«CAPÍTULO 32»
Mis tacones se hundían entre las pequeñas piedras del jardín de la mansión del señor Harper mientras iba a de camino hacia su camioneta. Mi mirada baja y manos sudorosas hacían lucir lo nerviosa que estaba hoy. Los lunes por la mañana eran una completa tortura para cualquier trabajador promedio del mundo, sin embargo, hoy era el doble de horrible. Sabía que si algo salía mal en las oficinas de Harper Fashion House las cosas terminarían para mí.
Las enormes manos de Bruno tomaron mis hombros desde atrás logrando que todo mi cuerpo saltara por la conmoción, mi corazón latía con demasiada fuerza dentro de mi pecho, entre tanto lo único que deseaba ahora mismo era desmayarme. —¿Qué sucede, Cariño? —El empresario hizo el intento de volver a caminar hacia donde estaba su vehículo, pero lo detu
CAPÍTULO 33Los hombros del coreano se encorvaron y asintió, provocando que los empleados soltaran una algarabía de sorpresa.—Pero… ¡No dijiste nada cuando él confesó el viernes que era tu novio!—Señorita… ¿Desde cuándo tengo que darles explicaciones a las personas sobre mi vida privada?Bruno caminó hacia la multitud de personas con pasos apresurados, sus facciones se veían relajadas, aunque las palmas de sus manos vueltas puño me decían otra cosa. Las chicas comenzaron a esparcirse entre la enorme oficina una vez nuestro jefe llegó hasta nosotros. —Lo siento… —Soltó el coreano repentinamente, logrando que el señor Harper y todos los presentes lo miráramos, —me gusta tanto April que no medí las consecuencias de mis actos…—Sus manos tocaron su pecho, entre tanto su rostro comenzó a palidecer, —mi corazón sigue latiendo por ella, aunque no puedo cambiar el hecho que me sigue gustando a pesar de que ahora está con otra persona, yo fui quien se hizo falsas ilusiones, yo fui quien la pr
«CAPÍTULO 34»Un silbido aguado perfora mis oídos en el instante en que la cabeza redonda, y húmeda de la polla de mi novio roza de manera provocativa mi inexperta entrada. Mi frente reposa sobre el hombro del magnate al no poder controlar mis emociones. Mis manos aprietan el saco en color negro de su conjunto de dos piezas de su propia marca, al sentir como su polla intenta abrir ese lugar prohibido para muchos, pero disponible para él.Mi entrecejo se arruga cuando un dolor intenso se apodera de todo mi cuerpo, Bruno atrapa uno de mis pezones entre sus labios fríos, y tira de ellos con tanta agresividad que tuve que morder mi mejilla interna para no terminar gimiendo. Mis caderas se mueven junto a su ritmo, entre tanto mis manos comienzan a temblar cuando el miedo me invade por completo.Echo mi espalda hacia atrás, apoyándome contra el escritorio para así poder mantener el equilibrio de todo mi cuerpo. El señor Harper aprieta mis muslos con sus manos libres, y se relame los labios
CAPÍTULO 35Apenas abrimos la puerta de la oficina de presidencia, todo en piso se quedó en silencio, mis pasos se quedaron congelados al observar como las secretarias comenzaron a murmurar cosas mientras caminábamos por los pasillos de Harper Fashion House; de repente, Bruno me tomó de la mano, para así apresurar mis pasos, y evitar que todo esto me afecte. —Ignóralos a todos, —Dijo apenas las puertas del elevador se cerraron, —es la primera vez que salgo con alguien luego de… —El magnate cerró la boca quizás al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir, —después de lo que ya sabes…—¿De tu separación?El británico palideció. —Sí.Contestó bajando la cabeza.—No me importa que hables sobre tu ex esposa, si eso te ayuda a canalizar tu dolor, Bruno. Tus sentimientos y emociones ta
«CAPÍTULO 36»—Es Bruno… —MacKenzie se levantó del sofá para separar a su primo de mi lado, mientras yo me defendía—, el hombre en esa fotografía es Bruno, te lo juro…—Las fosas nasales del moreno se ensancharon con exageración porque no me creía, —¡El hombre es esa maldita fotografía es Bruno Harper! Jamás he salido con nadie antes y…El bufido que salió de su boca me obligó a mirar a mi mejor amiga a la cara, no podía creer que estuviese perdidamente enamorada de un gilipollas como este, no podía entender porque llevaba tanto tiempo al lado de un cabrón que se atreve a cuestionar mi vida, cuando la suya tampoco es perfecta. Negué aturdida e intentando controlar mi pensamiento. No podía arruinarlo, Bruno tenía demasiadas cosas dentro de su cabeza, para ahora agregarle que me quiero m
CAPÍTULO 37La castaña se marchó del apartamento dejándome completamente sola, limpié mis lágrimas con el borde de mi camisa, mientras que caminaba una vez más en dirección a la recamara de Bruno. Apenas entré, lo vi sentado en el borde de su cama, con la camisa desbotonada, y su cabello alborotado.—Duerme un poco más… —Decreté acercándome a él para acomodar su camisa, sin embargo, el empresario agarró mi mano para detenerme. Sus dedos largos y fríos, terminaron de abrir el resto de prenda, la cual luego de algunos segundos cayó a un costado de la cama. —Bruno… —Susurré su nombre una vez sus labios capturaron aquella zona sensible de mi cuello, su lengua húmeda trazó un camino imaginario, hasta que llegó a mi clavícula.Sus manos agarraron mis caderas para pegarme mucho má
«CAPÍTULO 38»Bruno HarperArrugo un poco mi entrecejo aun con mis ojos cerrados, cuando un hilo de luz se cuela entre las ventanas de mi habitación golpeando así con fuerza mi cara. Comienzo a removerme contra mi cama en busca de la mujer que amo, sin embargo, termino alarmándome al no encontrarla.Como puedo me levanto de golpe, aterrado y asustado al observar mi habitación vacía, como puedo busco mis pantalones, y salgo de aquel lugar como alma que lleva el diablo. Los azulejos negros del suelo reflejan mi apariencia desaliñada, son embargo no me detengo, aún a pesar de que mis pies están descalzos, y yo me encuentro prácticamente desnudo.Mi cabello alborotado llega hasta mis párpados, mientras que con mis dedos aparto un poco las hebras negras al ver por fin la silueta de la mujer que me tenía pendiendo de un hilo. Me detengo para ver su sensual figura, Ap
CAPÍTULO 39BRUNO HARPERSus manos cubrieron su pálido rostro, entre tanto yo daba un paso agigantado hacia ella para calmarla—¿Una mascota? ¿Es lo que quieres?—Siempre viví en un lugar pequeño, así que tener un perro es casa era imposible, y con el dinero que ganaba mi madre, apenas duras podíamos comer… Siempre fue mi sueño, y sé que es tonto, Dios… Me siento tan estúpida, y…—Te lo daré.Declaré besando su frente.—¿Qué dijiste?—Te daré una mascota, conozco un amigo que tiene un refugio de animales, puedo llevarte allí mañana, y… —Su cuerpo, su cuerpo chocó contra el mío quizás por la felicidad de saber que su mayor sueño de niña, ahora se haría realidad. La observé por un momento, mientras ambo
«CAPÍTULO 40»La punta de mi tacón se doblaba cada vez pasaba el peso de mi cuerpo de un costado hacia otro. Mi estómago comenzó a rugir al escuchar las voces de las personas que nos estaban esperando para la entrevista, entre tanto Bruno no me quitaba la mirada de encima. Las palmas de mis manos comenzaron a sudar, porque entendía que, si algo salía mal, sería el fin para nosotros dos.El señor Harper era un hombre poderoso de este país, su familia tenía el prestigio de ser una de las casas de modas más importantes de la industria, y ahora, ahora todos esos logros habían caído tan bajos por mi culpa. Las acciones de la compañía bajaron un veinte por ciento luego del escándalo de mi relación con él, y sabía, sabía que yo era la culpable de todo esto.Mordí mi labio inferior al ver a Martin, hoy él estaba usando un traje de dos piezas en color azul oscuro que le daban un toque serio a todo esto, Bruno agarró mi mano apenas su primo le señaló el camino.—Todo está listo…Manifestó el mo