CAPÍTULO 26
—¡April! —Roberta, la dueña del lugar me da la bienvenida apenas me ve—, ¿Cómo sigue Carmenza?
Hablar de mi madre dolía demasiado.
—Ya inició un nuevo tratamiento, esperemos que mejore pronto… —La señora asintió mirándome con lastima, odiaba que las personas me vieran de aquella forma, porque me hacían sentir más miserable de lo que ya era. —¿Vas a comer lo de siempre?
Negué, porque si lo hacía terminaría arruinándolo todo por mi llanto.
Estar aquí me hace pensar en mi madre. Estar aquí me hace sentir cerca de mi madre, pero es doloroso, duele demasiado pensaré que, en cualquier momento de nuestras vidas, mamá perderá la batalla contra el cáncer, y terminaré estando sola en este maldito mundo que lo único que ha hecho por m
«CAPITULO 27»Carolina aprieta su labio inferior desde la parte posterior del señor Harper, apenas me ve pasando el umbral de la puerta de mi casa, mi cabeza se siente un poco pensada, ya que hoy ha sido un día de locos. Jamás me hubiese imaginado ver a mi jefe en mi humilde casa, y menos en este vecindario que no tiene buena fama en la ciudad.Mi mejor amiga me hace una seña con su cabeza con disimulo para que le cuente quien es aquel extraño hombre que ella no conocía, sin embargo, negué para que guardara su compostura, la conocía, Caro era ese tipo de chicas que llamaba la atención apenas llegaba a algún sitio, no obstante, al ver el horror reflejado en su rostro, lo más probable es que el británico no se halla sorprendido con su sensualidad y belleza.—¿Qué hace aquí, señor? —Pregunté embravecida, aún me sent&i
CAPÍTULO 28Bruno Harper.¡Maldición!Golpeé mi escritorio lanzándole una patada apenas entré a mi oficina una vez llegué de la casa de April Parker. Mis manos se hicieron puño sobre el borde de la mesa, entre tanto mi respiración empeoraba. Mi vista se sentía nublosa, y no quería entrar en pánico, sin embargo, mi cuerpo estaba llegando a su límite. Odiaba con toda mi alma sentirme de esta manera, necesitado por su maldita atención.¿Qué tenía April Parker que no tuviesen las demás chicas?¿Qué la hacía tan especial para traerme loco detrás de ella?La virginidad no es una virtud, así que no pretendo creerme que solo estoy detrás de ella por eso, sin embargo, ver la pureza de su mirada, la claridad de su rostro, y la forma en cómo se ruboriza cuando alguien la mira más de la cuenta, me hacen perder los estribos. Tiré un poco de mi cabello porque me siento frustrado, quisiera poder decirle en la cara que nada de lo que dijo es cierto.¡Jamás he pagado por sexo! ¡Jamás antes de ella le
CAPÍTULO 29BRUNO HARPERMi primo botó un largo suspiro, —Tienes que decirle a April que te gusta, tienes que hacérselo saber… Jamás imaginé que una chica como ella, borrara el recuerdo de Aine Ryan… Esto es de locos…—April piensa que soy un estúpido, me va a mandar a la mierda.—Envíale flores, las mujeres aman las flores.—Ella no es como las demás mujeres, oro. Para April cuidar de su madre es más importante… La ropa cara, o las cosas de lujo no la impresionan. —Suspiré profundo al hablar de ella, —su apariencia es lo último que le interesa, ¿Sabes que pasó casi tres años alimentándose tan mal, para poder pagar el tratamiento de su madre? Es tan buena amiga que soporta ver películas de terror, aunque no le gustan; aguantó humillaciones en su universidad, sól
«CAPÍTULO 30»«Mi cabeza comenzó a darme vueltas cuando intenté salir de casa para así dirigirme hacia la mansión Harper. Me detuve justo delante de la puerta, entre tanto mis manos comenzaron a temblar, y mi pecho se sentía hundirse. Mi cabeza comenzó a darme tantas vueltas que tuve que sostenerme de la pared para no caer, mientras veía por encima del hombro a mi mejor amiga. Carolina me sostuvo entre sus brazos al ver la humedad de mi rostro por culpa de mis lágrimas. —¿Qué sucede, April? Mi mentón se arrugó, entre tanto las palabras se atoraron dentro de mi garganta, —Lo he arruinado todo, Caro… Yo… Lo he jodido todo… —¿De qué hablas? Mis puños se cerraron con fuerza, —Intenté ignorar mis sentimientos, intenté conven
CAPÍTULO 31—¿Qué?Sus labios besaron mi frente—Tu galleta evitó que me hiciera más daño, tu galleta me hizo comprender que hay mujeres buenas en el mundo, te busqué antes de irme en el hospital, pero dijeron que te habías ido desde temprano, y nadie pudo darme información sobre ti, luego de eso sucedió lo de mi antigua secretaria, y tuve que irme del país por un año… Recuerdo que el día del auditorio sentí algo explotarse dentro de mi pecho apenas de vi entrar por aquel enorme umbral de la puerta principal. Estabas tal cual como te recordaba, pero lo arruiné todo, dije cosas sin sentido, porque no sabía qué hacer, o que decir… Luego de eso, no podía dejarte ir de nuevo, quería mantener a mi lado a la chica que tuvo compasión de mí…Mis brazos cayeron a cada costado de mi
«CAPÍTULO 32»Mis tacones se hundían entre las pequeñas piedras del jardín de la mansión del señor Harper mientras iba a de camino hacia su camioneta. Mi mirada baja y manos sudorosas hacían lucir lo nerviosa que estaba hoy. Los lunes por la mañana eran una completa tortura para cualquier trabajador promedio del mundo, sin embargo, hoy era el doble de horrible. Sabía que si algo salía mal en las oficinas de Harper Fashion House las cosas terminarían para mí.Las enormes manos de Bruno tomaron mis hombros desde atrás logrando que todo mi cuerpo saltara por la conmoción, mi corazón latía con demasiada fuerza dentro de mi pecho, entre tanto lo único que deseaba ahora mismo era desmayarme. —¿Qué sucede, Cariño? —El empresario hizo el intento de volver a caminar hacia donde estaba su vehículo, pero lo detu
CAPÍTULO 33Los hombros del coreano se encorvaron y asintió, provocando que los empleados soltaran una algarabía de sorpresa.—Pero… ¡No dijiste nada cuando él confesó el viernes que era tu novio!—Señorita… ¿Desde cuándo tengo que darles explicaciones a las personas sobre mi vida privada?Bruno caminó hacia la multitud de personas con pasos apresurados, sus facciones se veían relajadas, aunque las palmas de sus manos vueltas puño me decían otra cosa. Las chicas comenzaron a esparcirse entre la enorme oficina una vez nuestro jefe llegó hasta nosotros. —Lo siento… —Soltó el coreano repentinamente, logrando que el señor Harper y todos los presentes lo miráramos, —me gusta tanto April que no medí las consecuencias de mis actos…—Sus manos tocaron su pecho, entre tanto su rostro comenzó a palidecer, —mi corazón sigue latiendo por ella, aunque no puedo cambiar el hecho que me sigue gustando a pesar de que ahora está con otra persona, yo fui quien se hizo falsas ilusiones, yo fui quien la pr
«CAPÍTULO 34»Un silbido aguado perfora mis oídos en el instante en que la cabeza redonda, y húmeda de la polla de mi novio roza de manera provocativa mi inexperta entrada. Mi frente reposa sobre el hombro del magnate al no poder controlar mis emociones. Mis manos aprietan el saco en color negro de su conjunto de dos piezas de su propia marca, al sentir como su polla intenta abrir ese lugar prohibido para muchos, pero disponible para él.Mi entrecejo se arruga cuando un dolor intenso se apodera de todo mi cuerpo, Bruno atrapa uno de mis pezones entre sus labios fríos, y tira de ellos con tanta agresividad que tuve que morder mi mejilla interna para no terminar gimiendo. Mis caderas se mueven junto a su ritmo, entre tanto mis manos comienzan a temblar cuando el miedo me invade por completo.Echo mi espalda hacia atrás, apoyándome contra el escritorio para así poder mantener el equilibrio de todo mi cuerpo. El señor Harper aprieta mis muslos con sus manos libres, y se relame los labios