Bueeeenooo, aquí tienen el segundo capítulooooo, las cosas están en su momento crítico. Gracias por leer. besoooos
Amir La respiración se había quedado atascada en mi garganta mientras Karim seguía gritando las características de la chica: Norteamericana, virgen, 18 años y una fiera que no estaba dispuesta a rendirse, eso último no lo dijo el tipo, lo puedo ver yo mientras la chica patalea con furia. Sin embargo, en el instante en que la primera puja se escucha, puedo notar como el cuerpo de la chica va perdiendo fuerza al tiempo que mis ojos y los de Said se dirigen hacia el hombre que ha ofrecido los 30 mil dolares y puedo ver como todo el cuerpo de mi amigo se tensa. El tipo está en los 60 años más o menos y el morbo y lascivia con que mira a la chica hace que la bilis se me suba a la garganta, entonces el salón se queda en silencio esperando que alguien de más pero nadie habla, supongo que no quieren una chica que de guerra. —Muy bien, 30 mil a la una—empieza a decir Karim y yo estoy a punto de ponerme en pie y acabar con esta mierd4 cuando la voz de Said a mi lado me deja paralizado. —1
Samira Media hora antes. La tensión en la sala de monitoreo es palpable, como una losa pesada sobre mis hombros. Observo las pantallas con creciente ansiedad, viendo cómo cada minuto que pasa nos lleva más cerca del desastre. Un sudor frío me recorre la espalda mientras el equipo de operaciones se prepara para entrar en acción, pero el plan se ha ido a la mierd4 demasiado pronto. Se suponía que las chicas estarían juntas en la sala adyacente, pero no es asi, no hay ni rastro de las mujeres, por el contrario un grupo de matones es lo que los agentes se encuentran y todo se ha vuelto un barrido de sangre, ni siquiera entiendo cómo es que Karim no se ha dado cuenta de lo ocurrido. —Está insonorizado—dice el comandante como si leyera mispensamientos—Lo hacen para que en la subasta no se oigan los gritos de las chicas, eso nos está sirviendo ahora mismo, pero si un solo hombre llega a escapar… Sería su fin. Lo sé, lo tengo claro y por eso el miedo se hace más grande con cada segundo
Amir El dolor estalla dentro de mí apenas siento la hoja de la navaja atravesar mi espalda, pero lejos de detenerme, lo que hace es que me llena de furia. No sé cuánto tiempo llevo enfrentandome a Karim, pero sé que no voy a descansar hasta saber que ha dejado de respirar, que ya no es una amenaza para mi familia y es ese mismo pensamiento el que hace que, pese al dolor, me gire sobre mi cuerpo y tomándolo por sorpresa lo agarro del cuello antes de estamparlo contra la pared. Puedo sentir la sangre saliendo de mi espalda, pero no voy a detenerme, mis manos aprietan con mucha más fuerza y acerco mi rostro al desastre ensangrentando que es el de Karim antes de decir: —¿Creíste que quedarías impune?—le susurro en voz grave y veo como sus ojos se abren mientras lucha por librarse de mi—¿De verdad pensaste que no te encontraría y te haría pagar? Cuándo creo que falta poco para que finalmente pierda el conocimiento, me toma por sorpresa cuándo siento su rodilla impactando en mi abdomen,
Samira El sol se oculta en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos rojizos y naranjas, mientras observo en silencio a mis hijos jugar en la arena. Sus risas y gritos de alegría llenan el ambiente, están emocionados porque es la primera vez que conocen el mar, pero mi corazón está envuelto en una mezcla de nostalgia y anhelo. Malek y Amín, mis pequeños tesoros, están ocupados construyendo castillos de arena, concentrados en su tarea como si fuera la más importante del mundo. Cada vez que levantan una torre o cavan un foso, sus rostros se iluminan con la satisfacción del deber cumplido. Pero yo no puedo evitar que una opresión se forme en mi pecho al recordar todo lo que hemos vivido, lo que hemos perdido. —Mami, mira lo que he hecho —Malek corre hacia mí, con los ojos brillando de emoción, señalando orgulloso su creación. —Es enorme, bebé, bien hecho —le respondo con una sonrisa, sintiendo una oleada de amor por mi hijo. Amín, que es un poco más tímido, se une a nosotros, con su p
Sinopsis Said el segundo mejor abogado del medio oriente, ha sido criado en un entorno de deber y lealtad, pero se ve enfrentado a dilemas morales cuando conoce a Melany, una pequeña fierecilla a la que rescata en una subasta de trata de blancas y que pone su mundo de cabeza. Melany ha vivido una vida de opresión y abuso a manos de su poderoso padre, quien la entrega a un cruel traficante en un acto de venganza por su rebeldía, hasta que es rescatada por el abogado más atractivo que ha visto jamás, pero ella ya no confía en los hombres y único que quiere es un lugar seguro dónde esconderse. Sin nadie a quién recurrir, ni un lugar a donde ir, se ve obligada a quedarse junto a su salvador, pero lo que no esperaba era que tenerlo cerca despertara tantas cosas que creía que habían muerto dentro de ella. Ahora, juntos, luchan contra las fuerzas que intentan destruirlos, mientras descubren la verdad detrás de sus propias identidades y se enfrentan a los demonios de su pasado. ¿Podrá
MelanyMelanyEl hombre frente a mi habla y habla pero yo no estoy escuchando nada. Lo único que mi mente puede procesar en estos momentos es el miedo. Miedo y rabia, dos sentimientos que me han acompañado desde que tengo memoria, ambos causados por la misma persona.—¿Está escuchando algo de lo que he dicho, señorita?—mis ojos van hacia el agente, del cuál no recuerdo el nombre y veo que parece cansado de intentar hablar conmigo.Bueno yo también estoy cansada. Agotada para decir verdad. ¿Quién me dice que puedo confiar en ellos? Para mi los monstruos habitan dentro de cualquier persona, no tienen que ser feos ni espeluznantes, por el contrario, la mayoría de las veces se disfrazan tan bien que pueden habitar dentro de aquellos que creemos son nuestros heroes.Asi que no, no confío en esta gente. No confío en nadie, sin embargo hasta el momento solo ha habido una sola persona que ha cumplido con su promesa y es raro que esa persona sea la misma que encontré en uno de mis peores moment
SaidDos semanas, ese es el tiempo que ha pasado desde que finalmente conseguimos atrapar al infeliz de Slait y las cosas finalmente parecen estar en paz.A pesar de los acercamientos que tuvimos en el último mes, no he vuelto a estar en contacto con mi padre, él dijo que se encargaría de todo a partir de ahí, las chicas fueron rescatadas y los m4lditos enfermos capturados, por lo que me he dedicado a seguir con mi vida, sin embargo por más que he intentando no he podido borrar de mi mente el recuerdo de la chiquilla, esa fierecilla que peleó con garras y dientes para intentar conseguir su libertad.Ese día, cuándo finalmente habíamos salido de ese infierno, ella me miró a los ojos y había tanto en ellos, pero lo que más prevalecía era la incredulidad, como si no pudiera creer que no le hubiese mentido, lo que consiguió que una parte primitiva de mi despertara porque ¿Qué tanta mierd4 tuvo que haber pasado para sorprenderse ante una buena acción?Entonces los agentes se la habían lleva
Melany“Me iré contigo”Esas fueron las tres palabras que habían salido de mis labios y entonces Said simplemente había asentido en mi dirección y salido de la habitación.La incertidumbre me tiene temblando en mi lugar y no puedo dejar de pensar en lo egoísta que estoy siendo, pues sé que al irme con él simplemente lo estoy convirtiendo en un blanco para él , pero por primera vez en mi vida no quiero estar sola, no quiero ser la fuerte que soporta todo y esa noche, cuándo Said me abrazó y me dijo que sería libre, nunca me había sentido tan en calma y quiero eso de nuevo.La puerta detrás mio es abierta y me giro con rapidez para ver el rostro serio de Said entrando, por un segundo el miedo se apodera de mí, pensando que va a decirme que no, que no es posible llevarme y sin darme cuenta empiezo a negar con la cabeza mientras retrocedo.—No…no…noNo se como lo hace, pero en menos de un parpadeo él llega hasta dónde estoy, pero sin tocarme quedando justo enfrente de mí.—Hey, te dije que