El regreso al trabajo al día siguiente fue un poco raro, los rumores de que Jonah y yo estamos saliendo se esparcieron más rápido que la pólvora, y cuando puse un solo pie dentro de la empresa todos los ojos se pusieron en mí.

Rayos, no estoy feliz con esta atención…

Los empleados se dividían en dos grupos, aquellos que son hombres lobo y que probablemente sabían que era su próxima Luna, quienes comenzaron a comportarse conmigo de la misma forma en la que lo hacen con Jonah, haciendo reverencias y cosas algo incomodas a mí alrededor, tratándome con mucho respeto. Y el segundo grupo, humanos comunes que no tienen idea de lo que pasa, que me miran con envidia o confusión, ya que para ellos yo solo soy una oportunista que sedujo a su jefe y ahora es su novia.

Si, ninguno de los dos grupos me agrada.

—Te ves infeliz, ¿Acaso fue algo que te dijo mi madre? —llegando al inicio de cada mañana, como es usual, Tony trae algunos documentos para mí.

—¿Tu madre? Claro que no, todo con tu familia e