-Jajaja- Su risa era atronadora, burlona y despreocupada – Entonces pequeño, tienes que escoger mejor tus batallas, así no podrás impresionar a esta pequeña señorita, jajaja- La risa causaba una sensación de impotencia y desagrado en Lyaus.

Él se presentó a ellos como Arats Hundur, el dueño de este edificio y de todos los demás que estén a la redonda. Señor del bosque y montañas.

Él era muy amable y rápidamente ofreció una comida y una fogata para pasar la noche.

Como son sus invitados, así los nombro Arats a ellos, les preparo un gran banquete y rápidamente estaban comiendo dentro del edificio, era un gran venado que cazo con anterioridad y una gran fogata, ellos siempre fueron precavidos en no llamar mucho la atención con el fuego en la noche, pero él no tenía miedo de ser emboscado y viéndolo pelear, sabían por qué.

-Podrías no escupir mientras hablas y vestirte- Lyaus le incomodaba estar al lado de alguien que solo usaba un pantalón tan roto y desgastado, que parecía más un