Narrado por AidenEl crepitar del fuego en la chimenea apenas lograba mitigar el frío que se había instalado en mi interior. Anya descansaba en la cama, su respiración aún frágil, pero constante. Habíamos enfrentado la muerte y regresado, pero la sensación de peligro inminente no nos abandonaba.Mientras observaba las llamas danzar, una inquietud creciente se apoderaba de mí. Morgana había sido derrotada, pero su influencia oscura persistía. Sabía que no podíamos bajar la guardia; el enemigo podía estar más cerca de lo que imaginábamos.Un golpe en la puerta interrumpió mis pensamientos. Me levanté con cautela, colocando una mano sobre la empuñadura de mi espada.—¿Quién es? —pregunté, mi voz firme.—Soy yo, Marcus —respondió una voz familiar.Abrí la puerta y encontré a Marcus empapado por la lluvia, su expresión grave.—Necesitamos hablar —dijo, entrando sin esperar invitación.Cerré la puerta tras él y lo seguí hasta la mesa. Marcus se quitó la capa mojada y se pasó una mano por el
Narrado por AnyaEl viento frío de la madrugada se colaba por las rendijas de la cabaña, haciendo que las llamas de la chimenea parpadearan. Aiden yacía a mi lado, su respiración profunda indicaba que, al menos por ahora, el sueño le brindaba un respiro de nuestras preocupaciones. Sin embargo, el peso de la reciente revelación sobre Ragnar me mantenía despierta, con la mente en constante ebullición.La traición de alguien tan cercano había dejado una herida profunda en nuestro grupo. Ragnar no solo era un aliado; era un hermano para Aiden y, en muchos sentidos, para mí también. La idea de que pudiera haber colaborado con Morgana era casi inconcebible, pero las evidencias eran difíciles de refutar.Me levanté con cuidado, evitando despertar a Aiden, y me acerqué a la ventana. La luna llena iluminaba el claro, proyectando sombras alargadas que parecían danzar al compás del viento. Observé el horizonte, buscando respuestas en la oscuridad, pero solo encontré más preguntas.Un crujido sua
Narrado por AidenLa noticia de la muerte de Ragnar se extendió como un incendio incontrolable entre nuestro grupo. Cada rostro reflejaba una mezcla de incredulidad y dolor. Para mí, era como si una parte de mi alma hubiera sido arrancada de golpe. Ragnar no solo era un aliado; era mi hermano de batalla, alguien en quien confiaba ciegamente.Mientras el grupo intentaba asimilar la pérdida, me refugié en la soledad del bosque cercano. Necesitaba espacio para procesar, para entender cómo habíamos llegado a este punto. El crujido de las hojas bajo mis pies y el susurro del viento entre los árboles eran los únicos sonidos que me acompañaban.De repente, un aroma familiar me sacó de mis pensamientos. Era sutil, casi imperceptible, pero inconfundible: el olor de Ragnar. Mi corazón se aceleró. ¿Era posible que estuviera vivo? Seguí el rastro, moviéndome con cautela entre la maleza, hasta que llegué a un claro iluminado por la luz de la luna.Allí, en el centro, estaba Ragnar. Pero algo en él
Narrado por AnyaLa luz se disipó tan repentinamente como había estallado, y me encontré tendido en el frío suelo del claro, con la cabeza zumbando y la mente nublada. Por un instante, creí que el mundo se había detenido; luego, el dolor y la confusión se abrieron paso mientras trataba de recobrar el control.—Aiden…— oyí un débil susurro entre el estruendo del silencio. Era la voz de Ragnar, entrecortada, casi perdida en la penumbra. Su figura, aún temblorosa, emergía de la oscuridad. Aunque sus ojos seguían portando aquella negrura impenetrable, en ellos se asomaba un atisbo de la humanidad que yo conocía.Con dificultad me incorporé, apoyándome en las raíces nudosas de un viejo roble. Cada latido de mi corazón era un recordatorio de lo que habíamos perdido y de lo que aún podíamos salvar. El claro, iluminado por la pálida luz de la luna, parecía haberse transformado en un escenario de pesadilla y redención a la vez.Morgana se alzó sobre una roca cercana, con una sonrisa gélida dib
Narrado por AnyaLa luz explosiva que había desterrado las sombras dejó tras de sí un silencio sepulcral. Durante unos instantes, el claro se convirtió en un escenario en ruinas: troncos partidos, hojas esparcidas y una bruma tenue que se mezclaba con el humo residual. Mi corazón latía con fuerza, cada latido marcaba el pulso de la batalla que no parecía haber concluido.A mi lado, Ragnar yacía de rodillas, con la mirada perdida entre la oscuridad que aún amenazaba con envolverlo y la chispa de la humanidad que aún brillaba en lo profundo de sus ojos. Con dificultad, me acerqué a él, extendiendo una mano temblorosa para ayudarlo a levantarse.—Ragnar… —dije en un susurro, casi reverente, intentando transmitirle la fuerza necesaria para resistir la influencia corrupta que Morgana aún sembraba a su alrededor.Su voz, quebrada y débil, respondió:—Aiden… siento que cada parte de mí se disuelve… La oscuridad… lucha por dominarme…En ese instante, la figura imponente de Morgana reapareció
Narrado por AnyaEl amanecer apenas rompía el horizonte cuando me encontré nuevamente frente a la quietud del claro. La batalla contra Morgana había dejado cicatrices no solo en la tierra, sino en nuestros corazones. Mientras los primeros rayos de luz acariciaban los árboles, Ragnar se apoyaba en un tronco caído, aún con el eco del enfrentamiento resonando en su mirada.—Aiden… —susurró con voz temblorosa, tratando de recomponer sus fuerzas—, siento que algo aún me retiene. No es solo la sombra que combatimos, es el peso de todo lo vivido.Acaricié su hombro, recordándole que cada herida es también una señal de lucha y de vida. Justo cuando parecía que la calma comenzaba a reinar, el murmullo del bosque se transformó en un susurro inquieto. Entre las sombras del límite del claro, una figura se desvanecía tan rápido como había llegado. ¿Había sido Morgana o alguien más?—No descansaremos —dije en voz baja, sintiendo que la amenaza se extendía más allá de aquella noche—. Esta victoria e
Narrado por AnyaEl aire fresco de la madrugada acariciaba mi rostro mientras avanzábamos por el sendero que nos alejaba de Morgana. Aiden me sostenía con firmeza, su presencia era mi ancla en medio del torbellino de emociones que me embargaba. Aunque habíamos derrotado a la bruja, una inquietud persistente se aferraba a mi pecho.—¿Estás bien? —preguntó Aiden, su voz cargada de preocupación.Asentí, aunque sabía que él podía percibir la turbulencia en mi interior.—Solo... necesito un momento para procesar todo.Ragnar y Marcus caminaban unos pasos detrás, susurrando entre ellos. La tensión en el grupo era palpable; aunque habíamos ganado una batalla, la guerra contra las fuerzas oscuras estaba lejos de concluir.De repente, un escalofrío recorrió mi columna. Me detuve en seco, obligando a Aiden a girarse hacia mí.—¿Qué sucede? —inquirió, frunciendo el ceño.Cerré los ojos, intentando concentrarme en la sensación que me había invadido. Era como si una sombra del pasado intentara abr
Narrado por AidenEl aire en el claro se volvió denso, cargado de una energía oscura que parecía absorber la luz del amanecer. Morgana, etérea y espectral, sostenía a la madre de Anya en el aire, sus cadenas resonando con un eco siniestro. Anya yacía en el suelo, luchando contra una fuerza invisible que la mantenía inmóvil, mientras Ragnar, Marcus y yo golpeábamos inútilmente la barrera que nos separaba de ellas.—¡Déjala ir! —rugí, sintiendo la impotencia arder en mi interior.Morgana soltó una risa fría, sus ojos brillando con malevolencia.—Oh, Aiden, siempre tan impulsivo. ¿De verdad crees que puedes detenerme?Con un gesto de su mano, la barrera que nos contenía se intensificó, empujándonos hacia atrás. Sentí una presión aplastante en el pecho, como si el mismo aire conspirara en nuestra contra.—Anya, querida —continuó Morgana, volviendo su atención hacia ella—, tu madre ha sido mi prisionera durante años, su esencia alimentando mi poder. Y ahora, con su sacrificio final, renace