El hombre se quedó perplejo después de que ella hubiera soltado semejante noticia, durante algunos segundos, Dante fue incapaz de moverse, decir o hacer algo, él simplemente se quedó rígido donde estaba mientras Emma continuaba llorando abrazándose las rodillas, ella tambien estaba demasiado alterada como para darse cuenta de que acababa de decirle a su esposo que serían padres, Emma no pudo guardar más aquel secreto, no después de haberse dado cuenta de que a su hijo le vendrían muchas cosas difíciles teniendo una familia tan rota.Por un lado, la familia de la chica se componía únicamente de Ezra y él era el último hombre en la tierra que ella aceptaría que se acercara a su hijo, y por otro lado estaba la familia de Dante, que acababa de dejar muy en claro que no la iban a aceptar a ella, naturalmente tampoco lo harían con su hijo.–Tenemos que irnos de aquí, Emma – fueron las únicas palabras que logró articular Dante Neville.Emma se limpió las lágrimas, asintió con la cabeza y ent
–¿Para dónde vas tan temprano, Emma? – preguntó Dante con la voz pastosa, al tiempo en que se rascaba los ojos y miraba con intriga a su esposa. –Debo ir a una sesión de fotos, es al amanecer, así que debo estar allí pronto – explicó – no puedo quedarle mal a… – ella se detuvo antes de decir el nombre de Mathew. Dante intentó hacer a un lado el hecho de que Emma iba a encontrarse con el saca fotos, de todas formas, aquel hombre era su jefe y ella debía acatar sus órdenes, aun cuando él no estaba muy de acuerdo con aquella relación laboral.–¿Crees que sea prudente trabajar estando embarazada? – cuestionó el hombre – no creo que debas estar haciendo demasiados esfuerzos.–Esto no se trata de nada difícil, solo tendré que asistir la sesión de fotos y eso es todo, no tienes nada por lo que debas preocuparte – ella se llevó un mechón de cabello detrás de la oreja, incomoda porque Dante hubiera tocado el tema del embarazo.Él estuvo tan reticente a hablar la noche anterior que Emma sup
Mientras Emma y Dante disfrutaban de una maravillosa cena, al otro lado de la ciudad, Valeria salía del auto de su padre únicamente para visitar a Ezra, quien estaba estresado y necesitaba desahogarse con ella. En eso se había convertido Valeria, en el juguete sexual de Ezra, y la chica estaba empezando a cansarse de aquella situación, se estaba dando cuenta de lo retorcida que era y de lo mal que estaba, sin embargo, a pesar de todo, seguía sin tener la suficiente fortaleza para mandar a volar a Ezra y forjarse su propio camino.Antes de entrar en el edificio, ella soltó un suspiro, sacó un lápiz labial de color Vinotinto y se lo puso sobre los labios, mirándose al pequeño espejo de mano, mientras se lamentaba por seguir comportándose como la tonta que permitía que su “novio” la dañara.–¿Qué estás haciendo, Valeria? – se preguntó en voz alta.–Poniéndote guapa para la función – dijo la voz masculina profunda y ronca, del hombre que acababa de posicionarse detrás de ella.–¡Aléjese d
La chica estaba temblando, sin embargo, ni siquiera eso fue impedimento para que consiguiera llegar rápidamente a casa, debía empacar sus cosas y largarse de aquella propiedad, necesitaba olvidar que, en algún momento de su vida, decidió involucrarse con Ezra Astley, él era como el demonio y ella ya no podía soportarlo más.–¡Valeria! ¿Qué te pasó? ¿Ezra volvió a golpearte? – le preguntó Antonia, en cuanto la chica entró en casa.Escuchar a su madre preguntar aquello hizo que su corazón se rompiera en mil pedazos, aun así, no había tiempo para quedarse lamentando, debía marcharse, ya tendría tiempo después para curarse las heridas.–Tenemos que irnos de aquí, mamá – ella iba a hacer hasta lo imposible para llevarse a Antonia consigo – tenemos que empacar nuestras cosas y largarnos de esta casa antes de que Ezra llegue.Antonia se quedó perpleja por lo que decía su hija – ¿Qué está pasando, Valeria?–No tengo tiempo para darte demasiadas explicaciones, solo debes saber que estamos vivi
–Me he quedado sola – dijo Antonia, mirándose al espejo.Saber que Valeria no volvería le dejo un vacío en el pecho, una sensación de sinsabor que no sabía cómo iba a alejar de su cuerpo, aunque por supuesto, no se debía únicamente a la ausencia de su única hija, si no a esas últimas palabras que Valeria dijo, aquellas que habían quedado resonando dentro de su alma.Durante un par de minutos, después de haber abandonado el espejo y haber ido a la cama que ya no compartía muy a menudo con su esposo, la mujer pensó en lo que había sido su vida hasta el momento, pensó en sus padres, en lo mucho que todo el tiempo habían odiado a Henry, pensó en las decisiones que tomó y no pudo evitar sentirse miserable por ese punto tan decadente al que había llegado, definitivamente aquella no era la vida que ella imaginó que tendría al lado de Henry.Con el dolor en el pecho y a sabiendas de que era muy probable que su marido no regresara esa noche, Antonia salió de casa, sin arreglarse mucho, sin mol
Aquella noche fue completamente maravillosa para Dante y Emma. La parejita parecía más enamorada que nunca, tanto, que Emma creyó que por primera vez las cosas definitivamente saldrían bien, ya no se sentía tan incomoda con la idea de criar un hijo junto a ese hombre, por el contrario, entre Dante más hablaba, ella más se entusiasmaba. –No Dante, no vamos a construirle un castillo Disney a nuestro hijo – Emma rodó los ojos, negándose a la ridícula propuesta de su esposo.–¿Por qué no? Es el sueño de todos los niños – soltó animado – no quiero que nuestro hijo crezca con traumas por no tener lo que desea, quiero a un niño sano y feliz – agregó.Emma frunció los labios – en primer lugar, no podemos criar a nuestro hijo dándole todo lo que quiera, crecerá siendo caprichoso y malvado, en segundo lugar, ni siquiera sabemos si le gustará Disney, ¿Y si lo odia? ¿Y si les tiene miedo a los ratones? – cuestionó.–¡Si les tiene miedo a los ratones tendremos que darlo en adopción! – se burló –
–Está bien, te escucho – Emma la invitó a que se sentara en el sofá de la sala de estar, mientras ella hacia lo mismo en la silla de enfrente.–Lo primero que debes saber es que, cuando tus padres murieron, dejaron toda su herencia para ti y para Ezra, pero el porcentaje nunca fue igualitario, la mayor parte de la herencia es tuya, a Ezra solo le correspondía una pequeña parte, que nunca fue suficiente para todos sus proyectos ambiciosos – explicó, mientras Emma fruncia el ceño.–¿Cómo sabes eso?–Porque tuve acceso al documento de la herencia, Emma, no lo tengo aquí conmigo, pero estoy segura de que, si llamas al abogado encargado, él te podrá comprobar que lo que estoy diciendo es cierto.–Pero ¿Por qué mis padres harían eso? Ambos somos sus hijos, no tiene sentido que me hayan dejado más dinero a mí que él, por el contrario, Ezra es el hermano mayor, si hay alguien que por derecho debería recibir más, es él.–No lo sé, esa es una cuestión que yo no puedo explicar, lo que puedo deci
Emma todavía no estaba segura de cómo debía manejar la situación, esa parte cuerda y sensata de ella le decía que lo mejor era enfrentarlo para que de ese modo él pudiera explicarle, sin embargo, el diablito en su hombro también le recordaba que ella ya le había dado esa oportunidad a él en diferentes ocasiones y no había hecho más que mentirle, y ella siempre terminaba cayendo bajo sus enredos. Después de haber descubierto algo tan delicado como lo que reveló Valeria, la mujer no quería volver a cometer un error semejante.Había muchas cosas sucediendo dentro de Emma, sin embargo, si de algo estaba segura, era que, se iba a encargar de que su hermano y Dante pagaran por todo lo que le habían hecho, aún no sabía de qué forma conseguiría lograrlo, pero ella los pondría a sus pies, y los obligaría a pedirles perdón por todo el daño ocasionado.Emma estaba llena de tristeza y decepción, pero, sobre todo, estaba cargada de un odio infinito hacia los dos hombres en quien ella más había con