La sangre no paraba de escurrirle por su nariz, el dolor era intenso se arrepentía de no meter las manos, y demostrar a esa bestia que también se sabía tenía puños duros.Ahora ver cómo gozaba de la total atención de Jena estaba seguro que valió la pena aguantar.—Deberíamos ir a la clínica, se comportó como un animal.—No lograba ayudarlo a que la sangre se detuviera, su rostro cada minuto se veía más horrible, las zonas rojas se tornaban moradas y oscuras — Lo siento yo lo metí aquí…—No, no es tu culpa eres tan noble que confías en cualquiera con los ojos cerrados Jena, tranquila pronto va parar —Adam notó la maleta de Alison junto a la puerta — ¿A dónde iban? Se mudarán.Jena se sentía tonta, muy, muy, muy ingenua. Recogió todos los papeles llenos de sangre y los llevo al cesto de basura y tomo una nueva caja de pañuelos.—Me convenció de ir con él a casa, —admitió avergonzada.—¡Oh no Jena¡, entonces llegue a tiempo —suspiro aliviado, luego se quejó, hasta respirar era un fuerte
Los mellizos estaban discutiendo con el dueño del edificio, informándose sobre un departamento en renta, un par de pisos abajo y perfecto para estar cerca de la esposa de su hermano, y estar cerca de la pequeña Alison.—Solo somos dos chicos universitarios, —alegaba Philip, el hombre de estatua baja y de fuerte alopecia, —somos responsables y tenemos dinero para pagar, si gusta le ofrecemos el doble de la renta, o le pagamos por adelantado el doble del tiempo establecido en el contrato.La oferta era tentadora, pero su apariencia no era la de dos chicos respetuosos y maduros, sus cuerpos ejercitados y su actitud tan espontanea le aseguraba al hombrecillo que estos chicos les traerían problemas.—Es justo ese el problema, son jóvenes y universitarios, con el suficiente dinero en la edad más desastrosa, este es un edificio de gente educada, no toleran el ruido, ni los escándalos, ni fiestas. A la primera queja ustedes tendrían que irse,—Pónganos a prueba a la primera queja nosotros re
Cuando el cansancio gano y dejo de pelear, permitió que el aroma de su asaltante penetrara sus fosas, su cuerpo se derrito y debilito recortable sobre la muralla de Conan, todo comenzó a tornarse aún más confuso, debía sentirse segura o sentirse en.—Muy mal hecho cachorrita, salir sola no es la mejor decisión que puedes tomar en estos momentos—su voz penetro en sus oídos como suave música tranquilizadora y su aliento conquisto su cuello, no pudo contener ese escalofrió agradable correr por su cuerpo.Conan sintió deseos de quitarle la ropa y sentí esas vibraciones piel con piel. Abrió los ojos y vio por el rabillo del ojo a Conan, los latidos de su corazón iban sincronizados con los de Conan, al mismo ritmo y al mismo tiempo, ambos como caballos desbocados sin ningún control, deseando llegar al confín del universo donde pudieran al fin unir sus cuerpos al mismo tiempo que sus alma. —Tienes que escucharme, te quitarte la mano de la boca pero por favor prométeme que no vas a gritar —
Alison invito a Philip y Zac a tomar un refresco, de pronto su apartamento que era silencioso estaba lleno de ruido, música y risas a carcajadas, incluso la nueva chica del servicio se integro de maravilla con los jóvenes.—¿Quiénes son tus amigos?—Phillip y Zac los conozco de la preparatoria, no los recuerdas —analizaba la mirada de Jena, ella los observaba tratando de recordarlos, —Es normal últimamente no recuerdas muchas cosas.—Hay algo en ellos que me es muy familiares, y sus rostros me recuerdan …—se detuvo quizás estaba volviéndose loca y su deseo por ver y tener a Conan hacía que lo viera en todos los chicos guapos.Se cruzo de brazos y negó aceptando que no los recordaba.—Rostros comunes, Jena. Descuida los conozco y sé que podemos confiar en ellos, además son lindos no te parece, y fuertes, rudos y valientes, si alguien viene a atormentarnos ellos sin dudarlo nos protegerán.—No puedes estar segura de ello, deben volver a casa, no estarán aquí las veinticuatro horas Aliso
El cuerpo de Conan estaba hirviendo por dentro, rasgo su vestido, y apretó con sus amplias manos la piel sudorosa de la mujer, entre más se adentraba en el placer más fuerte rugía el deseo de hacerle el amor, y lo único que aplacaba esa insoportable necesita era sucumbir ante la seducción de su exesposa. Sus manos recorrieron su cuerpo como antes, sus labios marcaron caminos que se habían borrado.Débora estaba satisfecha estaba haciendo caer a Conan, lo estaba recuperando, estaba feliz de volver a estar en sus brazos, de saborear el vigor de ese lobo, pero no todo sucedió como esperaba unos minutos más tarde…Sentada nuevamente en el asiento con una mal encajada cara, llena de frustración e insatisfacción. Una lagrima bajaba por su mejilla, estaba furiosa. Apretaba su vestido al frente para cubrir sus pechos.—No entiendo, ¿Por qué no …? —sus ojos estaban completamente abiertos, rojos por llorar de coraje —¿Por qué no cumpliste conmigo? —le reprochaba entre llanto, estaba siendo humi
—Cuéntame, lograste que mi hermano cayera en tus encantos. —Edmundo salió detrás de un árbol como esa sombra de maldad que se percibía siempre que el encontraba cerca. Débora se mantuvo rígida, trago saliva y negó rápidamente con la cabeza sin decir nada, estaba avergonzada de no ser sufriente mujer, femenina, encantadora, astuta o sensual que provocar a un hombre.Devora habia vuelto al valle, casi era de mañana y la sensación de rabia no disminuía, se sentia humillada por Conan.Peor, su cuerpo aún estaba urgido de saciar su libido.—¿Como qué no?, me prometiste que lo recuperarías que lo apartarías de Jena.—Todo comenzó bien, pero él no termino… —Débora se giró, abrió su vestido roto, se abalanzo sobre Edmundo, comenzó a quitarle la ropa, él la tomo de las manos —Por favor,Suplicó desesperada, su cuerpo ardía y nada era capaz de disminuir ese ardor, solo el placer que Edmundo que como migajas podía proporcionarle. El observó su desesperación, ahora entendía a Conan esa mujer no
La necesidad de encontrar a Conan, la llevaron a apartarse aún más del grupo, esa sensación de tener una mirada sobre ella vigilándola aumentaba, al igual que un escalofrió desagradable corriendo por su cuerpo, si ponerse en peligro era la forma en que atraería a Conan, ¿Hasta dónde era capaz de arriesgar su vida?Un olor a medicamentos llego con una ola de viento suave, miro en todas las direcciones.—Jena, ¿Me extrañaste? —atrás de ella estaba Adam, respiro, después de un ligero sobre salto, los nervios se calmaron un poco al ver de quien se trataba. Aun su rostro tenía huellas de los golpes, su nariz estaba rodeada por una cinta blanca.—Me asustaste.—Parce que te diviertes, Jena… —los que se divertían eran ellos, Jena no podía calmara sus pensamientos.—¿Quieres quedarte?, puedes acamparnos, necesitaba un poco de aire, pero la idea fue de los amigos de Alison. —Jena se sentia incomoda, Adam mantenía una mirada de enfado. —Me alegra que ya te encuentres mejor.Se comporto mal agra
“Un hermoso árbol, un copa… no, un flor. Frente a ella Conan, bebiendo del suave pétalo…”Jena froto el pinchazo en su dedo, el malestar en su cuerpo no se controlaba por completo, pero tenía una semana que no era tan molesto. Todo el tiempo tenia dudas, preguntas, y deseos incontrolables que apenas lograba dominar.Siempre esperando, anhelando algo que no lograba descifrar. No solo era la necesidad de estar con Conan, habia un vació en su pecho. un aliento de vida que solo Cona podría darle.Habia algo que tenía que recordar, siempre estaba tratando de hacerlo, era importante. —Sientes que algo te falta.—ese hombre hablaba con firmeza, como asegurando conocerla mejor que ella misma.Justo en este momento con una vida perdida en su mente era fácil que cualquiera supusiera conocerla mejor que ella misma.Pero ese viejo sabio miraba con tanta ternura, sin parpadear, y esa sonrisa escondida en sus labios, era como si una parte de ella, una niña pequeña y perdida se encontrara con su p