[Perspectiva de Nicholas]Miré por encima de mi hombro a la mujer, a quien se le escapó una risa. Noté que se abrochaba el cinturón y negó con una sonrisa que era de todo menos alegre.—Bien. Lamento no haberte enviado un mensaje. Creí que ibas a esperarme y ya.—Como tu guardia de seguridad, lo mínimo que necesito saber es que estás bien. ¿Crees que me gusta trabajar atendiendo a una chica rica? ¿Después de trabajar en el ejército? Entiendo que te sientas avergonzada, yo también lo estaría, creéme. No me gustaría tener un guardia que me pisa los talones y tiene la mitad de la cara quemada, seguro asustaría a tus amigos o lo que sea.Elevó una ceja.—¿Qué? No me avergüenza, pero no tienes derecho a reclamar y saber dónde estaba. Si esto no te gusta, pues renuncia. —Se acomodó el cabello y desvió la mirada para evitar la mía, hacía la ventana.—Esto no termina aquí, Nerea. Vamos a hablar de esto. No voy a renunciar, es mi trabajo, es para llevar comida a mi casa. Como sea, no puedes des
[Perspectiva de Nerea]—¿Que hiciste qué? —Por más que quisiera disimularlo, el tono de sorpresa en Clara era bastante notable. También había dejado con bastante fuerza la taza de café sobre la mesa de la cafetería. En cualquier momento, el local nos prohibiría el paso, ya había roto una taza por mi propia cuenta la vez que vine junto a Nicholas para hablar con James y su novia.Miré mi bebida caliente y luego a ella. No hubo mucho que decir. Me encogí de hombros.—Bueno... —La vi tomar aire y suavizar la mirada, paciente—Me parece bien, bastante, de hecho, que hayas decidido esto por tu propia cuenta. Lo que me parece una idea terrible es involucrar a tu guardia personal en esto. Él es...—Ya sé. —Tapé mi rostro con ambas manos y con las palmas de la misma ahogué un grito—. ¿Estuve mal, verdad?Soltó una risa en voz baja.—No tanto, solo eres demasiado impulsiva y no me parece mala idea, no tanto, pedirle ayuda a alguien que entrenó para eso gran parte de su vida. Digo, es un ex sold
[Perspectiva de Nicholas]Cuando terminó el día, luego de dejar a Nerea en su casa, fui directamente a la mía. Desde que fui contratado por el propio dueño de una de las empresas mejor pagas del país, el seguro del hospital había cambiado y los gastos médicos se redujeron notoriamente. Esa fue mi oportunidad, las ganancias eran suficientes como para poder empezar a buscar una casa mucho más grande y mejor. Agatha y Olivia se lo merecían.Abrí la puerta y me extrañó el silencio que invadía a la casa. Ni siquiera el sonido de la televisión se dignaba a sonar y eso era mucho decir, pues siempre estaban viendo películas. Agatha era una especie de amante del cine de los ochenta. Extrañaba ver películas con ella de esa manera. Dejé el saco colgado en la entrada y estaba a punto de subir cuando escuché carcajadas afuera, en el patio trasero. Caminé por el pasillo que daba hacia la parte de atrás y abrí la puerta. Agatha estaba en su silla de ruedas con una sonrisa de oreja a oreja carcaj
[Perspectiva de Nerea]Fue imposible para mí explicar lo que sentí cuando la mano firme de Nicholas se enredó en mi cabello o cuando me encontré con su mirada seria y concentrada en mi rostro. Estábamos demasiado cerca, tanto que sentí que en algún momento no éramos tan opuestos. Quizá. De repente, no hubo nada más que nuestros latidos. Miré su boca, ya no podía ocultar lo mucho que lo deseaba y tampoco disimular lo mucho que me gustó que me sostuviera en sus brazos. Sus labios contra mí. Yo contra la pared y apegada a él. El beso prácticamente se estaba descontrolando. Me sostuvo de los muslos, mis piernas rodearon sus caderas y sus labios parecían querer devorarme, al igual que mi boca a la suya. Una competencia de dominio o un juego placentero en el que su cuerpo cada vez se pegaba aún más al mío. Apenas dejábamos lugar para la respiración, claro que no pensamos con claridad lo que estaba pasando.Me aferré con una mano a su espalda y la otra rodeó su cuello. Se apartó de mi boc
[Perspectiva de Nerea]Lo ocurrido en ese pasillo me persiguió incluso al día siguiente. No hablé demasiado con Caleb. De hecho, no era capaz de verlo a la cara. Lo que había hecho con Nicholas fue absolutamente inesperado.Todavía podía sentir sus labios contra los míos, su cuerpo, sus embestidas que me hicieron odiar estar vestida en ese instante. Todo ocurrió tan velozmente que no alcancé a procesarlo y la forma rápida en la que escapó del lugar me hizo sentir vacía. Él estaba casado. —Nerea.La voz de Caleb me trajo de regreso al presente, en el que estaba tan pensativa. Me hallaba recostada en el asiento del vehículo y mi hermano me vio con una ceja levantada.—Estás pálida —comentó con curiosidad—¿Estás bien o pasó algo? ¿Es por lo de James o...?Respiré hondo.James era un nombre que no tenía deseos de repetir en mi cabeza.—Sí, James. Es que a veces me da tristeza que las cosas no salieran como esperaba, ¿sabes?Quise vomitar solo por mentirle. No me animé a decirle la verda
[Perspectiva de Nerea]Quizás mi mente se hallaba echando humo después de tanto esfuerzo en el horario del trabajo. Tampoco había que olvidar lo sucedido con Nicholas. No tenía cómo mirarlo a la cara.Por esas razones, mientras avanzamos con Killian en tanto charlábamos y él intentaba incluir a Nick, quien se encontraba a cinco metros de distancia, en la conversación, todavía no lograba razonar cómo terminé en ese embrollo.—Entonces... —comentó Killian, con su mandíbula marcada y piel pulcra reluciendo. Miró hacia el frente—¿Te gusta estar aquí o prefieres un lugar como la casa de tus abuelos?—Aquí —contesté sin dudar.Mil veces más. —Vivir con mi hermano me da más tranquilidad. Mis abuelos pueden ser complicados a veces.Sonrió, apenas y afirmó con la cabeza.—Te entiendo por completo. A veces los míos me dan miedo.—Debe ser divertido —ironicé.—Ni te lo imaginas. Dicen que el dinero no es importante para ellos, lo que es fácil decir en una posición privilegiada, pero la forma e
[Perspectiva de Nicholas]Algo tenía que estar mal en mí, ya que lo único que resaltó en mi mente de su discurso fue la parte en la que admitía que le atraía más que a nadie. Claro que tenía que decirle en algún momento que no estaba casado, mas aún no podía. Era absurdo, una necesidad que no podía expresar. No estaba listo para avanzar, así que solo la vi entrar en la mansión y me fui a casa.Yo también, pensé, me sentía atraído por ella como nunca me había pasado. Mis manos casi cosquilleaban por querer solo tomar su cintura y el recuerdo de lo que pasó en el pasillo se repetía en mi cabeza más veces de las que admitiría.No obstante, no era tan desconsiderado como para involucrarme en algo con ella a sabiendas que todavía no podía aceptar la muerte inminente de mi ex esposa. Era una mentira cruel para las dos. Sabía que Agatha me había superado, al menos de forma romántica, y quizá yo a ella también, pero verse atada a mí probablemente era una carga . En cuanto a Nerea, era una pe
[Perspectiva de Nerea]La ausencia de Nicholas se notaba con más regularidad, lo que era irónico tratarse de la persona que más veía en mi rutinaria vida aburrida. Se distanció de un día para otro. Pese a esto, seguíamos tratándonos con el debido respeto.Verlo ser frío igual terminaba haciéndome sentir un vacío en el pecho que no lograba explicar. No tenía que afectarme y más importante, no debía. Los días fueron pasando uno tras otro casi iguales al resto, excepto por algo, o mejor dicho, alguien: Killian.Su presencia me obligaba a olvidar la existencia de Nicholas al menos por un momento. Era malo, porque quería decir que lo estaba usando. También era bueno, puesto que en verdad lo lograba y realmente disfrutaba de su compañía y sus coqueteos discretos que me ponían las piernas como gelatina. Por un lado, me aseguró que Caleb no debía enterarse de lo que hacíamos o se molestaría. Eso era coherente, ambos conocíamos al jefe de nuestra compañía y lo temperamental que podía llegar