—Jena, —entro como un huracán, al ver el florar obsequio se paralizo un paso dentro de la puerta. La sonrisa en su rostro por las flores no se comparaba con su fracaso de aquel día, ese día solo recibió, enfado, llanto y dudas. Y bueno casi estuvo a punto de consumar su matrimonio.—¡Flores!, ¿quién le ha traído flores a mí esposa?—Tal parece que no ha sido usted. —no eran importantes, así que las coloco a un lado sobre el buró —Las trajo el doctor Adam McAllen es un gran amigo de la universidad.Conan sonrió bastante molesto. Un ardor quemo su pecho, imposible controlar ese deseo de azotar las flores contra la pared.—¿Un amigo? —tomo el ramo —, a ese tipo si lo recuerdas, ¿pero a tu esposo?, no tienes ni un mínimo recuerdo…Y sin mas aventó el ramo contra la pared, Jena se cubrió la cabeza, estuvo a punto de gritar para pedir ayuda.—¿Que tan especial es ese amigo señora de Imperión?—No le queda el papel de esposo celoso, cuando usted aun piensa en Débora. —Eso fue hace tiempo,
Sus pies le pesaban, como si fueran unos enormes bloques de plomo, volver a su pequeña casa sin Jena ver a su alrededor y saber que ella no estaba dentro esperándolo, saber que dormiría en una cama sin su calor.Si su respuesta hubiera sido otra, Jena habría vuelto con el sin pensarlo. Pero aun sentia cosas por Débora, el solos saber que ella se encontraba aquí de nuevo le inquietaba.La puerta se abrió y la luz lo cubrió, Kenia vio sus hombros caídos y su rostro desencajado, se pasó la mano por la cabeza para acomodarse los cabellos que colgaban frente a su cara.—¿Dónde está jena, y Alison?... ¿Y Derek? —Resoplo con fuerza entro y cerró la puertaDébora espiaba la llegada de Conan, al verla llega sin esa mujer salto de alegría.—Conan ¿Dónde está Jena que le paso a tu hijo? dime que está pasando.Kenia estaba molestándose por la falta de respuesta—No quiso volver, aun no le informes a mi padre dame un par de días… —al avanzar hacia las escaleras observo a su padre sentado en el so
Jena recostada mantenía los ojos puesto en el techo, observo el reloj, una de la mañana, siempre después de un día agitado le gustaba recostarse en su cama, era tan reconfortarle que perdía todo conocimiento a penas su cuerpo se posaba sobre ella. Su dedo punzaba fuerte y doloroso.Buscaba alguna espina, o peor aún, alguna roncha producto de la mordedura de un araña, pero su dedo lucia normal.Estaba inquieta pensando en Conan, presentía que algo no estaba bien donde él se encontraba, tenía un desazón en el pecho, algo estaba sucediendo, sentía esa necesidad tan violenta de llamar a Conan, de tenerlo cerca, froto su vientre.—¿Lo extrañas verdad amor?, mañana vendrá, lo prometió. —un bebe, habia un bebe creciendo en su vientre, tan pequeño y frágil, apenas caía sobre ella la alegría de esa realidad. Un hijo que bien o mal la ataba a ese hombre que no podía recordar.La ventana se abría dando paso a un balcón, directo a la calle principal, la luna era redonda, gigante y muy brillante,
Al amanecer Jena abrió los ojos, Conan estaba dormido con su rostro hacia ella, le parecía como un niño tierno, dulce y preocupado por ella, libero un sonrisa espontanea. Estuvo a un centímetro de acariciar su espeso cabello negro. Era bonito, ese hombre de aspecto áspero y mal humorado, era muy lindo.Y su cercanía le hacía bien, el malestar de su dedo habia parado y no se había percatado en qué momento.Cuando sus ojos se abrieron, se encontraron con la mirada de Jena y su sonrisa. Conan no hizo ningún expresión como si aún permaneciera adormecido, pero estaba cautivado por la belleza de Jena.—Buenos días—Buenos días. —respondió, ese hombre no la habia obligado a nada, y le provocaba una desesperación no recordar nada detrás de ayer en el hospital.—De verdad quiero recordarte, necesito recordarte—Ven a casa, conversemos, apartarme de ti no te ayudara.Tenía razón, ¿comó se dejó influenciar de Adam?, Conan le dio libertad, la respeto aún durante la noche y que ella se ofreció como
—Estamos listo —Alison estaba emocionada, en cuanto Jena le comento la sugerencia de Conan ella brinco de alegría. Tomo algunas cosas que le faltaron la ultima vez que entro en el departamento y se encontró con aquel par de atractivos chicos.—¿Cuál es la prisa?—Ya lo veras el valle de plata es un lugar hermoso, cuando estes ahí me darás la razón —el entusiasmo de su hermana era contagioso.Estaba emocionad de ir con Conan, sus besos y caricias la estremecían al recordarlas. Si esas sensaciones las provocaba con unos cuantos besos que sería cuando la hiciera completamente suya, Jen ase sonrojo.—Está bien, vamosJena no llevaba más que una bolsa de mano, se vistió con algo deportivo y se sujetó el cabello en unas sola coleta.—¿Solo eso llevaras?—No sé con qué me encontrare, Alison, debo pensar que puede ser que vuelva hoy por la tarde.—Jen, debes pensar en volver con Conan, escúchame, el te ama y tu lo amas, no lo recuerdas porque no quieres hacerlo, pero cuando lo hagas te vas a
La sangre no paraba de escurrirle por su nariz, el dolor era intenso se arrepentía de no meter las manos, y demostrar a esa bestia que también se sabía tenía puños duros.Ahora ver cómo gozaba de la total atención de Jena estaba seguro que valió la pena aguantar.—Deberíamos ir a la clínica, se comportó como un animal.—No lograba ayudarlo a que la sangre se detuviera, su rostro cada minuto se veía más horrible, las zonas rojas se tornaban moradas y oscuras — Lo siento yo lo metí aquí…—No, no es tu culpa eres tan noble que confías en cualquiera con los ojos cerrados Jena, tranquila pronto va parar —Adam notó la maleta de Alison junto a la puerta — ¿A dónde iban? Se mudarán.Jena se sentía tonta, muy, muy, muy ingenua. Recogió todos los papeles llenos de sangre y los llevo al cesto de basura y tomo una nueva caja de pañuelos.—Me convenció de ir con él a casa, —admitió avergonzada.—¡Oh no Jena¡, entonces llegue a tiempo —suspiro aliviado, luego se quejó, hasta respirar era un fuerte
Los mellizos estaban discutiendo con el dueño del edificio, informándose sobre un departamento en renta, un par de pisos abajo y perfecto para estar cerca de la esposa de su hermano, y estar cerca de la pequeña Alison.—Solo somos dos chicos universitarios, —alegaba Philip, el hombre de estatua baja y de fuerte alopecia, —somos responsables y tenemos dinero para pagar, si gusta le ofrecemos el doble de la renta, o le pagamos por adelantado el doble del tiempo establecido en el contrato.La oferta era tentadora, pero su apariencia no era la de dos chicos respetuosos y maduros, sus cuerpos ejercitados y su actitud tan espontanea le aseguraba al hombrecillo que estos chicos les traerían problemas.—Es justo ese el problema, son jóvenes y universitarios, con el suficiente dinero en la edad más desastrosa, este es un edificio de gente educada, no toleran el ruido, ni los escándalos, ni fiestas. A la primera queja ustedes tendrían que irse,—Pónganos a prueba a la primera queja nosotros re
Cuando el cansancio gano y dejo de pelear, permitió que el aroma de su asaltante penetrara sus fosas, su cuerpo se derrito y debilito recortable sobre la muralla de Conan, todo comenzó a tornarse aún más confuso, debía sentirse segura o sentirse en.—Muy mal hecho cachorrita, salir sola no es la mejor decisión que puedes tomar en estos momentos—su voz penetro en sus oídos como suave música tranquilizadora y su aliento conquisto su cuello, no pudo contener ese escalofrió agradable correr por su cuerpo.Conan sintió deseos de quitarle la ropa y sentí esas vibraciones piel con piel. Abrió los ojos y vio por el rabillo del ojo a Conan, los latidos de su corazón iban sincronizados con los de Conan, al mismo ritmo y al mismo tiempo, ambos como caballos desbocados sin ningún control, deseando llegar al confín del universo donde pudieran al fin unir sus cuerpos al mismo tiempo que sus alma. —Tienes que escucharme, te quitarte la mano de la boca pero por favor prométeme que no vas a gritar —