«CAPÍTULO 50»
De repente, todo quedó en silencio en mi habitación.
Las cálidas manos de Bruno, se deslizaron suavemente por mis hombros, hasta llegar al inicio de mi camisa. El británico, observó con determinación mis ojos, antes de arrancar el primer botón de aquella prenda que me cubría de mi desnudez. El palpitar de mi corazón golpeaba con insistencia entre mis oídos, logrando que todo mi cuerpo se quedase paralizado delante de él.
Tragué saliva una vez sus dedos hicieron contacto con la piel sensible de mi pecho, giré la cabeza un poco hacia un costado de la cama, para así permitirle al señor Harper continuar con su misión, mis piernas se sentían inquietas, ya que todo mi sistema no estaba reaccionando de la mejor manera. Había demasiadas cosas dentro de mi cabeza, ¿Me dolerá demasiado? ¿Lo har&
CAPÍTULO 51De repente, Bruno comenzó a empujar con suavidad hacia mi centro, cada vello de mi piel se enchinó porque aquella sensación era completamente nueva para mí. Sus brazos rodearon mi cintura, entre tanto mis glúteos se sacudían lentamente de atrás hacia adelante. Mis tetas se frotaban contra su pecho, entre tanto su miembro comenzaba a invadir mi zona.Ardor, fue lo que sentí primero.Vergüenza, fue lo que sentí después.Placer, fue lo que recorrió todo mi cuerpo luego de algunos segundos de forcejeo.—¿Estás bien? —Preguntó mi novio con preocupación, —¿Quieres que me detenga? —Negué tan rápido con la cabeza, que hasta yo misma me sentí aterrada de mi repuesta. Lo último que quería ahora mismo era que él se detuviera. Deseaba con toda mi alma que Bruno
«CAPÍTULO 52»Bruno Harper—¿Qué está sucediendo aquí?La voz de carolina, la mejor amiga de mi novia nos colocó a April y a mí en alerta.La rubia mujer se quedó debajo del marco de la puerta de la habitación de mi novia, estática y cruzara de brazos, al observar con detenimiento lo que estaba sucediendo aquí. Mi pulso comenzó a acelerarse al mirar como la pelinegra a mi lado se ocultó debajo de las sábanas con total vergüenza.—¿Podrías por favor salir de aquí? —Escupí cubriendo con mi cuerpo a mi novia. —¡La estas asustando! —Vociferé usando un tono de voz fuerte. Carolina sonrió a medio lado, le dio el último vistazo a la chica, para luego desaparecer delante de nosotros—, ya se fue… —Exclamé saliendo de en medio de las co
CAPÍTULO 53—¿De qué me perdí?Cuestioné, mientras Carolina tornaba sus ojos.—Nada que te importe, metiche.Escupió la rubia, logrando que April abriera los ojos de golpe.—Te hice algo, ¿o cómo?—¿De qué hablas?Volvió a hablar, pero esta vez fulminándome con la mirada.—Seré directo, señorita…—Troné los dedos para recordar su apellido—, Montenegro… ¿Estás en contra de que salga con tu amiga?Esta bufó sonriendo llena de sarcasmo.—Eres una peste, Bruno Harper… —Escupió, haciendo que mi pecho dolería repentinamente—, sin embargo, no puedo ir en contra de los sentimientos de mi mejor amiga, si ella te eligió, si ella te escogió entre cientos de chicos que deseaban amarla, es porque eres el indicado.—¿Entonces por qué me detestas tanto?Carolina bajó la cabeza, su mentón temblaba como si quisiese decir algo que no podía expresar con simples palabras—La estás arrastrando… —Mis piernas se sintieron como gelatinas—, el país la está odiando sin ninguna razón por tu culpa, April quedó com
«CAPÍTULO 53»Yo, no logro entender que es lo que está sucediendo aquí, Taewoo comienza a saludar algunas personas, entre tanto la tensión entre Carolina y Bruno va en aumento. Mi mejor amiga intenta colocarse en pie, sin embargo, mi novio la sostiene del brazo con tantas fuerzas, que esta termina cayendo de nuevo contra la butaca de la iglesia en donde están preparando la ceremonia de Aine Ryan.Mi corazón bombea con fuerza contra mis costillas, mi cabeza se siente tan pesada que mi cuello comienza a dolerme, mis manos sudorosas las limpio sobre el borde de mi vestido negro, y levanto una vez más la mirada para tomar el control de esta situación—¿Qué significa esto? —Suelto con un tono de voz suave, mi estómago está rugiendo por el miedo a la respuesta de Carolina, la rubia cierra los ojos, y niega sonriente.—Tu novio perdió la razón&
CAPÍTULO 54Han pasado caso cuatro meses desde que el tribunal supremo de New York condenó a Carolina por mi envenenamiento, y el asesinato de Aine Ryan, miro rápidamente mis apuntes dentro de mi cuaderno, apenas mi profesor de comunicación social da por finalizada la clase. Retomar mi vida sin mí mejor amiga no fue para nada fácil, y en algunas ocasiones me culpé a mí misma por lo ocurrido.Salgo de mi salón de clases, mientras veo a MacKenzie esperándome en la entrada del lugar, hoy lleva puesto un bonito vestido de invierno, ya que esta estación del año ya había empezado en nuestra ciudad. Su brazo rodea el mío, mientras la veo saltar apenas comenzamos a caminar hacia la cafetería. Como es costumbre, algunas chicas nos evitan, entre tanto otras, se nos acercan por curiosidad.—La pasarela de la nueva colección de Harper Fashion Show es este fi
«CAPÍTULO 55»¿Cómo podría describir con mis propias palabras a la mujer delante de mi novio?«Perfecta». Sus largas piernas, su delgada cintura, sus facciones marcadas y femeninas, su cabello color cobrizo, y ni hablar de la belleza de sus ojos, me obligan a titubear ante ella. Mis manos comienzan a sudar al verla rodear el brazo de mi hombre, un dolor insoportable se instala en mi pecho, mientras que los celos se apoderan rápidamente de mi cuerpo.Como puedo camino lo más rápido que puedo, empujando en el acto su cuerpo delgado suavemente, logrando que esta salga de mi camino, levanto la cabeza para observar los enormes ojos del magnate que no dejan de mirarme sonrientes, y este mismo toma mi mano, elevando la comisura de sus labios—Madeleine… —Bruno, susurra el nombre de su amiga—, ella es April Parker, mi novia. —La escultural chica me que
«CAPÍTULO 56»Aquel viento helado que recorrió mi espina dorsal en el justo momento en que las palabras de MacKenzie golpearon mis oídos, lograron que cada vello de mi piel se erizara rápidamente. Como pude me acomodé la falda de mi vestido, entre tanto, Bruno cerraba la cremallera de su pantalón, apenas salimos de la habitación, un ambiente tenso nos envolvió a ambos, mi cuñada caminaba delante de nosotros, mientras que el señor Harper y yo, la seguíamos en silencio.Antonia nos fulminó con la mirada, y más apenada no me pude sentir, mis manos temblaban a tal punto que sentía que en cualquier momento podía desmayarme por la falta de aire dentro de mis pulmones. La familia de Bruno siguió cada uno de nuestros movimientos, hasta que luego de un par de torpezas más, me senté en la misma silla que había usado desde un principio.—Así era yo cuando era joven… —Soltó de la nada un señor que rodeaba los setenta años—, ¿Te acuerdas Maribel? —Le tocó el hombro a una anciana que se hallaba sen
CAPÍTULO 57Bruno sonrió, entre tanto sus brazos me estrujaron con suavidad contra él. —Mi buen amor… —Sonreí al escucharlo llamarme de aquel modo—, jamás pasaré por encima de tus deseos, sé que aún no quieres ser madre, y si deseas nunca serlo, voy a respetar tus decisiones, porque solo tú podrás elegir que hacer, y que no con tu vida.Mi pecho comenzó a arder como nunca.—Apenas inicié mi carrera, y…—No tienes que darme explicaciones—, puntualizó vistiéndose de nuevo—, ahora vayamos a casa, necesitas descansar porque mañana tenemos que trabajar.(***)Respiro profundamente antes de salir del coche en donde he llegado a la compañía Harper junto a Bruno, mis tacones se hunden un poco sobre el pavimento, mientras que mi corazón comienza a latir con