Los meses transcurrían y Michel decaía más y más cada día, mi miedo de perderlo crecía con las horas y los días, un día su cuerpo no pudo más llame a los médicos, mandé acondicionar una habitación especial para nosotros, no pensaba separarme de él ningún segundo, había tres enfermeras y el doctor que venía todos los días a verlo.—Dasha siento que ya no puedo más—. Me dijo en un día lluvioso, era como si el cielo había confabulado con él. —Quiero que seas feliz mi amor, sé que un día llegará un hombre que te ame con la misma intensidad que yo te amo—. Negué ante sus palabras.—No mi amor no habrá ningún otro hombre tan anticuado como tú y que me ame igual como tú lo haces, no me dejes—. Dije con una sonrisa, los ojos acuosos y el corazón en la mano.—Vas a ver qué si mi amor, no será anticuado, pero sé que te amará, por que tu mereces que te amen, eres una gran mujer; eres maravillosa; inteligente; buena esposa y buena amante, quien no quisiera una mujer como tu—.—No, mi amor no diga
Los días se volvieron semanas y las semanas meses, respiraba porque tenía que hacerlo, me sentía sola y devastada, me sumí en una depresión que estuve que ser tratada por ello, meses después recordé todo lo que me dijo Michel, mire esa fotografía que él dijo que traerían quise mostrarle que si podía pero una cosa era pensarlo y otra hacerlo, no pude superar su muerte y no creo poder hacerlo, pero de una cosa estaba segura y era que iba mantener el legado de Michel, por ello decidí usar su apellido, en el día me dedicaba atender sus negocios y le mostraba al mundo que era una mujer fuerte, pero en la noche en mi refugio que era mi hogar ese hogar vacío sin mi amado esposo me rompía en mil pedazos.Lloraba hasta la madrugada para en el día seguir mostrando a esa mujer fuerte.Así fueron pasando los años después de cuatro años empezaron a llover los pretendientes sin éxito alguno, yo no estaba dispuesta a involucrarme en una relación además sabía que ellos solo me pretendían por lo que p
Dasha.—Se encuentra bien señorita, está bien no se golpeó—. Lo miro a sus ojos, tiene un color exótico, uno de ellos es color miel y el otro de un café verdoso, su voz hace que mi cuerpo se estremezca y la calidades de su aliento en mi rostro hace que mi piel se erice.Mi corazón late desbocado que me estaba pasando con ese muchachito tendría como unos veinticuatro años o veintiséis. Me separo de él, vaya escena más cliché pensé.—Si estoy bien, lamento mucho mi torpeza—. Dije firme, ningún hombre me iba poner nerviosa, el único que tenía ese efecto era Michel además ya no era ninguna quinceañera.—No discúlpame tu a mi es que estaba lanzándole un frisbee a mi perro y no me di cuenta que usted venía—.—Descuide no le estoy pidiendo explicaciones con permiso—. Trote de vuelta a casa con un circo de mariposa revoloteando en mi estómago.Tomé mi desayuno, luego me di un baño, debía prepararme para iniciar mi día ajetreado. Media hora después salí no sin antes ir a ver a mi madre.Subí a
Hace un año me preparé como diseñador de joyas, Elías me comento que donde él trabaja estaban buscando nuevos diseñadores para la compañía, aplique con uno de mis diseños y ahora estoy a la espera de la llamada a ver si soy uno de los afortunados.Ya quiero dejar el trabajo de celador eso no es para mí. Horas después mi teléfono suena lo tomo de inmediato.-Bueno-. Digo al descolgar la llamada.-Buenos días hablo con el señor Josiah Nathaniel Valmiera-.-Si él habla-.-Es un gusto, le hablo de industrias Dasha Melitón era para comunicarle que la señora Dasha Melitón desea hablar con usted personalmente sobre su diseño, podría presentarse hoy mismo-. Escuchar eso hizo que mi corazón se detuviera, tal vez la vida me iba volver a sonreír y al fin trabajaría de lo que me gustaba y para lo que me había preparado. -Esta ahí señor-.-Si estoy aquí lo siento a ¿qué hora? disculpe la pregunta-.-Si es posible ya, en cuanto llegue puede anunciarse en recepción y ellos lo pasarán en seguida-.-S
En la tarde fui al trabajo que tenía y renuncié según en una semana tendrían el depósito de mi dinero.Al día siguiente hice mi rutina matutina y con el deseo de encontrarme a esa linda señorita de ojos verdes selva, no sé cómo le haré, pero la tendré en mi cama en cualquier momento.Por más que haya recorrido la playa no la he visto, de pronto Mac sale corriendo y tengo que salir detrás de él.—Mac que rayos te pasa ven aquí Mac—. Le grito. —Mac, Mac—. Le sigo gritando y nada que se detiene hasta que lo pierdo de vista. —Lo voy a castigar por una semana—. Busco hasta que lo veo sentado al lado de alguien me acerco.—Eres hermoso—. Esa voz hace que mi corazón vuelva a vibrar. —Te perdiste, donde esta tu dueño—.—Tu dueño soy yo, digo yo soy su dueño—. Ella se levanta y no puedo evitar mirarla de arriba abajo, su cuerpo es todo tentación.Su mirada verdosa me examina detenidamente. —Y como sé que en verdad eres su dueño, qué tal si solo te estás haciendo pasar por su dueño—. Sonrió.—N
Josiah.—Me está coqueteando señor Valmiera, sin siquiera conocerme—. Me dice en tono divertido.—Siento que ya la conozco de toda la vida señorita Adeline—. Me acercó más a ella si es posible.—Sera mejor que mantenga su distancia—. Me advierte, pero ella es como un imán que me atrae.—No puedo señorita Adeline, es usted como un imán que me atrae, pero si no busca romance aquí tiene un servidor que solo desea tener y una aventura—. Se para frente a mi quedando a solo escasos centímetros.—Y cree que yo estoy buscando romance o una aventura—. Sonríe.—No hay ninguna regla que nos prohíba tener algo—. Sonríe de lado.—Si joven Josiah no hay ninguna regla en esta empresa donde se prohíba la relación entre el personal, pero eso no implica que yo esté buscando una aventurilla o un romance—. Me da una mirada que me hace estremecer. —Señor Josiah le recomiendo que deje de perder el tiempo conmigo y se ponga a trabajar—. Se aleja un poco y observa mi trabajo.—Juro que no desistiré hasta ten
Dasha. Al llegar a aduana mostré todas las documentaciones pertinentes del embarque, soy muy minuciosa con respecto a esos temas, mostré todos los papeles pertinentes, no les quedó de otra que liberar la mercancía. No pude entrevistar a los nuevos integrantes, pero ya los he conocido a todos excepto a uno de ellos que resultó ser el mismo chico de la playa, decidí darle mi segundo nombre, quiero ver hasta dónde es capaz de llegar. Todos los días me lo encuentro al ir a correr creo que ya no es casualidad, ahora es solo porque quiere algo, algo que no va conseguir no de mí. Al ir a ver cómo iba su trabajo empezó a seducirme no voy a negar que me divertía y me gustó sentirme deseada por alguien, pero es un jovencito de veinticuatro años, es decir le llevó nueve años de diferencia es obvio que esto no es para mí no soy asalta cuna. Espero que entienda que no hay un él y yo y mucho menos me iré a la cama con él, eso está fuera de sus posibilidades y de las mías, para curarme en salud
Dasha.—Sabía que no me dejarías morir arrollado—. Se acerca a mí y estrella sus labios con los mío, los empieza a mover de manera necesitada, me pega más a su cuerpo mientras yo estoy perpleja ante su actitud.Lo empujó separándolo de mí, levantó mi mano y la estrelló contra su mejilla.—Eres un inmaduro e infantil solo de un bebé se puede esperar una actitud como ésta, crees que esto es gracioso lanzarse a la calle porque te sale de las pelotas—. Mi pecho sube y baja, jamás me vi en la necesidad de usar un lenguaje tan vulgar pero este chiquillo me saca de mis cabales. —No te atrevas acercarte a mi persona—. Camino sin mirar atrás.—Adeline espera lo siento sé que mi actitud es inmadura, pero quiero que veas lo que estoy dispuesto hacer por ti—.—No quiero que hagas nada por mí, metete eso en la cabeza—.—Adeline espera Adelin...No lo quiero escuchar, quien se cree él, paro un taxi y regreso a casa con una furia incontrolable.Al día siguiente voy al hotel a revisar las planillas y