su estado de ánimo a uno muchas más alegre en cuanto la vio. Emma era como ese rayito de sol que iluminaba la vida de Mathew Smith.–Muy bien – ella sonrío y le dio un beso en la mejilla – lamento haberte dejado a solas en la sesión de esta mañana, tenía cosas que poner en orden – se disculpó.–No pasa nada, el resto de equipo se encargó de suplirte, aunque por supuesto ninguno de ellos tiene el ojo ni la astucia tuya.Emma negó con la cabeza – estoy se
–¡Tú tienes que saber dónde está metida ella! Si piensas que voy a creer en tu historia de que no sabes donde esta Valeria, entonces estás muy equivocada – gruñó Ezra, acercándose amenazadoramente a Antonia, que estaba a solas en la casa con él. –Te juro que no sé dónde está – aseguró ella, y es que, aun si supiera donde estaba su hija, Antonia no se atrevería a decírselo a ese hombre.Después de que Valeria hubiera dejado abandonado a Ezra aquella noche en la oficina, el hombre había enloquecido por completo, no precisamente porque necesitara a Valeria para vivir, sino porque la mujer tenía demasiada información y él no podía permitir que aquella información anduviera por ahí como si nada, mucho menos con todo lo que Valeria podría tener en contra de él.–¡Es tu maldita hija! ¿Es que acaso ni siquiera tienes control sobre eso? – Ezra estaba perdiendo la cordura y se sentía tan fastidiado y encabronado que estaba a punto de golpear a Antonia.–Valeria solo vino a casa y recogió sus