Me quedo dormida casi todo el viaje, pero cuando despierto, me encuentro con una bonita granja a las afueras de la ciudad. Sé que suena tétrico, pero en verdad parece la granja de una familia de dibujos animados, con corrales de pollos y rosas en la entrada. ¿Está en serio es la aterradora casa de un grupo de vampiros?

—Vamos, debes tener hambre, y yo también —dice Victor deteniendo su coche cerca de la entrada, y abriendo la puerta para bajar.

Supongo que todo parecería normal, de no ser por la gran cantidad de coches y motocicletas que hay alrededor de la pintoresca granja, la cual por el gran número de vehículos me da a entender que hay muchas personas al interior de ese lugar tan pequeño.

—Bienvenida a mi humilde hogar —dice Victor, llevándome hasta el porche de la granja, y abriendo la puerta para mí.

Y no me equivocaba, el interior es tan bonito y adorable como el exterior, con paredes pintadas de color rosa, muebles con diseños de flores, y algunos cuadros con ositos de peluche